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Alerta de Smut/el rico, rico/el delicioso/el 👉👈/... +18.

Narra - - ⭐- -

El pelinegro paseo sus manos por el torso del contrario de arriba hacía abajo, cuando se acercaba a su cintura este simplemente alzo la camiseta y se la quitó dejado desnudo el abdomen de su amado.

-J-jean... -La voz temblorosa y avergonzada del pelicastaño hizo que el nombrado fijara su mirada en la de él.

-Ssshhh -El chico tomo el control de la televisión para apagar esta y tirar el mando por alguna zona de la cama. No seas... Tímido, sé que lo quieres. -Se acerco al oído del contrario susurrando en este. Sabes que lo quiero~...

El pelicastaño se estremeció por completo y mientras sentían como las manos del contrario lo recorrían con intenciones de llegar a su pantalón, se dispuso a abrir los ojos, la vista era Jean mirándolo con una sonrisa de satisfacción, y algo engreída.
Abrazo el cuello del contrario para acercarlo a él y juntar sus labios en un beso que poco a poco se fue volviendo más húmedo y lujurioso, Jean comenzó a masajear el miembro del contrario haciendo que muchos de los pequeños gemidos ahogados se sumaran a su beso.

-M-mmhp~ Mm~

Cuando se separaron, envés de mejor las cosas sólo las empeoraron, Jean tenía la vista perfecta del pelinegro agitado justo debajo de él... Y era espectacular.

-Joder...~ -Trago en seco y desabrocho el pantalón del contrario sacando su miembro, podía sostener este y luego alejar sus dedos mientras observaba como el liquido pre-seminal de su lindo angel hacia que quedaran hilos.

-¡Ah!~... -Libardo se trataba de tapar la cara pero al observar al contrario con esa sonrisa media burlona de siempre se decidió y soltó un pequeño suspiro comenzando quitarse lo que le quedaba de ropa.

-¿Uh? -Jean lo miraba atento hasta que el contrario se termino de sacar la ropa y se abrió para él.

El pelinegro sonrío de manera pervertida y metió dos de sus dedos en la boca del contrario, este los chupo por completos, sabía para que eran. Al estar estos preparados, Jean los bajo a la entrada del chico y procedió a meterlos en su interior lentamente.

-¡U-ugh... -Libardo soltó un quejido y puso sus manos sobre las sábanas para apretar estas mientras alzaba su cadera sin apartar la mirada de el contrario.

Jean se acerco a él y lo volvió a besar mientras metía más profundamente sus dedos, de a poco los iba moviendo lentamente y aún así sentía como el de por si estrecho interior del contrario se apretaba aún más.

-¿Por qué no te relajas? O quieres un poco de lubricante? -Dijo casi susurrando, el pelicastaño negó con la cabeza y respiro tratando de calmarse, exitosamente logro dejar de apretarlo un poco menos, no era mucho pero algo era algo. Jean teniendo más libertad aprovecho y comenzó a hacer círculos con sus dedos estirando más el interior del contrario.

Libardo apretó más las sábanas haciendo que hasta sonara un pequeño ruidito que pertenecía a las sábanas dañando se levemente.

La habitación se estaba llenado de gemidos y jadeos hasta que Jean llego a el punto g/próstata del chico y este soltó un gemido agudo en voz alta.

A-aaaah! ¡Aah!~

-Parece que lo encontre -Dijo bromista su pelinegro viendo al chico quien estaba ruborizado a más no poder, aún cuando este estaba avergonzado no podía impedir que su cuerpo reaccionara y así fue como sus caderas se comenzaron a mover a un ritmo acelerado pidiendo al más que los dedos del contrario.

-Jean~... Aah~... -Tomo la mano libre del nombrado haciendo que acaricie su miembro el cual empezaba a doler.

-Ya va~ espera un momento~ -Saco sus dedos y busco un condón en el cajón, después de abrirlo, saco su miembro y se lo puso. El contrario ayudo agarrando sus piernas para mantenerlas alzadas. Ya estás listo?

-S-sí~ mételo de una vez~ -Dijo inquieto mientras miraba al que se encontraba entre sus piernas de una forma lasciva.

El pelinegro soltó risitas, era encantador para el ver a su amado inquieto y deseoso, aunque el estaba igual. Tomo la cadera del contrario y puso la punta de su miembro en la entrada empezando a empujarlo lentamente.

-¡Ahg! Uuuhg~... Mmph~ -Aún estando preparado, el pelicastaño no pudo evitar soltar quejidos, no importaba que tan seguido lo hicieran, tardaría en acostumbrarse a ese pequeño dolor que le causaba el contrario cuando entraba en él. Aunque de igual luego el dolor se iba y sólo quedaba la placentera sensación.

El contrario lo siguió introduciendo más rápido, tomo el miembro del pelicastaño y lo comenzó a masturbar, este ya estaba palpitante cercano a correrse. Libardo puso uno de sus dedos en su boca mordiendo este para tratar de no ser tan ruidos, pero Jean con su mano libre alejo su mano haciendo que su boca quedara sin nada que pudiera obstruir su voz.

Siguió con lo suyo, en cuanto sintió que el interior del contrario parecía haberse acostumbrado a él, empezo a dar embestidas levemente fuertes formando un vaivén de sus movimientos, el cual cada vez aumentaba más su velocidad.

-¡J-Jean! A-aah~ m-maa~ m-más despacio~.. Aah~ Me c-correré~ -El contrario hablo como mejor pudo con los gemidos, jadeos y el movimiento que le hacía hacer las embestidas del pelinegro.

-¿No quieres correrte?~ yo podría ayudarte con eso~ no te preocupes~ además~... Tampoco me falta mucho para correrme.

El pelicastaño lo miro confundido, apesar de lo que le había dicho, ni siquiera bajo la velocidad con la que su mano hacia los movimientos. A-... ¡Ahg! ¡Ah! ¡J-jean!~ -Estaba apunto de correrse, en realidad ya debería haberse corrido pero Jean había obstaculizado la salida con su dedo pulgar,

-¿Si ves? -El pelinegro sonrió malicioso mientras seguía dando embestidas, también, tanto él como hasta el pelicastaño podían sentir como el miembro palpitaba en su interior.

-J.. Jean~ Amor~ -El dolor que causaba el no poder correrse lo hacía sentir un cosquilleo que sólo lograba inquietarlo más, continuó moviendo su cadera contra él pelinegro aumentando la velocidad mientras miraba a su amado con lujuria.

-D-demonios~ Agh~ -Ver a Libardo así lo hacía excitar más, hizo las embestidas más bruscas y siguió así hasta que sólo quedara aquel sonido parecido al de los aplausos por toda la habitación y hasta fuera de esta acompañados de los gemidos y jadeos hasta que no pudo más y se termino corriendo, mientras lo hacía alejo su mano del miembro ajeno viendo como un chorro de aquel liquido espeso y blanquecino quedaba en el abdomen y en las sábanas.

De ficción a realidad 0.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora