• Capítulo 3."Golpes"

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Narra Jungkook :
Después de dejar a Hanna en su casa, volvía a la mía. Cuando en una esquina lo vi, era ese idiota de Francesco, estaba riendo con varios amigos. Estacioné mi auto enfrente y crucé la calle, entré a la tienda e hice como que buscaba una revista, en realidad quería escuchar de que se reían.

—Cuéntalo de nuevo, es demasiado gracioso. Deberías titularlo como : »La virgen miedosa«—propuso uno de los idiotas que lo acompañaba.

—Lo voy a contar, pero es la última vez. Si seguimos va a perder la gracia.—expuso, Francesco en tono divertido. Y comenzó a contar lo que le había intentado hacer a Hanna esa tarde. Escuchar el relato de su propia boca, me hizo hervir la sangre. Lo contaba como si fuera un acto de lo más heroico.

—A este paso dudo que te la puedas follar.—espetó uno de sus amigos riéndose.

—¿Tú dudas de mí? Amigo...¿acaso no me conoces? Soy Francesco Velazco, mañana voy a seguir actuando arrepentido, después le voy a decir que deberíamos tener una cena de reconciliación, y sin que ella se de cuenta, la llevaré a un motel, con sus ojitos vendados desde su casa hasta adentro del motel. Una vez ahí, le doy alcohol hasta que esté completamente ebria y luego la hago mía, fin.

—¿¡A quién vas a hacer tuya, bastardo de mierda!?—le grité furioso.

—¿Quién se cree este idiota?—inquirió riendo Francesco.

—¡Te voy a hacer tragar todas tus putas palabras!—clamé, y lo comencé a golpear por todas partes. Una vez cayó al suelo me agaché para estar a su nivel—¡No te vuelvas a acercar a Hanna, a menos que quieres ser golpeado otra vez!—lo tomé del cabello, su boca sangraba—¿Me entendiste, bastardo?

—S-si.—Susurró, y lo solté. Le di una última patada en sus costillas y me fui.
...

Narra Hanna:
Estaba intentando dormir, pero me era imposible. Cerraba los ojos y recordaba a Francesco encima de mí, era horrible.
Aunque no pasó nada, estoy segura de que él, realmente hubiera seguido adelante con su cometido, si yo no hubiese podido escapar de él y es justo eso lo que no me deja dormir, el simple hecho de saber que no puedo confiar en él.
...
Desperté sin ganas de ir al colegio, realmente no quería ver a Francesco, pero no podía ser una cobarde y esconderme para siempre, yo no hice nada malo. En todo caso, él debería sentir vergüenza y esconderse de mí.

Bajé del auto y tomé una gran bocanada de aire, mis manos estaban aferradas a las tiras de la mochila. Comencé a caminar lento...

—¡Buenos días!—saludó animado. Esa voz me resultó familiar, pero no la lograba reconocer, me giré para poder verlo, encontrándome con un sonriente Jimin.

—¡Oh..Buenos días. ¿De dónde sacas
tanta energía, tan temprano?—
investigué sonriente.

—Es una cuestión de actitud, hay cosas peores que esto, ese es mi consuelo.—explicó orgulloso.

—¿Vas al salón?—le pregunté por preguntar.

—Sí, subamos juntos. Dame tu mochila, se ve muy pesada.

—No hace fal...—no pude terminar de hablar, Jimin caminó detrás de mí y me quitó la mochila de los hombros.

—¡Listo, vamos Hanna!

Llegamos al salón, Jungkook aún no había llegado. Dejé mi mochila sobre la silla y volví a salir.

Era extraño, pero quería que Jungkook apareciera, tenía la necesidad de verlo y no entendía la razón.

—¿En qué piensas?—encuestó Jimin, él estaba a mi lado.

—En todo y en nada.—dije sin más.

ENEMIGO SENSU4L 💋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora