Un Ángel Encantador

Cap. 38 ~La promesa~

"La promesa"

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Abracé a Jennie después de escuchar esas lindas palabras, Jennie era esa hermana que nunca tuve y estaba feliz que estuviera conmigo.

—Es ahora de irnos -Tae abrió la puerta del auto para que entrara primero-

Ya estando en el auto empezó a moverse caminó al instituto.

Después de unos minutos llegamos, el auto nos esperaría hasta la salida por lo que Jennie se quedaría en el auto.

El instituto era más grande que el anterior y muy bonito, ver tantos estudiantes me ponía nerviosa.

—Vamos -me sonrió Tae, tomandome de la mano y entrando al instituto-

(...)

Las horas pasaron las clases terminaron, esperaba a Tae en la salida mientras Jennie se encontraba sentada en la banca.

—Es extraño -jugaba con su cabello-

—¿Mmm? -la mire-

—Nunca pensé que tu y Tae se casarian -me miró- un día estabas confundida con lo que sentías y al otro día ya era tu novio y ahora se casaran -sonreí a lo que decía- ¿Crees que le agrade a Tae? -preguntó de repente-

—Si me agradas -Jennie se asustó al ver a Tae llegar- eres muy traviesa pero debo aceptar que también me encariñe contigo -Jennie sonrió feliz levantándose- me di cuenta que te habías convertido en alguien muy importante para T/n -sonrió- por lo tanto le dolería saber que ya no estarías con nosotros.

Tae tenía razón Jennie era alguien muy importante para mí.

—Vámonos -Jennie nos tomó de las manos suebiendonos al auto-

El auto empezó a conducir llevándonos a un bosque.

—¿Por que nos lleva a un bosque? -le pregunté al conductor-

—Ordenes de la señorita Jennie -dijo aquel conductor sin parar de conducir adentrándose más al bosque-

—¿Señorita Jennie? -Tae miro a Jennie confundido-

—Jisoo te dejo a cargo? -Jennie asintió- ¿Por qué nos traes a un bosque?

—Mmm -se recostó sonriente- pensaba que querían pasar un tiempo a solas -la mire confundida- pero si no quieren podemos regresar a casa -Jennie sonrió de lado esperando nuestra respuesta-

—Esta bien iremos al bosque -Tae miro a Jennie y esta sonrió victoriosa-

El auto se detuvo, Tae y yo salimos del auto.

—¿Te quedarás ahí? -pregunté, Jennie asintió-

—Los esperaré aquí -sonrió cerrando la puerta del auto-

Tae y yo empezamos a caminar hacia adelante entrando al bosque.

(...)

Caminaba por el bosque con Tae, la verdad que era muy lindo el bosque.

Mire al cielo estaba despejado podía apreciar los colores de la noche, muy pronto estaría todo oscuro, podía sentir el viento soplar y escuchar como las hojas se movían de los altos árboles todo era relajante y silencioso.

Tae también apreciaba lo hermoso que era este bosque.

—Por que aceptaste venir a este bosque  -lo mire curiosa-

—Quería hablar contigo... -volteó a mirarme-

—Sobre qué -me detuve-

—¿De verdad quieres casarte conmigo? -pregunto repentinamente-

—¿Por que preguntas eso de repente? -me acerqué a el-

—No se si seré un buen esposo para ti - bajo la mirada-

Tome con delicadeza las mejillas de Tae haciendo que nuestras miradas se conectarán.

—Claro que serás un buen esposo -le sonreí- ¿acaso ya no me amás?

—No digo eso -negó temo que algo malo te pase por yo ser un Ángel  -su mirada mostraba tristeza-

—Recuerdas cuando nos conocimos -acaricie su cabello con ternura- dijiste que tu misión es protegerme -le volví a sonreír- yo estaré bien -miré a un lado y luego volví a mirarlo- estaremos bien -le sonreí para luego besarlo-

Sabía lo que Tae sentía también lo sentía, saber que podríamos fallarle al otro era un sentimiento que no te dejaba tranquilo. Tae sentía miedo y preocupación por saber que nuestro futuro juntos no sería como pensábamos pero solo eran pensamientos negativos que lo provocaba los nervios antes de la boda, aunque no estemos preparados para ser esposos había que intentarlo.

—Te amo T/n, Perdóname por haber dudado -se disculpó abrazandome-

—Yo también Te amo -correspondí al abrazo ocultando mi cabeza en su pecho-

Tae bajaba lentamente sus manos hasta mis manos, se separó de mi entrelazando nuestras manos.

—Hagamos una promesa -me sonrió-

Le sonreí estando de acuerdo.

—Yo te prometo amarte por siempre -escuchar aquellas palabras me hacían tan feliz-

—Yo también te prometo amarte por siempre -un poco sonrojada sonreí-

—No te creeré -bajo la mirada riendo- hasta que lo selles con un beso...

Nuestras manos seguían entrelazadas, estaba un poco nerviosa y sentía mis mejillas arder sin duda Tae era muy bueno poniéndome nerviosa y tímida.

Me acerqué a sus labios me puse de puntillas para alcanzarlo y así sellar nuestra promesa con un beso, sentir sus labios una vez más era adictivo, sin duda amaba a este Ángel.

Soltó mis manos para colocarlas en mis mejillas profundizando más el beso y volver lo más intenso, ambos no estábamos dispuestos a romper esta promesa y así sería.

La promesa