Inmaduros

Capitulo 9: De mal en peor

Capitulo 9: De mal en peor

Las palabras ''te amo'' son simples de escribir y pronunciar, pero cuando se trata de confesarlas abiertamente a otra persona, suele ser no solo difícil sino que representan un gran dilema. Toda una cuestión.

Porque tememos decirlo? Porque se vuelve una tarea tan difícil en el momento de actuar? Es por lo general, el miedo al rechazo lo que nos hace retroceder. Uno puede decir ''prefiero decirlo ahora que guardármelo y que luego sea muy tarde para hablar'' pero la verdad, es que pocas personas logran confesar sus sentimientos con facilidad. Pero lo que realmente nos intriga, es que pasara después. Nos corresponderán? Se burlaran? Huirán? Al final creo... que es mejor decirlo para luego no tener arrepentimientos. Pero quien soy yo para hablar cuando ni siquiera doy importancia a las cuestiones amorosas. Nunca comprendí ese sentimiento, y es que tal vez nunca lo he sentido. Pero esta vez experimente algo nuevo. Fue la intensidad en la vos y la mirada de Emet la que me hizo comprender lo peligroso que podía llegar a ser este sentir.

Me quede sola en la biblioteca, congelada en mi lugar. Boquiabierta y con la cabeza dandome vueltas.

Deje caer el libro que Emet me había alcanzado y comencé a descender deslizando mi espalda contra los estantes detrás mio hasta quedar sentada. Abrace mis piernas a mi pecho y mire al techo mientras miles de pensamientos cruzaban mi mente .

''Te amo'' Es increíble lo mucho que la gente subestima ese sentimiento, y sin embargo Emet parecía tan sincero y seguro de si mismo al decirlo. Era oficial, mi vida amorosa era un desastre. Pero quien puede comprender el amor cuando aun no lo ha experimentado en profundidad?

Sonó la ultima campana del día y todos salieron de sus salones excitados por el fin de semana. Estaba caminando por el pasillo con la cabeza en las nubes cuando un brazo se apoyo sobre mis hombros.

-Y... Que piensas ponerte para la fiesta?- dijo Mia sonriente.

-Fiesta? Cual fiesta?-

-Pues la que habrá luego del partido de fútbol esta noche- dijo con el tono mas obvio del mundo -Que acaso vives bajo una piedra que no te enteras de nada? -

-Lo siento, he estado algo ausente hoy- La verdad era que había estado mas que ausente. Después de la repentina confesión de Emet había estado básicamente perdida en pensamientos todo el bendito día.

-Ahora que lo dices, parece que hubieras visto un fantasma. Paso algo?-

-N-nada, no tiene importancia... Solo me alegra que el día haya terminado al fin- suspire y Mia me dirigió una sonrisa compasiva, entonces supe que entendía a que me refería.

-Dia dificil?-

-No tienes idea-

Ambas reímos. Realmente nadie me entendía como ella lo hacia.

-Que opinas de esto?- comenzó a decir mientras salíamos al estacionamiento -Vienes a mi casa y nos arreglamos juntas- dijo con entusiasmo.

-No lo se, no creo estar de humor para una fiesta-

-Oh vamos! Que mejor forma de levantarte el animo que una fiesta alocada un viernes por la noche?- exclamo tomando mis manos y sacudiéndolas animadamente. Al ver que no respondía,  sonrió diabólicamente dandome a entender que usaría su arma mortal. A continuación puso su mejor cara de perrito mojado. Diablos! Esa cara siempre  funcionaba conmigo. Aguante todo lo que pude pero era evidente quien ganaría. Suspire derrotada.

-Bien- exclame de una vez. La sonrisa triunfal de Mia se extendio de oreja a oreja recordandome al gato de Alicia en el pais de la maravillas.

Mia tenia razón. Todo este asunto de la fiesta me había distraído bastante de mis dilemas. Habíamos pasado la mayor parte del tiempo eligiendo lo que nos pondríamos y preparando un plan para que Mia se enganchara con algún chico que le gustara allí dentro.