Brillante Luna Llena

IV PARTE

IV PARTE

—Pero, ¿qué fue lo que vieron? —le pregunta Kakashi totalmente intrigado.

A ella se le pierde la mirada, recordando para dar una repuesta. Esa noche fue bastante confusa y en cierto modo no puede ni quiere hablar con libertad de ella, de lo que le sucedió a ambos; inclusive aunque sea Kakashi quien la escuche. Pero hay cosas que si puede contarle sin sentirse expuesta.

—El pasado... y el futuro —musita con cierta vacilación—. Ambos dos.

Se queda de nuevo pensativa. Kakashi le mira inquisitivamente, luego pregunta—: ¿Entonces...? ¿Lo recuerdas con claridad?

Sakura niega con la cabeza —Puedo responder eso con certeza, pero... no puedo recordar nada de lo que vi.

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Cuando vio esa luna pudo sentir cómo sus fuerzas desfallecían, así como desde hacía días lo hacían sus ánimos y vio antes de caer los negros ojos de Sasuke que por primera vez le parecieron espeluznantes y exigentes. Demasiado exigentes. Entre sueños veía los sucesos más próximos de su vida, y en ellos, esa profunda tristeza y desesperación. Su madre con ella en la cocina de su casa, riendo y preparando la cena "Ay, Sakura, sí que eres inútil en la cocina" dijo entre risas al ver lo duro que había quedado el arroz, sólo que esas risas fueron para ella bastante crueles. Naruto se acercaba a ella mientras leía un libro "¿Qué estás haciendo, eh? ¡Sakura-chan!" ella volteaba a verlo "Estudiando sobre un raro jutsu antiguo" la cara de Naruto expresó una ligera confusión "¿Para qué lo estudias? A fin de cuentas, ¿no es inútil si no puedes realizarlo?" la amarga realidad detrás de aquel inocente comentario. Ella miraba con súplica a Kakashi "¡¿Puedo acompañar a Sasuke-kun, sensei?!" Kakashi la miró con desinterés "Sería algo inútil que fueras con él...". Sasuke agarrándola del cabello para susurrarle al oído "Eres tan inútil, Sakura. Tan estúpida, que ni siquiera luchas por soltarte" Y era verdad, cada palabra... Esa palabra que hacía estremecer su corazón...

Inútil.

Inútil.

Inútil.

Y entonces lo supo: algo que es inútil debe desaparecer. Algo inútil es un estorbo para los demás. Ella era un estorbo. Una maldita inútil sin talento natural. Nadie la entendía, a nadie le importaba su dolor... porque era un dolor inútil.

Sakura abrió los ojos y corrió para poder desgarrar su alma en la oscuridad de la noche, para poder llorar mientras la cortante brisa se llevaba sus lágrimas con ferocidad, para que su cuerpo no sintiera lo que su corazón sentía al quebrarse. Inútil. Sí que lo era. Y dolía. Dolía malditamente demasiado. Y entonces cuando se percató del acantilado que tenía delante encontró la respuesta: ella debía desaparecer. Escuchaba unos pasos detrás de ella pero eso no la iba a detener.

— ¡Sakura!

Esa voz... Sakura volteó hacia él, mirándole por encima del hombro, ¿qué más podía pedir? Su Sasuke iba a presenciar cómo dejaba por primera vez de ser una inútil egoísta. También lo hacía por ellos. Verlo a él antes de morir era lo mejor, demasiado bueno como si fuera un regalo. Le sonrió y eso fue un adiós.

Y se lanzó.

Sasuke sintió la adrenalina recorrerlo y en un veloz movimiento tomó a Sakura por el brazo halándola con fuerza hacia atrás para evitar que cayera por el acantilado. Por poco y se cayó.