Capítulo IV

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Cuarta Parte

El señor Barnes se presentó a la residencia del señor Crusoe y pidió hablar con la señorita Crusoe.

Cuando la muchacha supo de quien se trataba corrió y se abrazó a él.

Esa tarde, el señor Dave fue a visitar a su prometida.

Cuando el señor Miller ingresó al salón verde, la encontró abrazada a un caballero alto, fornido y apuesto. El caballero de igual forma, abrazaba a Kassian.

El joven no pudo contener los celos y en dos zancadas, se aproximó a ellos y con ímpetu, separó a la muchacha del caballero y sin más, propinó tremendo golpe en el rostro del invasor, haciendo que este retrocediera.

La señorita Kassian confusa, miró a su prometido.

Él estaba con el rostro transformado de la furia y decía al otro caballero:

––¡No toque a mi prometida!

El desconocido, levantó las dos manos en forma de rendición y indicó:

––Como usted diga Dave.

El señor Miller estaba tan iracundo que le irritó más, escuchar al desconocido llamarlo de manera familiar.

––¡Le prohíbo que me llame por mi nombre, señor!

El recién llegado, sonrió, al señalar:

––Cómo usted desee, mejor lo llamaré, cuñado, que le parece.

El asombrado ahora, era el señor Dave, al entender quien era el caballero.

La señorita Kassian fue al lado de su prometido e indicó:

––Dave, le presento al señor Darwin Barnes, un amigo de la infancia.

El señor Barnes sonrió, al señalar:

––Pega usted muy duro, señor Miller.

El señor Barnes sonrió y entendió la mano.

Cuando el señor Miller, apretó la mano el caballero, el señor Barnes, lo atrajo y dándole un abrazo, expresó a su oído:

––¡Felicidades cuñado!

El señor Miller devolvió el abrazo con gran felicidad.

Los tres estaban sentados sonriendo plácidamente tomando el té, cuando el mayordomo anunció:

––Señorita, señores. Visitas de las señoritas, Miller, Beaufoy, Cass y Bell.

Las cuatro damas ingresaron al salón y de inmediato sus miradas se posaron en el apuesto caballero que estaba a un lado, puesto de pie.

La señorita Kassian, sonrió al ver el embelesamiento de sus amigas e indicó:

––Amigas, permítanme presentarles al señor Darwin Barnes, un amigo de la infancia.

El caballero con una sonrisa galante, comentó:

––Creí que los cielos se habían abierto, Kassian.

––La señorita Daniela comentó:

––Es usted todo un galán, señor Barnes, posee usted el don del verbo.

El caballero volvió a reír.

Fue a darle un beso en la mano de las jóvenes, en lo que pronunciaba sus nombres:

––Señorita Draker, señorita Cass, señorita Miller y ––, el caballero se sintió turbado, al ver a la hermosa Gaby ––. Señorita Bell.

*Saga Caballeros 2*       Un Caballero Encantador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora