»Rosas« •Hanahaki Disease• [Rusame]

🌹;04

"Y verte me lastima"

[🌹]

Ver al Ruso justo frente suyo no se lo esperaba, verlo en aquella puerta, en la entrada de su casa, con un ramo pequeño de rosas, esa sonrisa resplandeciente, esos ojos tan brillantes, esos labios tan...

-USA? estas bien?-

Derrepente se salió de sus pensamientos al sentir otra vez la voz del ruso hablándole, volteo a ver esta vez mas consciente al menor delante suya, duro unos segundos parado hasta que reaccionó y sonrojado le cerro la puerta en la cara al ruso, mientras se deslizaba por la esta misma para quedar sentado en el piso, solo pensaba en si lo que había visto era de verdad o solo era una cosa de su imaginación.

"Ojalá fuese tu imaginación,
para que sufras menos por tu dolor"

No podía ser real, Rusia no debería estar allí, no mientras él este en ese estado, su corazón latía velozmente y su cara ardía, sin embargo fue solo momento de segundos para que su garganta doliera y se irritara otra vez.

-USA? What's going on? que fue ese ruido?-

Canadá se acerco extrañado a la entrada de la casa, encontrándose al capitalista en el suelo murmurando cosas para si mismo, le preocupó un poco encontrarlo así.

-Honey, what happened? por que estas aquí tirado?-

-Shhh he's out! esta detrás de esta puerta-

-¡¿Que?! ¿enserio?-

Canadá se iba a acercar a la puerta pero el tricolor estrellado lo jalo del brazo, apunto de regañarlo pues seguro haría algo imprudente de su parte.

-What are you doing? ¡No puedes abrirle!-

-Why not?-

-p-por que... ¡Por que no y punto!-

-Awww...are you nervious?-

Canadá sonrió burlón mientras observaba como la cara de su hermano se hacia cada vez mas roja por la vergüenza, le agarró las mejillas mientras le decía palabras de "no deberías sentir pena", "es bonito estar enamorado" y blablabla , USA solo quería morir y gritar de la vergüenza.

De repente aquel cálido momento de hermanos se interrumpió por la entrada de alguien a sus espaldas.

"pero lamentablemente todo esta en tu contra.
oh pobre y delicada rosa."

-Ahí están... pensé que no me abrirían nunca, pase por la puerta trasera, estaba abierta así que aproveche jaja-

-Oh, Bonjour Russia!-

El canadiense saludo de manera agradable al ruso mientras el pobre estadounidense solo quería huir de aquella situación, no quería ver a Rusia en su estado actual, mucho menos en esas pintas de loco que llevaba encima, más que todo por la ropa tan desarreglada que tenía.

Sin embargo su plan de huída fue cancelado, pues Canadá ya lo tenía agarrado, o mejor dicho aprisionado, del cuello en una manera sútil para que el tricolor de franjas no se escapará y almenos tuviera la cortesía de saludar al Ruso/su amor platónico.