FINAL: Pollito feliz 🐣

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Yoongi observó la mesa extasiado. Ese era un almuerzo de un rey, colocó el plato lleno de una colorida ensalada al lado de lo que parecía ser un guiso con muchas papas sancochadas, olía delicioso, sea lo que fuera. La ensalada que la madre de Jimin le había entregado hace unos momentos parecía ser lo único que conocía entre los variados platillos en la gran mesa.

Miró alrededor, por supuesto que estaban en el jardín, porque un almuerzo familiar, tiene que ser en el jardín o eso le había dicho el tío más joven de Jimin.

Sintió una mano deslizándose por su brazo hasta entrelazar sus dedos, juntos y cálidos. Yoongi estaba malditamente seguro de que su cara hacía juego con la colorida ensalada sobre la mesa.

Jimin se rio.

Eso fue todo lo que necesitó para desconectar su timidez de su cerebro por un momento. Le dio un apretón cariñoso a su mano.
—Mis padres se toman muy en serio los almuerzos de los viernes —Yoongi trató de no mostrar una expresión de 'en serio, no me había dado cuenta, señor mesa para veinte y tengo un jardín del tamaño del patio de un colegio' Por la risa de Jimin, Yoongi no pudo controlar sus expresiones faciales. Jimin carraspeó aun sosteniendo su mano con una risilla —Además, querían impresionarte.

—Todo esto ¿Lo hizo tu familia? —Jimin asintió orgulloso, su sonrisa era preciosa, pero lo que Yoongi amaba más sobre su sonrisa es como hacía que sus ojos casi desaparecieran, era lo más dulce que había visto.

—Mis padres no pueden cocinar nada, viven del delivery—Yoongi se encogió de hombros.
—¿Tu cocinas?

La voz del padre de Jimin lo sorprendió, Yoongi asintió relajado.

—Aprendí a cocinar cuando tenía doce, a esa edad me di cuenta que la comida en realidad tenía sabor.

La risa del padre de Jimin hizo eco y unas cuantas más le siguieron. Había tal vez ocho personas en el jardín, podía ver a los demás revoloteando en la cocina.

—¡Yoon! No seas malo con tu mamá.
—Ella sabe que es mala cocinera, la amo y ella ama mi comida, todos ganan.

Hubo más risas, Yoongi sonrió cada vez más cómodo.

—¡Eso me gusta! Aprende Dongyul ¡Hasta el pequeño novio de nuestro pollito sabe cocinar!

La voz de la madre de Jimin sonaba como una canción, melódica y agradable. La familia de Jimin lo estaba rodeando en el jardín, como leones a su presa, pensó sombríamente. Aunque la risa peculiar del primo de Jimin hizo que lo pensara de nuevo, tal vez solo lo acorralaban como pandas hambrientos a una rama de bambú.

Su mente procesó lentamente la voz de la señora Park ¿Acaba de llamar pollito a Jimin?

—¡Mamá, no me digas así!

—Serás el único en la familia que pagará a otros por su comida tío Dongyul —Se burló una prima de Jimin mientras Yoongi seguía frunciendo el ceño, algo no cuadraba. Jadeó ofendido en cuanto se dio cuenta de qué era.

—¿Me dijo pequeño, señito?

La señora Park cubrió su sonrisa con una mano mientras los demás comenzaban una conversación sobre altura, ella decidió ignorarlo y atacar a Jimin en su lugar.

—Jimin, te hemos dicho pollito desde que tienes memoria, no me detendré ahora.

—¿Pequeño cómo, bajito? —Y por supuesto, con tanta gente a su alrededor, el susurro de Yoongi no pasó desapercibido para una de las tías de Jimin

—¡Y además es tierno!

Antes de que Yoongi pudiera responder, fue salvado por el tío Dongyul, que sin querer calló a todo el mundo con su voz ronca y profunda —Yo sé cocinar, otra cosa es que la comida no se deje, eso ya no es mi culpa.

Fue la carcajada grupal más estruendosa que Yoongi había escuchado en su vida. Se escuchaba mucho ruido, pasos, risas y golpes suaves en cuanto chocaban sus copas y los niños sus vasos. Yoongi se encontró a si mismo sonriendo, asintiendo a sus propios pensamientos mientras Jimin tomaba su mano para llevarlo a su asiento, definitivamente lo estaba disfrutando.

Se sentaron juntos, casi al medio de la mesa. Con una mejor vista de toda la familia, Yoongi se dio cuenta de que al menos había quince personas sentadas y comenzando a llenar sus platos. Su familia era pequeña así que fue interesante ver una familia tan grande como la de Jimin. Realmente ruidosos.

—¿Te gusta Jimin? —El precioso ruido fue acallado en cuanto el tío que lucía más severo abrió la boca.

—¿Señor? —Yoongi tragó saliva, la mesa entera esperando su respuesta.

—Jimin, mi sobrino ¿Te gusta mi sobrino?

—Mucho —Dijo instantáneamente, fue un reflejo de su agitado corazón, pero fue la verdad. Un corto silencio evaluador le siguió y luego el hombre gigante asintió convencido.

—Muy bien, trátalo bien.

—Eso planeo señor —Y esa fue una sonrisa escalofriante la que le dedico el tío de Jimin, aunque parecía que él trataba de ser amable con Yoongi. Su rostro y su tamaño no se lo permitieron.

—Tío ¡Deja de intimidar a mi cita!

Yoongi se sonrojó inevitablemente ante la palabra cita. —Vaya, encontraste a alguien que se sonroja más que tú.

Mi suegra disfruta humillándome.

Un 'awww' y unos cuantos 'oww' fueron coreados por las tías de Jimin, Yoongi se sintió repentinamente de nuevo en la secundaria, cuando los estudiantes no podían ver a dos personas compartiendo un borrador, porque comenzaban los aullidos de ambulancia.

'Wiiiuuu' sonó en su mente

—Esto es humillante.

—Solo un poco, te acostumbrarás —Jimin sonrió, consiente de sus implicaciones.

—¿Lo haré? —Coqueteó Yoongi, aunque trató de no mirar esos ojos pequeños y curiosos mientras se servía pollo frito y ensalada en su plato. Jimin colocó una mano en su rodilla sacudiéndolo suavemente.

—Hyung, has soportado a mi familia más de media hora, eres leyenda.

—Me gustan —Yoongi se encogió de hombros, esta vez sosteniendo su mirada, Jimin asintió.

—Les gustas. No te pienso dejar ir —Jimin murmuró lo suficientemente alto.

Yoongi suspiró y dejando la comida de lado se acercó a Jimin, su mano rápidamente encontrando el lugar en su nuca, en donde el cabello de Jimin era corto y suave, Jimin le sonrió, radiante como siempre.

Y por supuesto, Yoongi lo besó.

Olvidándose de las otras trece personas en la mesa. Las cuales estallaron en chillidos emocionados y aplausos.

Ambos se separaron riendo tímidos pero orgullosos. Después de todo, ellos pensaban lo mismo: El novio más tierno que pueda existir está a mi lado.

—Así que... ¿Pollito? —Yoongi levantó sus cejas mientras Jimin se atoraba con su propia saliva.

La familia rio, Jimin se sonrojó aún más y el almuerzo comenzó.

Yoongi le dio un mordisco al pollo pensando en la primera vez que vio a Jimin. Lo observó de nuevo mientras este tomaba un vino suave, su voz tranquila y sus facciones suaves y el mismo pensamiento cruzó por su mente.

Estoy enamorado.

TU POLLITO •ym•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora