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Se sentía como la primera vez que llego a Canadá, sus piernas y manos temblorosas, sintiendo que si daba un paso rápido caería de lleno contra suelo.

Sostenía con fuerza la agarradera de su maleta, incapaz de caminar a la salida, ¿Había tomado una buena decisión?

—¡Baekhyun! —gritaron a lo lejos, se quedo helado por un momento, hasta que vio caminar hacia él a Kyungsoo y Luhan.

—Sabía que no ibas a fallarme —dijo dandole un abrazo.

—Espero no arrepentirme —susurro.

El de ojos saltones lo miro con una gran sonrisa, estaba feliz de volver a ver a su mejor amigo, después de aquella noche ni siquiera le permitieron saber lo que había sucedido hasta dos años después, el mismo padre de Baekhyun le conto lo sucedido, sin darle información que lo llevara a encontrarlo, pero para Kyungsoo jamás fue un impedimento, la contestación de un simple correo electrónico lo llevo hasta Canadá, ahí estaba su amigo.

—No te preocupes, tu padre dio la orden que siempre hubiera alguien cerca de ti —dijo sonriendo, no le gustaba demostrar afecto, pero Baek sabía lo mucho que lo extrañaba y lo feliz que estaba ahora por tenerlo de nuevo en Corea.

Se pusieron en marcha a la mansión de los Byun, el trayecto era callado de su parte, sin embargo en la radio sonaba la música del momento.

—Mañana saldremos con mi novio y sus amigos, nos invitaron a celebrar tu regreso —comento Luhan. Asintió temeroso, se giró y observo por la ventana hasta que Kyungsoo rompió el silencio.

—¿Fue por los negocios de tu padre? —pregunto con la seriedad marcada en su rostro —. La amenaza, me refiero —concluyó ante la mirada desconcertada de ambos hermanos.

—No, Kyung, vi como asesinaban a un hombre, no tiene nada que ver con mi padre —susurro sin despegar la mirada de lo que pasaba frente a la ventana del auto.

Aquella respuesta había dejado helado a Kyungsoo, aquel chico que escapo, al que buscó durante mucho tiempo, con el que se dio por vencido de buscar porque se lo había tragado la tierra, resulto ser Baekhyun, al que si encontró pero calló para protegerlo.

Oh Baekhyun, si supieras que tiene todo que ver con tu padre.

No volvieron a hablar, hasta llegar a la mansión de los Byun que ahora se encontraba rodeada de hombres armados, porque si aún no comprendían la situación, el señor Byun pertenecía a la mafia.

—¡Mamá!— grito al entrar a la casa, no tardo en aparecer por las escaleras, sus ojos se llenaron de lágrimas, ambos corrieron a encontrarse y fundirse en un fuerte abrazo.

Su tarde estuvo llena de historias sobre su nueva vida, omitiendo lo mal que la pasaba de vez en cuando.
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—¿Deberíamos ir a comprar algo de ropa mañana temprano? —pregunto Luhan viendo el closet de su hermano.

—Preferiría quedarme aquí —respondió nervioso.

—Oh vamos, no puedes estar encerrado todo el tiempo, volviste a Corea, tienes que seguir viviendo, a eso volviste —se quejo.

—No sé si hice lo correcto, ¿Qué tal si me encuentran?  —comenzó a ponerse nervioso.

—Dejá de pensar en eso, papá está cuidándote, si algún extraño se acerca a ti va a haber alguien para protegerte, papá también piensa que sería bueno entrenarte, para que tu solo te defiendas por si acaso.

—Sabes que no quiero estar relacionado con eso.

—Papá confía en que tomarás su lugar y yo estaré a tu lado —aseguró.

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