Séptima Parte
El viernes en la tarde, la señorita Gabriela Bell, se convirtió en la señora Barnes.
Únicamente estaban presente en el enlace, el señor Graham Morse quien era el párroco, el señor Crusoe y el señor Maxwell Miller, así como también, el asistente del señor Barnes, el señor Harry Shawn.
La pareja decidió que todo seguiría igual, hasta terminado las nupcias de la señorita Kassian, y luego, ellos anunciarían la suya.
Esa noche, las amigas de la señorita Kassian, y las dos familias, hicieron una cena, para celebrar las nupcias del día siguiente, en esa ocasión, estaban, el joven párroco, el señor Graham Morse y Lord Devonshire, Conde de esa región, amigo del novio.
La señorita Gabriela en toda la cena, estaba tratando de disimular la atracción que sentía por su ahora esposo, pero no pudo disimular mucho, pues, cuando los caballeros se separaron, sus amigas la rodearon, haciéndole pregunta.
La primera fue la señorita Kassian:
––¿Gabriela que ocurrió en Londres entre usted y el señor Barnes?
La joven deseaba decir la verdad, pero eso le quitaría el protagonismo a su amiga, así que indicó:
––No mucho.
La señorita Cloe expresó:
––No le creo, ese no mucho es insuficiente para todas las miradas indiscretas que el caballero le echaba toda la noche.
La señorita Daniela indicó:
––Sin contar con los rubores de su rostro.
La señorita Pearl comentó:
––Ustedes se veían muy románticos, mucho más enamorados que los futuros novios.
La joven indicó:
––Pearl no diga eso, Dave estaba toda la noche mirando a Kassian como perro sin cola.
Las demás damas se miraron, pues, no comprendieron, así que la señorita Cloe preguntó:
––¿Cómo así Gabriela?
––Bueno, eso dice mi padre, cuando una persona lo ve a una con añoranza.
La señorita Daniela indicó:
––Ya comprendo, como ve Cloe al párroco.
La muchacha se ruborizó al decir:
––Deje de bromear.
Las demás jóvenes sonrieron.
La señorita Pearl indicó:
––Cloe no es de las damas que miran con añoranza, ella si algo le gusta lo toma.
La joven se ruborizó, ya que comprendió, que esa tarde su amiga fue testigo de lo que hizo:
––No diga eso Pearl.
La señorita Daniela, no estaba dispuesta a dejar, que otro romance, se escapara de sus manos, así que preguntó:
––¿Explíquese mejor Pearl?
La señorita Cloe movió la cabeza de un lado al otro a su amiga, para que no revelara nada, pero la muchacha no la obedeció, así que dijo:
––Está tarde llegué temprano, el mayordomo me llevó a la biblioteca, pues Cloe estaba allí, pero al abrir la puerta, ella le dijo al párroco: ––Deseo que nunca olvide el sabor de mis labios y besó al señor Mouse, de marera impresionante.
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*Saga Caballeros 2* Un Caballero Encantador.
General FictionUn Caballero Encantador. El joven, Elgar Crusoe, conoció a una inocente damisela, próximo a su cabaña del bosque, en las tierras de su padre, la muchacha le llamó la atención, por la hermosa voz que tenía, así que se hizo amigo de ella. Un vuelco en...
