Nos pertenecemos

CAPÍTULO 11

Después de tener la primera audiencia, Sasuke se había comunicado con su tío, informándole lo acontecido en el juzgado, sabía que tenían mucho que perder, pues lo poco que habían mostrado los abogados de su hermano dejaba ver que lo tenían acorralado.

- ¡Lo encontré! – Jugo se dirigía hacia Sasuke, quien estaba con Deidara checando documentación.

- ¿Encontraste qué? – preguntó el pelinegro molesto por la intromisión.

- Con quien vive tu hermano, se llama Naruto, es su abogado, este tiene una hija pequeña, vive en... - continuó dándole los detalles, Deidara miraba perplejo, en ese momento no podía hacer nada.

- Bien, ya sabes que hacer, ese malnacido pagará – Sasuke sonreía de manera maliciosa – Deidara lleva los documentos a mi tío por favor –

- Como ordénes –

Sasuke se quedó meditando solo en su oficina, había tenido esos sueños extraños desde que mandó matar a su amante, al principio no sabía porque pasaban, después fue comprendiendo poco a poco lo que significaban, en todos esos sueños su hermano aparecía, le arrebataba a la persona que él amaba, se veía a si mismo matar a su hermano, pero al final su amada o amado terminaba por matarse, aborreciéndolo, gritándole que no lo amaba, que su único amor era Itachi, diferentes vidas, en diferentes épocas, al principio no entendía de que iban, después comprendió al repasar su vida y como su hermano siempre se llevaba la atención de su padre y de las personas a su alrededor, no compartían ningún amor, él empezaba a enamorarse de Hidan y dudaba que a su hermano le gustara.

Ahora se enteraba que su hermano vivía con alguien, y ambos iban a pagar, no es que odiara al enamorado de su hermano, simplemente sabía que con su muerte el Uchiha mayor sufriría y con eso bastaba, verlo infeliz.

Tomó el teléfono, se dispuso a marcar el número que ya se le hacía costumbre, ese tipo se había rehusado a verlo, pero ya se estaba cansando y si era necesario vigilarlo las 24 horas del día lo haría, nadie se negaba a hacer algo que él quisiera y Hidan estaba colmando su paciencia, si no fuera por qué realmente le interesa ya lo hubiera mandado matar al infeliz.

- ¿Kisame? Ya lo sabe –

- Demonios ¿Cómo se enteró? –

- Tiene a un tipo siguiendo a Itachi, lo más seguro será sacar a Naruto y su hija de ahí, junto a su prima y Sasori, ya no está seguros en esa casa –

- No creo que Naruto quiera, necesitamos hablar ¿tienes los papeles? –

- Sí, ya tengo eso listo y para la siguiente audiencia el maldito debe caer –

- Te veo en el Bar de siempre, ten cuidado –

- Lo haré –

Kisame cortó la llamada, enseguida marcó el número de Naruto, indicándole que necesitaban hablar y lo haría en el bar al que siempre asistían, le pidió que tuviera cuidado y avisara a Itachi.

- ¿Qué pasó? – preguntó un preocupado Itachi

- Juugo es un gato de tu hermano, el mando hombres a vigilarte, así que descubrieron que vives con Naruto, saben de Shion, Karim y que Sasori se queda contigo, deben salir de ahí – contestó Deidara.

- ¡No! –

- Naruto, no actúes de manera infantil, no puedes arriesgar a tu familia – ahora fue Kisame quien intervino.

- No, le pediré a Karim que se lleve a mi hija, pero no podemos irnos, si Sasuke ya sabe dónde vivo, nos conviene porque en cualquier momento puede llegar y ahí lo podemos agarrar –