La sorpresa en el rostro de los magos llegó a complacer a la vampiresa, creían que la mansión era simple sin mucha diferencia de una casa normal, se asustaron cuando las antorchas fueron reemplazadas por faroles eléctricas, varias lámparas arañas iluminaban el salón principal. Hermione dio aplausos fuertes para que su mansión tomara su verdadera forma en el interior, lo que terminó por mover cada estancia a su posición original.
— ¿Qué demonios acaba de pasar! — Exclamó Draco al caer de rodillas debido al movimiento.
la entrada principal conducía a unas escaleras viejas rodadas de armaduras y esta conducía a unas puertas dobles de roble, el salón principal se encontraba en la segunda planta y ahora contaba con una chimenea y balcones en cada una de las paredes, el piso era de mármol blanco, los inmensos ventanales estaban cubiertas por cortinas negras y blancas.
— Es la verdadera forma de mi hogar. — Hermione dio una vuelta lo que hizo aparecer sobre si una capa negra y un antifaz dorado sobre sus ojos. — Mi mansión cumple las expectativas de los invasores, Draco creyó que mi habitación se encontraba en el primer piso y ahí me encontró, pero en verdad se encuentra en el último piso. Mi casa es un laberinto para quien ingresa temeroso y por ello nunca logrará salir a menos que yo se lo permita.
Theodore asintió — Es una verdadera casa hechizada.
— De la que ahora eres copropietario al igual que mi Crookshanks. — Hermione le dio la cara y no se sorprendió al ver al minino en los brazos del mago, mientras Draco frunció el ceño — Si me llegara a suceder algo, solo ustedes podrían hacerse cargo de mi hogar.
— ¿Cómo si algo te fuera a suceder? Ni siquiera una estaca podría lastimarte, te arrancaste el corazón y sigues respirando. — Draco refutó, ella hablaba como si estuviera resignada a morir muy pronto.
— Da igual, solo hay dos copropietarios de mis pertenencias — Ella les dio una sonrisa lo que evidenció sus colmillos que terminaron por cortar sus labios, la sangre fluyó y ella se relamió para limpiarlo.
— ¿y qué hay de mí? Yo debería ser el dueño absoluto de todo esto. — Una voz masculina se escuchó desde la cercanía a la chimenea. — Después de todo me mordiste y ahora soy como tú. — El vampiro tenía cierta apariencia aristocrática, caminaba de la misma manera hasta estar frente a los magos. — Soy Tom Riddle.
— Más conocido como el embaucador, no de den la mano o serán su comida. — Hermione se colocó delante de sus amigos. — Mucho antes de que Nott pudiese verme hubo otro mago que deseaba la inmortalidad y de alguna manera logró engañarme para que lo mordiera.
— No te engañé, solo actuaste a causa de tu hambre. — Tom usó un tono de voz ronca, cargada de deseo, desabrochó el cuello de su camisa para mostrar la cicatriz de los colmillos. — No me arrepiento de haberme cortado las muñecas para provocarte, ahora que soy inmortal estoy listo para casarme contigo.
— No digas estupideces, creí que había bebido hasta la última gota de tu sangre, de haber sabido que te quedaba más te hubiera matado para evitar tu acoso. — Hermione empujó al vampiro.
— Tienes unas preciosas piernas, lo que daría porque me rodearas con ellas. — Tom era un ser cargado de deseo sexual hacia la vampiresa. — Muero por otro beso tuyo... Estoy enamorado de ti.
Hermione hizo aparecer en sus manos una estaca de plata. — ¡No pararé hasta verte muerto!
El vampiro desapareció en un espiral, a diferencia de ella, él era susceptible a todo lo que parecía en la literatura muggle: ajo, estacas, cruces y la luz del sol.
— Ya veo, a él lo mordiste y cuando se trata de mí... te niegas. — Draco estaba sentado en un sofá escarlata, con una actitud ofendida. — Creí que un nunca había mordido a un humano.
— Soy inofensiva con los humanos, pero si se me ofrece no la voy a rechazar. — Hermione sintió una punzada de dolor por la manera en la que él estaba hablando, ¡maldito anillo! Empezaba a preocuparse por lo que él pensara de ella. — Tom me hizo creer que se estaba suicidando y no pude contenerme al ver su sangre...
— ¿Entonces debo hacer lo que él? — Draco se cruzó de brazos, notó que Theodore iba alejándose lentamente para dejarlos discutir cómodamente. — Tengo que intentar...
La vampiresa se acercó a él y se sentó sobre sus piernas. — ¿Estás celoso por qué puse mis dientes en el cuello de otro? — Le dio un beso en la mejilla, sentía la necesidad de evitar una pelea luego de haber salido de otra, empezaba a dudar si era debido al anillo o si ella en verdad deseaba tocarlo. — No puedo morderte porque me colocaste esto. — Alzó su mano izquierda para mostrarle el aro. — Te amo y solo quiero tu bien.
Draco tomó la mano de la vampiresa con su mano derecha diestra, empezó a retirar el anillo. — Entonces... te lo quitaré.
Ella alejó su mano antes de que lograra su cometido. — Me gusta como está, quiero tenerlo en mi mano y amarte así. Amarte todo lo que pueda hasta el final del mes.
— ¿Final del mes? — él desistió de quitarle el anillo.
— Cuando acabe el mes volveré a ser como el viento y no me verás más. — Le acarició las mejillas. — Nunca me has visto y volveré a desaparecer de tu vista.
— Si eso pasa, no te extrañaré. — Añadió con seguridad.
— Yo tampoco — Su voz no mostró emoción al igual que su rostro — Me aseguraré de que me quites el anillo en Halloween, así no te amaré más.
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Valle Normal ©
Fanfiction"Tres millones galeones si logras pasar un mes entero en la mansión embrujada de Valle Normal" Draco Malfoy acepta la apuesta y marcha decidido a demostrar que no es ningún miedoso. Hermione Granger es un "fantasma" maldito que habita en la mansión...