Nadie más que yo

9. Colapso

Gaara, llevo a Naruto de vuelta a la casa. "!Naruto!, que bueno que estás bien" dijo Jiraiya, en cuanto los vio entrar, mientras se acercaba a los jóvenes, "yo... estoy bien" contesto el rubio, forzando una sonrisa, lo que hizo que todos se preocuparan, no solo no sonreía sinceramente, sino que además el brillo de sus ojos había desaparecido y todos pudieron percibirlo.

Naruto dio unos pasos en dirección a la escalera, con la clara intención de ir a descansar y pensar un poco en lo que había pasado pero fue detenido al escuchar las palabras de Gaara, quien estaba siendo cuestionado por los demás.

- ¿Dónde estaba y que fue lo que le pasó? - preguntó Jiraiya al pelirrojo con evidente preocupación

- Mira el estado en el que se encuentra - replicó Deidara - él no es así, es una persona alegre, pero ahora...

- Tranquilo, cariño - dijo Sasori acercándose a Deidara y rodeando sus hombros con uno de sus brazos - dejemos que nos cuente lo que sabe

- Gaara, por favor, dinos ¿Qué pasó? - concluyó Yamato con preocupación pero en un tono más calmado. Todos los presentes vieron expectantes al pelirrojo quien dando un suspiro comenzó a contarles lo que sabía

- Todo lo que sé es que cuando fui a buscar a Naruto por esos callejones, y lo pude encontrar, vi a Sasuke alejarse dándole la espalda e inmediatamente después Naruto cayó de rodillas al suelo - dijo apretando los puños mientras recordaba lo que vio, se le partía el corazón al pensar en el estado en el que encontró al doncel y más al pensar que Sasuke podría ser el causante de haberlo puesto en tal estado - tampoco sé todos los detalles, pero estoy seguro que Sasuke es el que lo puso así...

- No digas eso... - dijo Naruto interrumpiéndolo, los estaba escuchando, aunque ellos creian que a estas alturas él ya estaba en la habitación descansando. Sus palabras hicieron que todos voltearan a mirarlo, el sabía que ciertamente el hecho de que estuviera deprimido y en tal situación era a causa del azabache, pero... *el tenía sus razones ¿no es así? El no actuaría de esa manera si no fuera por eso ¿cierto?* pensaba para sí mismo - conozco a Sasuke mejor que ustedes - dijo levantando la cabeza con las lagrimas empezando a salir de sus ojos - el no me lastimaría, es... mi amigo - dijo esto último bajando la cabeza - lo que paso...

- No importa - interrumpió Gaara, con los puños apretados, no podía creer que todavía lo defendiera - la verdad es que estás así por él, ¿no es cierto? - dijo esto con los dientes apretados intentando contener todo el odio que sentía en ese momento por el Uchiha *te lastimó y pagará por eso* pensaba Gaara - óyelo bien Naruto- dijo haciendo que todos se volvieran a verlo, incluyendo el mencionado - Sasuke Uchiha es parte de la organización de Orochimaru, el que es un criminal buscado por las cinco ciudades más grandes del país, por lo tanto también es un delincuente y será capturado como tal, así sea vivo o muerto - esto último hizo que el rubio abriera los ojos con sorpresa y miedo mientras susurraba "Gaara, él no..." - él ya no es el hombre que conocías, ese Sasuke Uchiha que tanto buscas, ya no existe - dijo esto último de manera clara y con la cabeza gacha, mientras una expresión de rabia y tristeza aparecía en su rostro - yo mismo estaré al pendiente de que sea capturado, no quiero verte lastimado más porque tú eres... mi amigo - dijo arrastrando las últimas palabras con pesar

Todos los presentes bajaron la cabeza, con preocupación, todos sabían lo importante que era el Uchiha para Naruto, pero de alguna forma lo que Gaara dijo era verdad.

Todos estaban perdidos en sus pensamiento cuando un ruido sordo los devolvió a la realidad, Naruto había caído al piso, todos lo presente corrieron hacia él. Yamato, que estaba más cerca, levanto la cabeza del rubio doncel sobre sus rodillas mientras lo miraba preocupado "Naruto" atinó a decir, mientras veía al menor con la mano en su corazón y respirando con dificultad, "llevémoslo al hospital" dijo Jiraiya, tomando las llaves del auto. "¡Naruto!" Grito Gaara, al ver que el rubio había caído inconsciente. Yamato levanto a Naruto en sus brazos y se dirigieron al hospital siendo seguido por los demás.

Por otra lado, Sasuke había regresado a uno de los locales de juego clandestino de Orochimaru, se encontraba solo, con la cabeza baja en una de las salas. Al saber que Naruto estaba en esa ciudad estaba preocupado por el, por eso le pidió a Suigetsu, quien también era una uno de los subordinado de Orochimaru, pero se había hecho amigo de Sasuke, que vigilara a Naruto hasta que se fuera de regreso a Konohagakure.

Mientras Sasuke pensaba cabizbajo, la puerta se abrió y Suigetsu entró corriendo agitado

- Sas... Sasuke - decía mientras respiraba - tu rubio... él... está en el hospital - terminó de decir haciendo que el Uchiha levantara la cabeza para mirarlo con asombro y preocupación

- ¿Qué dijiste? - pregunto levantando la voz *Naruto...* pensaba

- Tu doncel - dijo ya más tranquilo - vi que lo llevaron inconsciente al hospital, salieron de la casa y lo llevaban desmayado - termino mientras se sentaba

- Y ahora ¿Qué harás Sasuke? - se escuchó una voz femenina que habló en tono sarcástico e hizo que ambos se voltearon a verla. La mujer pelirroja y con lentes tenía el ceño fruncido - ¿y bien?, estoy segura que quieres ir a verlo y estar a su lado ¿no es así? - dijo mientras se sentaba en las piernas de Suigetsu y ponía los brazos alrededor de su peliblanco novio, lanzándole una mirada acusadora al Uchiha, quien solo atinó a suspirar con preocupación

- Vayamos a ver a Juugo - dijo el Uchiha decidido, mientras se ponía de pie, ante la mirada de asombro de Suigetsu - Suigetsu, Karin ustedes deciden si quieren venir conmigo, pero yo les aseguro que voy a dejar este maldito lugar - dijo con evidente molestia y preocupación en su voz *dobe, es mi culpa, pero lo arreglare* pensó para si mismo

- Estamos dentro - dijo la pelirroja sonriendo y poniéndose de pie - ¿verdad cariño? - preguntó desafiante a su novio, quien asintió sin dudarlo - bien vamos - dijo finalmente mientras se disponían a salir.

Sasuke había querido apartarse de la organización mucho tiempo atrás, pero se dio cuenta de que no era tan fácil salir como lo era unirse. Tal vez esta sería el momento adecuado de jugarse su carta de salida, aunque no estaba seguro de que pudiera conseguir que su plan, el cuál había estado considerando durante mucho, resultara.