XI

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Abrí los ojos de golpe, tomar siesta sabiendo que hoy saldría con Manuel, había sido la peor idea del mundo, Megan dormía cómodamente a mi lado, traía puesto lo mismo con que había dormido, nos habíamos levantado tarde, almorzamos unas ensaladas que estaban en el refrigerador y luego volvimos a la pieza. Después de una muy especifica descripción de lo que había pasado desde que dejé a Megan y Logan en la clínica, hasta, cuando se despidieron para que ella viniera a mi casa ayer, ambas nos pusimos a ver un capitulo de Teen Wolf y bueno, después me dormí y al parecer ella también

-Hey Megan- Le dije despacito antes de tomar un cojín- Despierta fracasada- Comencé a pegarle con el cojín, mi amiga tenía el sueño algo pesado

-Déjame en paz- Reclamó tapándose con los brazos

-Bueno es una pena que no vayas a arreglarme para mi cita

-¿Dijiste cita?- Se sentó en la cama y me miró sonriente

-Es una cena, espero no pienses en látex y pantis negras- Megan podía guardarse el látigo para Logan

-Cálmate Emi, eso es para la segunda- Se paró y entró al closet en busca de ropa- Esto- En sus manos tenía un vestido negro que era ajustado, con mangas, la espalda descubierta y algo corto

-Es un poco simple, eso creo

-Puedo pasarte collares y pulseras- Me pasó un collar dorado con un ave y unas pulseras muy básicas también doradas, pensaba en qué usaba él en las manos, estaba segura de haberle visto salir de las mangas un reloj, pero no estaba segura de cuál era la marca

- Me parece bien- Tomé todas las cosas y fui al baño a cambiarme, me gustaba como me veía, salí y Megan sonrió

-Creo que podrías peinarte para verte mayor, el chico es un empresario joven, pero sigue siendo un adulto- Me acompañó al baño y ambas miramos mi pelo, decidí que me haría una trenza que partiera desde el lado y terminara hacia el otro. Me lavé los dientes y Megan me maquilló, me puso un poco de base para que mi cara se viera más bronceada, además de tapar las marcas de mí cara, me delineó los ojos, me puso algo de sombra y luego un labial rojo

-Creo que estás lista, debes llamarlo

-¿Lo llamo?

-Sí, eso es lo que tienes que hacer ¿Qué crees que el chico  es adivino?- Preguntó mientras yo marcaba su número, su voz alegre sonó al tercer pitido

-Hola- Era como si pudiera ver su sonrisa desde aquí

-Hola, yo ya estoy lista

-Bien pues podrías asomarte- Me fui a mi ventana con Megan siguiéndome

-¿Es broma?- Preguntó Megan. Ahí estaba él, tenía una camisa blanca y un pantalón de traje negro, nos saludó con la mano y la otra la tenía atrás de la espalda, estaba apoyado en el lujoso auto y la verdad estaba para comercial de perfume. Yo busqué apurada unos zapatos- Rojos, para que combinen con el labial y el bolso- Me pasó un bolsito rojo- Ya metí tu celular, tu baja, estás linda

-Nos vemos Megan- Bajé apurada y al pasar al lado de mi madre ella se acercó- Que Megan te cuente- Enseguida ella corrió escaleras arriba, como era de esperar, mi mamá era tan metida. Salí y ahí estaba él

-Hola Emi- Me besó la mejilla y me miró- Estas muy linda

-Gracias, tú te vez bastante bien- De su espalda sacó una rosa roja

-No sabía que ibas a venir combinada con la rosa- Ambos sonreímos- Ven- Se acercó al auto y me abrió la puerta del copiloto

-Gracias- Me subí, el cerró la puerta y antes de subirse miró hacia la ventana de mi pieza, miré y ahí estaban, mi madre y Megan- Buenas noches señora Smith, Megan

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