Avengers: En cuarentena

Parte III

Escrito por msgabrielabueno

Año 2020, Torre Vengadores, 10:00 AM

― Por más que busco esos chocolates rusos no logro encontrarlos en ninguna tienda ― Tony Stark había buscado a diestra y siniestra aquellos chocolates que en mal momento se le había ocurrido robar a la pelirroja; sabía que no iba a descansar hasta no tenerlos de nuevo en su alacena. Desde el momento que había conseguido que F.R.I.DA.Y. lo bajara había comenzado su búsqueda. No había dormido en toda la noche por aquello.

Por primera vez en la cuarentena sentía terror al pensar que haría Natasha para vengarse por aquel atraco. ¿En qué momento de locura se le vino a ocurrir tenerla con ellos? Había sellado su sentencia de muerte.

― Entonces puedo atreverme a decir que tienes los minutos contados ―Clint, ante aquel comentario, se ganó una mirada furtiva del millonario―. Os encanta jugar con fuego.

En ese momento Steve entró en la cocina con una sonrisa de oreja a oreja.

―Por Natasha no os preocupéis, sigue durmiendo cómo la Bella Durmiente ―se acercó a uno de los armarios para buscar una taza donde servirse café―. Buenos días.

―Quiero pensar que la dejaste exhausta en la cama. Si es así, Rogers, tienes mi respeto, eres nuestra salvación ―el millonario le hizo un gesto de reverencia a Steve provocando que Clint fulminará con la mirada al soldado.

―Tony, sigue buscando esos chocolates y tú... ―Clint fulminó con la mirada a Steve― deja de acostarte con mi hermanita. Aunque parece ser que no eres el único que tuvo suerte anoche ― mencionó el arquero alzando una ceja de manera sugestiva.

Sam entró en el salón con cara de satisfacción, pese a las ojeras bajo sus ojos. A su lado, Hill charlaba con él casi en susurros, aunque eso terminó cuando sonó el teléfono de la morena y se separaron abruptamente. Seguramente era Furia con nuevas instrucciones para ella. Ni en cuarentena tenía un día libre.

― Sam... ¿Qué tal folla la jefa? ― preguntó Bucky con una sonrisa ladeada en cuanto el moreno se acercó a ellos.

― Bucky... ― la voz de Steve era una advertencia, sobre todo porque no quería meterse en problemas con una de las mejores amigas de su, ¿novia? ¿Qué demonios era lo que tenía con Natasha?

― ¡Suelta la sopa, WIlson! ― exclamó Tony palmeándole la espalda a Falcón quien negó con la cabeza mientras inspeccionaba buscando desayuno.

― Para vuestra información, invité a María a cenar en mi apartamento y aceptó. Anoche tuvimos una cita.

― ¿Hill teniendo una cita? ― Clint alzó una ceja ― Eso es imposible. ¿Follasteis?

Falcon asintió con orgullo. 

―Pues ahí lo tienes. Tan solo quería eso de ti. Es María, no lo olvides.

―¡LOS ENCONTRE! ― Tony respiró aliviado, mientras hablaban se había puesto a buscar los chocolates con más ahínco que antes, por un momento imagino que moriría en brazos de la rusa y no por aquella pandemia que seguía azotando el mundo― Llegarán en dos días, así que Steve necesito te sacrifiques un par de días por el bienestar del equipo.

Steve tomo un sorbo de su café observando como Tony le suplicaba con la mirada.

― Ten piedad de mí.

― ¿Quién dice que es un sacrificio estar con Nat?

― ¡Es que no has visto que las Viudas Negras se comen a sus maridos después de follar!