The sound of love (2-D x Tn)

Prólogo

Hola a todxs los nuevos, los que agregaron la historia a sus bibliotecas en principio quiero agradecer mucho por el apoyo los comentarios, despues de muchisimo tiempo de abandonar mi cuenta, mi historia y seguir con mi vida, volvi a esta parte de mi adolecencia y decidi corregirla, algunos huecos de trama, tratare de no cambiar mucho, pero si corregire su ortografia y de mas. Sin más con mucho amor "The Sound of Love"

Llegué al trabajo y, como siempre, el jefe, indignado, dice que me va a bajar el sueldo.

Me encuentro con Sophie; hoy ha decidido comprar el periódico. Gracias a ello, tal vez podré ver qué hay de interesante hoy en el mundo.

—¡Madonna! Madonna sacó un nuevo álbum, mira esto —dice Sophie emocionada. Yo, muy poco interesada, volteo—. Ash, ¿cómo pueden seguir hablando de esta banda? Es tan repugnante, no sé cómo te puede gustar.
—¡Hey, yo no critico a Madonna!

Sophie rompe una parte de la revista en dos y me da la parte donde está la banda que tanto me gusta: Gorillaz.

—Sé que lo querías, aunque no digas nada. ¿Y yo para qué lo quiero? —Se abalanza sobre mí.
—Gracias —digo mientras tomo el recorte. Mi pared se verá muy bien con este encabezado:

"Gorillaz sigue rompiendo récords con su nuevo tema 'Clint Eastwood'".

Los medios dicen que ellos están cambiando el mundo de la música. ¡Qué mentira! Eso lo hicieron solo los Beatles. Aunque, cabe aclarar, tienen un vocalista muy lindo y su música podría escucharla durante horas... ¿a quién engaño? Amo a Gorillaz. Ellos lo tienen todo: comida a montón, fama, miles de fans que están locos por ellos, carros. Algún día, yo también anhelo tener eso...

—¡Servicio a la mesa 3, ya! —grita el jefe.

Pero, mientras tanto, seguiré trabajando en un café con un sueldo de mierda. Hoy trabajaré horas extras; si tengo algo de suerte, tal vez me dejen unas buenas propinas.

Narra 2D

Estoy en un carro con la banda, yendo a ensayar nuestra canción 19-2000. Ni siquiera sé por qué la ensayamos, si apenas salió nuestro primer álbum, Gorillaz, que fue todo un éxito.  Ni siquiera puedes justificar los conciertos porque Murdoc llega borracho a ellos. El mundo tiene los ojos puestos en nosotros, y no sé bien cómo llevarlo. Murdoc prometió invitarnos a cenar después de todo esto.

Narrador

Se acerca la hora de salida de Sophie; son las 11:00 p. m., y Tn no aguanta más el cuerpo. Quiere irse, pero sabe que necesita quedarse. Ya no hay nadie en el local, a excepción del chef, que está totalmente dormido, y Mark, otro compañero encargado de la limpieza. Ella solo se encuentra en Saturno. En un momento, llega Mark con una lista de cosas que han ordenado.

—Hey, gordo holgazán, hoy vienen clientes con hambre.
—¡No eres quie...!
—Son importantes.

Narra Tn

Bla, bla, bla, más clientes. Son las 11:00; ¿quién viene a un café a esta hora?

—¡Toma! —Mark me pone una lista en las manos, algo rara, con las bebidas de cada uno: niña, gigante, el cieguito, gruñón. Espero que, al menos, dejen buenas propinas.

Miro hacia la mesa 8. Vaya sorpresa me llevé al descubrir que eran Gorillaz. Es realmente tonto, ahora sí me pasé con las tazas de café. Empiezo a servir por nombres. Mis piernas tiemblan mientras Murdoc, el jefe de la banda, regaña a los demás.

—Buenas noches, soy Tn. Les serviré esta noche; cualquier cosa que se les ofrezca, solo toquen la campanita —digo, respirando profundamente para no morir ahí.

Llego al turno de servirle a 2D. Ahora no solo me tiemblan las piernas; también la boca y las manos. Es tan fuerte que derramo un poco de batido en la camisa del peli azul. He estado bajo situaciones de estrés, pero nunca me había pasado algo así. Me quedo paralizada y salgo corriendo.

—E-ee-espera... —escucho apenas mientras salgo.

Un trapo, un maldito trapo. Tomo el abrigo que traía, lo rompo y vuelvo corriendo.

—Toma, lo sien-to. Yo... yo no lo quería hacer. Ten, ahí están los ba-baños —le entrego el trapo mientras veo que Murdoc ríe sin parar—. Yo te pago la camisa...

—Hey, no, no te preocupes, fue un accidente —dice 2D mientras se levanta—. No te preocupes, tengo muchas más.

Su dulce voz... soy tan insignificante para él. Me toca el hombro.

—Ya pasó.

—Entonces, la casa invita... —genial, por mis tonterías termino siendo un fracaso y termino debiendo lo que ellos consuman.