Capitulo 4: El Reencuentro
Suspire al tiempo que abría la puerta. En todo el camino a casa había tenido la misma pregunta en mi mente ''Porque el?'' El recuerdo de las palabras y la cercanía de Emet me hacia sonrojar y se me erizaba los pelos de la nuca.
Al entrar me extraño ver la luz de la cocina encendida. Se suponía que mi madre trabajaría hasta tarde... Había vuelto antes?
-Mama?-pregunte mientras caminaba sigilosamente hacia la cocina. Nadie respondió pero se oyó un ruido.
Llegue al la puerta y me sobresalte al ver a un chico parado junto a la mesa. Era alto y de espalda ancha. Llevaba una remera negra de manga corta que dejaba ver sus musculosos brazos. Tenia el cabello negro azabache despeinado de forma que las puntas apuntaban a todos lados, pero lucia bien en el. Usaba unos jeans sueltos y oscuros de Levis en conjunto con su remera. A simple vista parecía un modelo salido de una revista. Era una mezcla de misterioso, llamativo y sobre todo atractivo.
Aparte la vista avergonzada al darme cuenta de que me había quedado observándolo demasiado. Me relaje al notar que el estaba haciendo lo mismo conmigo. Los nervios volvieron a mi casi de forma inmediata. El extraño me miraba de arriba a abajo con sorpresa y a la ves seriedad en sus ojos.
Observe con total atención como las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba. Quede paralizada bajo aquella sonrisa y esos penetrantes ojo que me contemplaban. Demonios no debería ser legal lucir tan perfecto!
Comenzó a caminar hacia mi lentamente. Dios mio se estaba acercando cada vez mas y yo no podía siquiera moverme. Freno cuando estuvo a unos pocos centímetros de mi. Aun sonreía de forma perversa. Dejo escapar una pequeña risa triunfante.
-Te gusta lo que ves?- pronuncio con su mejor vos seductora. Esa vos. Al oírla supe que estaba acabada. Era demasiado bella, demasiado suave, demasiado... Que diablos estoy pensando?! Me golpee a mi misma mentalmente por tener tales pensamientos.
Lo mire desde abajo fastidiada por su altura. Fruncí el entrecejo y nuestras miradas se conectaron. Sus ojos me llamaron mucho la atención. Eran ligeramente verdes con un toque de miel en el área alrededor de la pupila. Aquellos ojos tenían algo... diferente, como si me transportaran al pasado. Había algo familiar en ellos.
Lucio nuevamente su sonrisa perfecta, aparto la vista y salio de la cocina. Al pasar a mi lado nuestros brazos se rozaron levemente mandando una especie de electricidad por todo mi cuerpo. Fue entonces cuando supe que este chico seria mi fin. No sabia como ni porque pero simplemente tenia un mal presentimiento acerca de el.
Al despertar del transe en el que me había dejado, comencé a revolver mi bolso frenéticamente en busca de mi celular. Me golpee la frente con la palma de la mano al recordar que lo tenia en mi bolsillo. Marque el numero de mi madre con desesperación. Sonó tres veces. Porque no contestaba?! Mi alivio fue inmediato al oír su vos luego del cuarto tono.
-Hola- dijo en su tipica vos cansada y ausente.
Mama...- no sabia como explicarle la situación y aquel molesto nudo aun estaba en mi garganta.
-Lea que pasa? Te oigo muy rara. No sueles llamarme en horas de trabajo-
-E-es que... yo...- las palabras se mezclaban en mi mente sin dejarme formar una oración coherente.
-Ah ya se lo que pasa!- exclamo con entusiasmo en su vos. Acaso ella sabia algo de esto?-Es por nuestro nuevo inquilino. Ah venido a pasar un tiempo con nosotras y se quedara en la habitación de huéspedes- hablaba con total naturalidad, como si fuera normal que esto estuviera sucediendo.
-Disculpa? Quien es? Que diablos hace en nuestra casa?! Cuanto tiempo piensa quedarse?!- la ataque con preguntas desaciendo de una ves el nudo en mi garganta y sonando un poco mas brusca de lo que intentaba sonar. No era posible que esto estuviera pasando. Era muy extraño muy repentino.
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Inmaduros
RomanceEs difícil recuperar algo que se pierde, incluso si de un recuerdo se trata. Estar a su lado acaba con la poca cordura que me queda y me roba el aliento con tan solo una palabra suya. Puede lograr que me derrumbe en lagrimas con solo dirigirme una m...