V PARTE
Sí, esa noche pasaron tantas cosas... la chica recuerda que ambos, tanto Sasuke como ella, se juraron nunca volver a hablar del tema y las cosas que hicieron, las cosas que vieron. Recuerda que jamás en su vida había estado tan cerca del alma de Sasuke como lo estuvo esa noche, aunque él marcó una férrea distancia entre ellos luego de aquel acontecimiento. Se alejó tanto de ella que le dolió, y nunca más estuvo cerca de su alma. Mucho menos ahora que él está tan lejos de ella; lejos en quién sabe dónde, perdido en la oscuridad y el deseo de venganza. Sakura se observa la mano conforme las lágrimas se deslizan por sus mejillas. Kakashi la mira llorar, se levanta con pesadez de la camilla y se sitúa junto a ella en la ventana. Le coloca una mano en la cabeza en un gesto consolador.
—Por un segundo —dice ella con voz ronca y quebrada—, pude comprenderlo. Ver a través de mis ojos sus recuerdos, su futuro, sus deseos y su sufrimiento. Y él los míos —se sigue viendo la mano, luego cierra el puño—. Pero lo perdí todo... —«... Lo perdí a él»
Y entre sus lágrimas Sakura se pregunta si acaso él también lo recuerda con tanta intensidad como lo hace ella cada vez que ve una brillante luna iluminando el cielo.
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Todo se hizo negro a su alrededor y no pudieron escuchar nada por unos segundos. Paulatinamente, la oscuridad se empezó a disipar y el sonido se calmó quedando en un suave silencio.
Las cosas a sus alrededores cambiaron mostrando un lugar que a Sakura se le hacía vagamente familiar. Se levantaron confundidos, sacando sus armas para atacar, escudriñando con atención el sitio donde estaban:
Una luz invadía el mundo, todo era radiante. El pasto ahí era lo suficientemente alto como para llegar a las rodillas y se movía de forma acompasada, al compás del viento. Era un lugar silencioso.
¿Dónde estaban? Sasuke y Sakura no lo comprendían. En eso, comenzaron a escuchar un sutil sonido.
Un tenue hipeo se escuchaba en las cercanías. Un llanto infantil de un proceder desconocido. De repente, se escucharon unos pasos acercarse, una niña rubia de al menos ocho años corría con una cinta roja en la mano.
Se voltearon, la niña los ignoró por completo sin reparar en su presencia y pasó corriendo a un lado de ellos.
Esa niña era Ino.
Ambos se miraron extrañados. ¿Ino? ¿En algún jutsu de transformación que la hacía ver menor? En todo caso eso no era lo más extraño... ¿Qué hacía Ino allí? O ¿Qué hacían ellos ahí?
Ino se detuvo frente a un montoncito de espigas en el monte: de ese punto provenía el llanto que se escuchaba.
— ¡Sakura, ahí estas!
Sakura se impresionó al ser mencionada intempestivamente, sin embargo, la pequeña Ino no hablaba en su dirección, sino a la niña que prontamente salió del monte: era ella cuando también tenía ocho años.
— ¿Ino-chan? —respondió con una vocecita ronca.
— ¿Por qué lloras, tonta? —le preguntó con cierta condescendencia y se sentó a su lado entre el pasto— Vamos, Sakura, ya no llores más...
Ino la comenzó a reconfortar. Como un soplido de la brisa o alguna especie de eco se escucharon algunas voces burlándose de ella "Oye tú, la de la gran frente" y otras cosas similares. Sakura comenzó de nuevo a llorar e Ino le decía que no llorara, que no fuera tonta. La pequeña rubia, con un peine, quitó el flequillo que cubría la frente de Sakura y lo acomodó en una división equitativa por el centro.
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Brillante Luna Llena
Fanfic"Después nada se supo del enredo que se suscitó esa noche bajo la luna deslumbrante que iluminó sus gélidos cuerpos que quizás quisiesen un poco de los cálidos deseos del otro" Durante la convalecencia de Kakashi en el hospita...