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Sin decir nada más Taehyung acunó las níveas mejillas para acercarlo y así poder besarle, llevando una de sus manos hacia su miembro para quitar algo de su propia esencia que continuaba saliendo y así ayudarle a lubricar un poco más. Jungkook dejó que sus largos dedos le acariciaran para untar más, gimió por el ardiente dolor cuando el contrario introdujo uno de sus dedos y deteniéndose decidió esperar a  que se acostumbrara para seguir avanzando; había pasado tanto tiempo desde que algo le penetraba que olvidó por completo lo incómodo que era al principio. La otra mano de Taehyung sujetaron el miembro desatendido del azabache, percatándose de la sensibilidad de éste al apenas tocar con sus dedos dio un pequeño respingo al tiempo en que gruñía una maldición baja, pues ese pequeño saltito hizo que los dedos dentro suyo se enterraran profundo.

Poco a poco el escozor comenzó a apaciguarse y pudo moverse mejor dándole paso al ardiente placer, sus cejas se mantenieron juntas y sus labios se aplanaron intentando callar sus vergonzosos sonidos; sus manos se mantenían sobre el fuerte pecho del peligris y sus caderas moviéndose sobre él en busca de mas contacto. Taehyung seguía acariciando la dura erección con la diestra mientras la zurda se deslizaba por su apretado interior, cada vez abriéndose más para el. Sintió su propio miembro volviéndose a endurecer glorioso ante la imagen de Jungkook sobre él, su rostro enrojecido reflejando su excitación y escuchando los dulces gemidos que dejaba escapar.

  — Creo que ya estás listo bebé— Dijo Taehyung mirándole expectante a que le de una señal para continuar con lo siguiente.

— Demonios sí — murmuró con voz cargada de placer, Taehyung sacó  sus dedos para sujetar sus caderas, Jungkook agarró su endurecido miembro alineando con cuidado antes de sentir la húmeda punta hacer presión para dejarse pasar.

  Taehyung le ayudó separando sus nalgas y alzando un poco las caderas, apretando los ojos ante la caliente estrechez que le daba bienvenida; deteniéndose en cortos momentos antes de continuar hasta finalmente entrar por completo. En esa posición, Jungkook podía sentir perfectamente cada centímetro dentro expándiendole y estirándole. Demonios, había olvidado que Taehyung no era nada pequeño. Definitivamente él no estaba acostumbrado a ello. Puede que hayan decidido ser versátiles, pero Taehyung era el que prefería ser follado y hasta entonces Jungkook estaba bien con eso. 

Taehyung quiso decir algo, pero sin saber exactamente qué, fue interrumpido cuando Jungkook se alzó un poco antes de dejarse caer lentamente como si estuviese probando terreno. El azabache comenzó a moverse cuidadosamente, buscando acostumbrarse por completo a la intromisión en su cuerpo, Kim sostenía sus muslos mordiéndose el labio por la deliciosa sensación de Jungkook montándole. Su virilidad siendo apresada por el ardiente y estrecho interior logrando hacerle delirar. Marcando su propio ritmo Jungkook aumentó sus movimientos, inclinándose un poco para sostenerse del pecho ajeno y así poder sentirle mejor; retenía sus gemidos, pues aún seguía siendo demasiado orgulloso como para dejar saber lo bien que se sentía ser follado por él.

Taehyung, en cambio, tomara el papel que tomara no era nada silencioso. Con sus labios entreabiertos dejaba salir los jadeantes gemidos y bajos suspiros, sus manos acariciando la suavidad de la piel lechosa y sus ojos fuertemente cerrados por el placer que los movimientos de Jungkook le causaba. Eran pocas las veces que el menor se dejaba follar, pero sabía gracias a esas veces que Jungkook amaba esa posición; principalmente porque seguía teniendo así el control y, aunque lo negara, Taehyung sabía que el menor amaba que se enterrara profundo y de ese modo lograba su cometido. Con el ritmo que había escogido su miembro entraba tan hondo y fuerte, jodidamente fuerte.

— Mierda Taehyung, m-muévete. 

