HECHIZOS DE LUNA

COLAPSO TOTAL

Ha pasado exactamente un año desde aquel fatídico día, donde perdió a su padre al ser asesinado por Nagini y su madre prisionera de lord Voldemort y por supuesto él se convirtió en sólo una marioneta

- Por favor no lo haga – suplico lleno de lágrimas aquella muggle, mientras cubría con su cuerpo a su pequeño hijo en un vano intento de protegerlo

En otro tiempo hubiera pensado que no era nada más y nada menos que una sucia muggle, pero ahora allí sólo veía una madre protegiendo a su hijo

- Avada Kedavra – siseo despacio con frialdad

- Ese es mi sobrino – celebró Bella, quién era su acompañante y su carcelera, Lentrange nunca lo dejaba solo

Draco sólo cerró los ojos por unos segundos con resignación; odiaba esto, lo odiaba con todo su ser, pero aún hay cicatrices en su cuerpo y en el cuerpo de su madre qué le recuerda qué debe obedecer cada una de las órdenes qué se le dan sin rechistar

- Mamá – lloraba el niño suplicando con desesperación, moviendo bruscamente el cuerpo inerte

Draco lo miro por un segundo y acabó con su miserable sufrir, es todo lo que podía hacer por él; al menos no sería ningún juguete de su querida tía quién adoraba torturar niños pequeños como ese

- ¿Cómo? – se sorprendió – pero qué malo – sonrió en protesta la dama, mira encantado al rubio, es un deleite acompañarlo en sus misiones ya que para nada son aburrida – Quería conservarlo, se veía tan tierno – comenta pateando sin consideración El pequeño cadáver

Draco la ignoro y alzo la vista hacia el cielo; se pregunto si este era su miserable destino, sonrió con burla ante tan ridículo pensamiento, no tenía ninguna importancia si era este u otro, lo único que tenía era esta opción; si, quería mantener a su madre con vida

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Llegó a su hogar o a lo que un día fue su hogar, Malfoy Manor, aquel lugar donde creció, el lugar donde disfruto su infancia junto a sus queridos padres e incluso el abuelo

Al llegar al salón principal no pude evitar que el pánico invadiera todo su cuerpo, esto no podía estar pasando. Había luchado todo este tiempo para evitar esto

- Mi lord – corrió al lado de su madre que ahora mismo estaba en el piso tirada a los pies de Voldemort, ¿Qué ocurrió en su pequeña ausencia?

- Ella me desafío – respondió Voldemort apuntando con la varita, esa despreciable mujer se había atrevido a decir que no tenían ningún poder sobre Draco, que nunca podría tener a su hijo

Sus ojos eran escarlatas, por la furia que sentía en ese instante

- Mi señor – se arrodillo el pequeño rubio, estaba aterrado ante las represalias – sabíamos que esto podría pasar algo así – logro formular con voz estable – usted prometió dejarla vivir sin ningún castigo – siguió despacio sin atreverse a mirar al frente, al monstruo delante de el

- Fue asi – afirmo Voldemort sin inmutarse, ese niño – sin embargo, no dejaré que nada, ni nadie ose contradecirme – dicto con furia contenida – no importa el trato que hayamos hecho tú y yo, joven Malfoy – agregó con cierta cordialidad; ese niño a la hora de hacer los trabajos era bueno

por su madre capaz de hacer cualquier cosa, pero, aun así, no podía dejar que nadie le faltará el respeto de ese modo en que lo había hecho la bruja, ¿acaso Narcissa perdió la razón?