AWAE ~ One Shot ~ Shirbert

La puerta de al lado V

Todos pensando que la historia ya había acabado... JA NO

Aquí teneis como lo vivió todo Anne, espero que os guste!🥰

Besitooos, Lu🌻

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Anne:

Después de lanzar los farolillos, lo cual fue lo más hermoso que he hecho en toda mi vida, Gilbert me dijo que esperase un momento y le vi correr hacia el coche, fuera de la playa.

Me quedé sentada en la arena mirando el mar y los farolillos, que ahora parecían estrellas a la lejanía.

- ¿Está usted aquí sola? - la voz de un hombre me sorprendió, me di la vuelta para ver quien era y le sonreí.

- No, ¿necesita algo? - pregunto amablemente.

Veo como el hombre se acerca a mi.

- Yo no veo a nadie por aquí - me dijo y me sonrió, pero no fue una sonrisa amable.

- ¿Qué le importa? - digo ya algo molesta - ¿Necesita algo o no?

- Si, tú me servirás - le mire confusa y entonces noto como me agarra la muñeca y tira de mi.

- ¡Sueltame! - le grito, pero el vuelve a tirar.

Me pongo de pie para tener más fuerza e intento zafarme de él.

- Vamos, se que tú también quieres - me dijo él.

- No, sueltame le dije - vuelvo a gritar.

- No monte un escándalo, nadie la escuchará, ya no hay nadie más en la playa, estamos tú y yo y se que quieres lo mismo que yo - me dijo y me intento acercar a él, pero yo me aleje, todavía intentando soltarme.

- ¡Le dije que me suelte! - grite de nuevo, estaba empezando a entrar en pánico, ¿y si nadie aparecía? ¿Y si no conseguía soltarme?

Pero entonces, como si fuese mi ángel guardián, Gilbert apareció empujando al hombre, haciendo que me soltase la muñeca.

Instintivamente di unos pasos para atrás y agarre mi muñeca que hacía instantes estaba siendo tocada por ese hombre.

- Le dijo que la soltase, ¿es que no entendió? - grito Gilbert cabreado.

Después de eso dejé de escuchar, solo podía escuchar a mi corazón latir demasiado rápido por los nervios y la impotencia.

Me sentía débil, por un momento pensé que me desmayaria, pero no lo hice. Conseguí controlarme y volví a la realidad.

Volví a ver a Gilbert y noté como apretaba sus puños, odiaba a ese hombre con toda mi alma, pero no quería que el se metiese en problemas.

Corrí hasta él y le agarre la mano.

- Gilbert - le pedí, me miró y noté como se tranquilizaba un poco -, da igual, ya da igual - suplico, no quiero que se meta en problemas por mi.

- Eso, haz caso a la mujercita - dijo él hombre, la rabia corrió por mis venas, le hubiese contestado, pero estaba más pendiente en que Gilbert no se metiese en una pelea.

Vi como el hombre se daba media vuelta y se iba y agradecí que así fuese. Ojalá no le volviese a ver en mi vida.

Gilbert me miró y noté como relajaba su rostro y el puño.

- Lo siento, no debí dejarte sola, solo quería darte una sorpresa... Lo siento - me pidió disculpas, yo lo mire extrañada, no comprendía, él no tenía culpa de nada.