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Algunas semanas habían pasado. Peter conseguía más y más dinero para pagar las cuentas de la casa, de vez en cuando lograba alcanzar algo para si mismo. Que lo usaba para comprar regalitos o pagar la comida con Wade.

Ambos seguían yendo a su lugar secreto. Si antes no se separaban, ahora menos. Cada día que pasaba Peter sentia que poco a poco Wade le devolvía la felicidad que sus padres le habían arrebatado. El tío Ben estaba de lo mejor al ver a su sobrino tan feliz, y ni se diga de May.

  --¿Vas a comer hoy en mi casa? Es a las ocho.

  --Claro, hoy cumplimos tres semanas. No lo olvido.-Sonrio abrazando su espalda. Ambos estaban sentados en la acera. --Te compre algo.

Peter lo ve. --Yo también. Será una sorpresa.

  --No puedo esperar.

*

  --Que elegancia la de Francia.-Dijo Wade al verlo. Peter rio dejandolo pasar. --¿Y mi beso?

El castaño cubrió su rostro avergonzado. Le dio un profundo y corto beso. Llevaba puesto un suéter azul tejido con unos jeans. No muy diferente a Wade.

  --Aqui está tu regalo.-Coloco su mano al frente mostrando una caja de chocolates. Trufas con almendra, como te gustan.

  --Gracias, amor.-Sonrio. Wade lo vio enternecido. --¿Que pasa?

  --Es la primera vez que me llamas así.

  --Oww, gracias, amor amor amor.-Dijo dándole cortos y varios besos en su rostro. --Seran para el postre. Yo también te compre unos.-Fue a la mesa y mostró igual una caja de chocolates. Wade vio mejor y lo vio sorprendido.

  --¡Y son de frutas! Me conoces tan bien.-Tomo su rostro y dio otro beso. --Oh. Se me olvidaba.-Metio sus mano en su bolsillo. Saco dos pulseras. --Estas... las hice yo mismo.

Peter miró que era color negro, trazada y con cuatro cuencas que formaban el nombre de Wade. La otra decía Peter.

  --Esta es para ti.-Se la coloco. --Y esta es para mi.-Se la puso. --Quiero que sientas que estoy contigo cuando no sea así.

  --¿"No sea asi"? ¿Que quieres decir?.-Dice preocupado.

Wade se tornó serio. --Me llevo mi beca. Me aceptaron en la universidad.

  --¿De... de verdad?.-Dice triste. --¿Te iras?

  --Me iré empezando Enero.

Peter calló analizando la información. Bajo la mirada sintiéndose triste y decaído. Wade le dio unos segundos para entenderlo.

  --Wade.-Lo miró. --Quiero que sigas tu sueño. No importa quien esté de por medio.-Dice acariciando su mejilla.

  --Umm... había algo que quería pedirte.-Tomo sus manos acercandolas a su pecho. --Quiero que... me acompañes.

  --¿Como?...

  --Rentare un departamento cerca de ahí. Te quiero conmigo.

  --¿Pero y mis tíos? No puedo dejarlos. Ellos son todo para mí.-Dice angustiado.

  --Se iran con nosotros. Con mis estudios podremos vivir mejor todos juntos.-Dijo esperanzado.

Peter lo ve indeciso. --Wade, no lo sé...

La mirada intrigada de Wade le hizo bajar los ojos.  Un minuto después respiro hondo y lo miro.

  --Yo... acepto irme contigo.-Sonrio.

Wade lo ve sorprendido y lo abraza fuertemente. --¡Gracias, Peter!.-Toma su rostro y lo besa.

  --Aun debo hablarlo con mis tíos. Yo los convenceré.-Hablo entre besos. Sonrio alegre y lo volvió a abrazar.

  --Te quiero tanto, Pet.-Wade sonrio.

  --Yo también te quiero. Te quiero demasiado, Wade.-Dijo con dulzura.

Al día siguiente hablaría con sus tíos. Esperaba que todo surgiera bien. Se sientan a cenar y a celebrar hasta que ambos deben irse a recostar.

Peter está recogiendo todo, cuando escucha a su tío salir de su habitación.

  --¿Quieres que te ayude a limpiar, hijo?.
 
  --No, tío. Gracias. ¿Mi tía se durmió?

Ben asiente. --Si. Estaba cansada.-Suspiro.

El teléfono suena y Ben lo contesta. Ambos confundidos de que llamen tan tarde.

--Hola... Hola, John, como estas?.-Hablo con voz animada. --Yo muy bien, gracias. ¿Como están Richard y Mary? Dile a mi hermano que aún sigo esperando su visita.

Peter se detuvo al escuchar eso.

  --¿Mary? ¿Mary... enferma? ¿De qué?

Peter escucho atento la conversación, dando unos pasos adelante.

  --No, él no me dijo nada.-Dijo con seriedad. --¿Pero como esta?... ¿Muerta?...

Al joven se le detuvo el corazón ante la palabra. ¿Su madre... había muerto?

  --¿Y...-Empezo a sonar nervioso. --...Richard?

Hubo unos segundos de silencio.

  --No me digas eso, John.-Dijo sorprendido y alarmado. --John, dime que no es cierto.

Peter se asustó y decidió acercársele, Ben lo miró con ojos llorosos escuchando la llamada.

  --Es una broma. De muy mal gusto.-Dijo entre cortado. Las manos de su tío empezaron a temblar y su rostro se volvió pálido.

  --¿Tío? ¿Que sucede? ¿Que tienes?.-Vio que su tío empezaba a desvanecerse así que lo sostuvo. Tomo el teléfono y lo coloco en su oreja. --¿Hola? ¿Quien habla?

  --¡Peter! ¡Soy John!
 
  --¿Que paso? ¡Que le dijiste!

  --Lo lamento, Peter. Tu madre falleció, tu padre la encontró y... termino suicidándose.

Peter dejó caer el teléfono, al igual que su tío empezó a sentir sus piernas muy débiles pero un pensamiento rápido le hizo sostenerse ya que tenia a Ben en sus brazos.

Escuchaba los jadeos rápidos y difíciles de Ben.  --No puedo respirar...-Hablo con dificultad.

Peter le ayudo a levantarse y lo sento en el sofá. --¡Tía May!

Tomo la mano de Ben. --Tio, mírame... Vas a estar bien.

Capto la mirada de su tío, llena de miedo. Sus ojos se volvieron negros, dilatados y su cuerpo cayó al respaldo del sofá.

  --¡Tío, por favor! ¡No me dejes!.-Sollozo. --Mirame, mírame...-Tomo su rostro pero estaba vacía.

Cubrio su boca con sorpresa, no podía creerse que aquello estuviera pasando. No podía ser verdad.

Ben acaba de morir frente a sus ojos.

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