El aludido sonrió ladinamente sabiendo que se había cansado — porque aunque le gustase llevar el control de ese modo, Jungkook era muy flojo—, así que sujetando sus nalgas y alzando las rodillas para apoyarse en sus pies dio una rápida embestida que le hizo gemir casi enseguida. Jungkook no iba a negar que Kim sabía moverse y era tan jodidamente excitante. Taehyung era rudo, sus caderas meciéndose rápidas y fuertes; pero al mismo tiempo atento, reflejándose en las caricias que otorgaba en sus piernas y la manera en que sus ojos le observaban brillantes en lujuria y cuidado.

—Kookie, quiero escucharte — murmuró al tiempo en que aumentaba la rudeza de sus embestidas —. Vamos bebe, gime para mí ~

  Jungkook negó, terco a dejarse escuchar, realmente se rehusaba a soltarse por completo. Y a Taehyung le disgustaba eso, realmente adoraría escucharle gemir por él. Así que siendo nada delicado envolvió la latente erección desatendida para jugar con ella; moviendo la mano al ritmo contrario de las fuertes penetraciones. El menor no tardó mucho en estremecerse y volverse un desastre, dejando caer su cabeza hacia atrás se sujetó de las piernas ajenas y dejó que sus guturales gruñidos escaparan. El ruido de sus agitadas respiraciones combinado con sus voces mezclándose y el golpeteo húmedo de los testículos contra la piel de los glúteos resonando por todo el salón principal.

— ¡Oh joder, ahí! — el aludido se concentró en volver a buscar el delicioso punto que había hecho a Jungkook gritar, sus piernas temblando y su boca manteniéndose entreabierta — Maldito seas,Kim Taehyung. Si no me haces gritar de nuevo, no sé para qué tienes pe-¡ngh~!¡ A-ah..!

Taehyung sonrió realmente entretenido en el rostro enrojecido que se contraía de placer; sus ojos entrecerrados y brillando lujuriosos y los rosados labios haciendo muecas distintas antes de dejarse abierta por largos segundos donde los agudos gemidos hacían eco por el lugar. Amaba ver esas expresiones y saber que era él el que le hacía retorcerse, jadear y transpirar en goce; después de un par de fuertes vaivenes la voz de Jungkook se escuchó agitada y aguda prácticamente gritando: 

— ¡J-Joder, m-me vengo! — justo en el momento en que blanquecinas tiras delgadas cubrían el abdomen del peligris. El húmedo y cálido interior comprimiéndose involuntariamente haciéndole correrse deliciosamente en su interior, casi imposible seguir moviéndose, haciéndole jadear al ser apresado por el delicioso infierno casi al instante.

Jungkook cayó rendido sobreTaehyung, con sus respiraciones agitadas y sus cuerpos envueltos en una fina capa de sudor y pegajosos por la esencia de ambos; sus cabellos envueltos y pegándose a sus frentes. Taehyung salió finalmente ganándose un quejido por la sensibilidad de su cuerpo, Jungkook podía sentir perfectamente como el caliente esperma resbalaba por sus muslos internos hasta tocar el cuerpo ajeno. Los brazos del peligris le abrazaron brindándole caricias suaves mientras depositaba un delicado beso en su frente sin importarle lo sudorosa que se encontraba.

— Kookie..

— Mmh. 

— ¿Qué tan cansado estás para una segunda ronda? 

Jungkook ni siquiera lo pensó cuando pronunció: — Voltéate — con voz demandante y tan jodidamente profunda que hizo a Taehyung jadear excitado.  Por lo que, cuando Jungkook tomó fuerzas para levantarse, Taehyung se giró levantando un poco las caderas para dejarse totalmente expuesto ante él.

Oh, jodidamente amaban ser versátiles.

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¡Este ff llegó a su fin! Muchas gracias a todas las personas que lo siguieron hasta el final, me ha encantado hacer esta adaptación en serio jajaja y espero que a ustedes también 🤩💓 cuídense y nos vemos pronto. 🥰

You'll be mine!  Kookv - Taekook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora