15. Nadie más que yo (final)

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Ambos jóvenes, estaban tranquilamente sentados uno al lado del otro. El azabache; sin embargo, no estaba prestando atención a las fotografías que su ahora prometido mostraba sonriente, sino que la mayor parte del tiempo se la había pasado observando al rubio con ternura y amor en sus ojos. El rubio, quien se había dado cuenta de que su pareja lo observaba fijamente sin el más mínimo disimulo, seguía sonriendo nerviosamente y totalmente sonrojado.

Al llegar a la última fotografía, el rubio las puso sobre la mesita al lado de su cama, y se giro para ver a su acompañante, quien en ese mismo momento, puso una de sus manos en su mejilla, y se acercó a darle un beso tierno y corto, pero con muchos sentimientos contenidos en él, “Dobe, te amo” le dijo separándose para poder mirarlo a los ojos. Naruto se sonrojo, se sentía muy nervioso por encontrarse solo en su habitación con Sasuke, no podía negar que el también estaba llegando al límite de sus fuerzas para autocontrolarse con el amor de su vida, “teme... ahora que estamos comprometidos, estaremos juntos siempre ¿verdad?” pregunto el rubio con una mirada esperanzada, “dobe” dijo Sasuke riéndose, “por supuesto” agregó y en cuanto terminó de decirlo, el rubio se aproximó a darle un beso, que se prolongó durante mucho tiempo y poco a poco se volvió mas intenso y necesitado, lleno de pasión, lentamente los besos se volvieron caricias y el ambiente entero se fue llenando de ternura, amor y pasión que los envolvía.

A la mañana siguiente, los rayos del sol que se colaban por la ventana, despertaron al rubio doncel que dormía plácidamente en los brazos de su amado, “¿ya despertaste?” preguntó el azabache mirando al rubio, al sentir que se movía en sus brazos, “si dattebayo” contestó el doncel escondiendo la cabeza en el pecho de su pareja. Depués de algún tiempo desayunaron, y salieron a realizar sus actividades diarias con una enorme sonrisa en sus caras y los ojos llenos del dulce brillo del amor.

El día de la boda llegó finalmente, todos estaban felices celebrando. Luego de las felicitaciones, los flamantes esposos subieron al escenario para hacer el brindis cada uno con una copa de champagne en sus manos, el rubio dejó la copa a un lado y atrajo la atención de todos, “gracias por estar aquí dattebayo, hoy es uno de los días más felices de mi vida, están nuestras familias y amigos, nos han dado muchos regalos, pero…” dijo, volteando a ver a su actual esposo, “yo también tengo un regalo, para mi familia y en especial para ti” dijo en voz alta, mientras el Uchiha lo veía con sorpresa y confusión. Naruto se acercó al oído de Sasuke y le susurro algo que hizo que este lo viera con los ojos muy abiertos por la sorpresa, “¿es en serio?” preguntó inquisitivamente con una sonrisa apareciendo en su rostro cuando el rubio asintió en confirmación, haciendo que todos los presentes los miraran expectantes, “¡vamos a ser padres!” Grito el Uchiha abrazando a su esposo amorosamente por la cintura. Todos los presentes los miraron sorprendidos, mientras los aplausos y ovaciones no se hacían esperar.

En una esquina un pelirrojo observaba la escena y finalmente sonrió, “entonces, ahora si se acabo ¿eh?” dijo en un susurro, “oye, me puedo sentar a tu lado” se escuchó una voz femenina que le hablaba. Gaara volteó y se encontró con una castaña quien le sonreía feliz, este sin darse cuenta se sonrojo levemente, “claro” dijo sonriéndole más ampliamente.

Al cabo de tres años, un pequeño rubio de ojos azules corría en el jardín de un local de eventos, “Boruto, ten cuidado dattebayo” grito un doncel rubio idéntico al pequeño, quien además tenía al parecer uno seis meses de embarazo, “déjalo divertirse, todos nuestros amigos están aquí y está feliz, además es su cumpleaños” dijo un azabache mientras tomaba la mano de rubio, haciendo que este último soltara un suspiro derrotado, “Boruto se ve muy contento, ¿me pregunto si el pequeño Menma será igual de inquieto que su hermano?” pregunto Mikoto viendo feliz  toda la familia reunida.

Al término de la fiesta, todos se dirigieron a sus hogares. Naruto y Sasuke vivían junto a su hijo en una casa no muy grande y cómoda, cerca a la casa de los padres de Uchiha.

Parados en el balcón de su habitación, mientras veía al cielo, el rubio suspiró recordando todo lo vivido hasta ahora y lo feliz que era. Sasuke se aproximó por detrás de él y lo abrazó por la cintura, “sabes que me haces muy feliz dobe” dijo enterrando la cabeza en el cuello de su esposo, “tu y nuestros hijos son lo más importantes para mí” continuó, luego se separo del rubio y lo volteó para que lo mirara, “te agradezco que me hayas escogido y estés conmigo”, “teme…” susurro el rubio sonriendo, “sé que tal vez hayas podido encontrar alguien mejor que yo, que te amara y te cuidara, pero créeme, no creo que haya alguien que te ame más que yo” dijo el Uchiha, sonriendo mientras lo veía a los ojos; el rubio tomó las mejillas del azabache entre sus manos y mirándolo con mucho amor le dijo “tienes razón, teme... nadie más que yo”, para posteriormente sellar su juramento de amor con un beso.

FIN
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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO 😊, SÉ QUE NO FUE LA MEJOR HISTORIA, ASÍ QUE GRACIAS POR EL APOYO, HASTA LA PRÓXIMA 🤗

Nadie más que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora