v. Destino o casualidad.

189 35 33
                                    

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

Capítulo cinco: Destino o casualidad.

Capítulo cinco: Destino o casualidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

Luego de charlar animadamente con Stella de temas banales, la riña de más temprano en casa de mis padres queda olvidada por parte de ambas. He aceptado que debo ayudar a mi amiga como pueda, aún si eso significa hacer algo que no parezca correcto. Le digo eso a ella, sin embargo, aquí estoy, guardando para mí misma el hecho de que he conocido a Eros en persona.

Tal vez sea una hipócrita diciendo que voy a ayudarla cuando tenga la oportunidad, pero sé que no podré hacerlo si vuelvo a ver a Eros. Y que Stella me perdone, pero por primera vez quiero pensar en mí, y no en lo que ella quiere para sí misma. No debería enfadarse conmigo por ello si se entera, ¿no?

Ella se ducha primero porque "tardará más tiempo arreglándose" que yo. ¿Quién demonios va arreglada a un partido de baloncesto? Pues al parecer las que quieren conseguir marido.

Me río de mis propios pensamientos mientras busco en mi armario la ropa que me pondré luego de la ducha. Un vaquero desgastado claro de tiro alto, mis vans clásicas negras, una camiseta de tiritas roja que enseña mi estómago, y mi cazadora de cuero negra son mi mejor opción. Hoy no llevaré la camiseta roja del equipo debido a las amenazas de la rubia sobre ir vestidas decentemente.

Cuando Stella sale del baño, me doy una ducha rápida debido a que mi amiga se ha acabado el agua caliente ella sola, y la idea de pescar un resfrío no es nada atractiva.

Me seco el cabello rápidamente y decido no planchar las leves ondas en él. Me pongo unos pendientes redondos de tamaño medio, como siento el escote muy vacío me pongo una cadenita. En cuanto al maquillaje decido ir por algo más elaborado, ya que no tengo ganas de aguantar las quejas de Stella sobre mi aspecto; un labial color nude matte, un poco de rubor en mis mejillas, una sombra color café casi del color de mi piel, máscara de pestañas y un leve delineado.

La jugada perfecta ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora