Capítulo 16

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Castigo.

-¡Nathan Crawford! si le pone otra mano encima al joven Dagger no querrá saber lo que sigue después.

Ese llamado proviene de la directora de la universidad.

Se preguntaran:

¿Ahora qué pasa?

Bueno, si recordamos y retrocedemos en el tiempo, podremos recordar, un encuentro para nada agradable de nuestra querida protagonista, sí, el día que Aleph la conoció mucho mejor, y no precisamente en las mejores condiciones, y nos referimos al altercado con el odioso pero muy valioso, Uriel Dagger, con el cual desato esa rara amistad hace un mes entre nuestro dos protagonistas. Sí, ya ha pasado un mes desde que los cinco chicos entraron misteriosamente a la universidad, donde la hermosa chica de ojos verdes, se interesó en su repentina llegada, y en donde ninguno contaba en que por buscar respuestas, encontrarían algo más que ellas.

En fin, el asunto y uno que otros recuerdos parecieran a ver desaparecido de la mente de aquella noche en nuestros dos protagonistas, pero no en la de alguien que vio aquella escena, y aunque esa persona pasada de copas recuerda pocas cosas, al parecer no olvido el altercado, y lo recordó al ver al joven Dagger por los pasillo de la universidad, el chico sin pensarlo le pregunto al hermano mayor de la chica si sabía algo, a lo que el enojado busco al chico y lo dejo todo golpeado.

Es así como resumimos el hecho de que los chicos estén uno con una ceja chorreandole en sangre, el otro con el labio partido, y los dos con la cara hecha un desastre, y por otro lado la hermana menor de los Crawford preocupada por el destino de su hermano, y por el otro a la directora echando humo de lo furiosa que estaba, con eso los estudiantes ya habían hecho un circulo alrededor del problema que había iniciado desde que esos dos se encontraron.

Al llamado de atención, Uriel y Nathan fueron mandados a la dirección, con la directora pisándole los talones, tal vez Uriel no pierda nada allí, ya que no es estudiante en la universidad, pero en casa, tendrá mucho que decir. Con eso desaparecen del pasillo, dejando murmullos de los estudiantes presentes, y a la vez dirigiendo algunas miradas a la protagonista de todo eso.

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Emmaline Crawford.

Solo a Nathan se le ocurre hacer semejante despelote, sabiendo que su reputación es importante ante los ojos de los equipos que los quieren en sus filas.

Después de que se los llevaron a la dirección, los que quedamos en el pasillo fuimos mandados a nuestras respectivas clases. A mitad del día, estuve buscando a Nathan, ya que necesitaba saber que hizo la directora con él y su hijo, pero no lo encontré por ningún lado, en el receso nadie los vio a ninguno de los dos, además dijeron que habían escuchado que una segunda ronda se volvió a realizar en la oficina de la directora, lo que hizo aumentar más mi nervios, la pregunta que más me rondaba era como Nathan se había enterado de eso.

Al terminar las clases recordé que hoy había entrenamientos, así que sin esperar ningún segundo más, fui a las canchas sin tener resultado, ya que tampoco estaba allí.

-Tu hermano no está aquí Emmaline- escucho cuando me hablan a mis espaldas, volteo y veo a Aleph respirando agitadamente por estar corriendo la cancha al igual que los demás que se encuentran tomando agua. La cara la tiene roja y el sudor le cae por la cara al igual que su cabello que esta mojado, salgo de mi trance al recordar lo que me dijo -Lo suspendieron en el equipo por una semana y media, pero al parecer no lo sabias- me dice y arruga el entrecejo.

Claro que no lo sé, pero lo imagine con el segundo intento de matar al otro sabía lo que pasaría, pero el muy idiota no pensó con la mente fría.

Voces Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora