8. Por favor, regresa

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Naruto y Tsunade miraban con intensa curiosidad a Jiraiya, esperando a que les diga donde se encontraba Orochimaru, y por ende Sasuke.

- En este momento Orichimaru se encuentra en la ciudad de Sunagakure, Deidara y Sasori lo mantienen vigilado mientras yo estoy aquí – dijo Jiraiya mirando a Tsunade, luego dirigio su mirada a Naruto – lo más probable es que Sasuke esté ahí también

- Entonces vayamos por él dattebayo – dijo Naruto eufórico, mientras se dirigía a la salida

- Espera Naruto – grito el mayor, haciendo que Naruto se detenga y volviera a mirarlo

- ¿Qué pasa? – dijo confundido – sabemos donde está ¿no es asi? Vayamos ahora mismo a traerlo de vuelta – dijo apretando los puños

- No es tan sencillo – habló esta vez la rubia – aún si sabemos donde está es muy arriesgado teniendo en cuenta que se encuentra bajo la vigilancia de Orochimaru, y aún cuando no lo vigilen, no estamos seguros de que lo convenzamos de regresar

- Tsunade tiene razón – secundó Jiraiya mirando a Naruto, quien los observaba atentamente – no podemos arriesgarnos a lo loco y no es completamente seguro que logremos que Sasuke vuelva …

- ¡Volverá! – grito el joven ojiazul, agachando la mirada – conozco a Sasuke mejor que nadie, estoy seguro que quiere volver – continuo, levantó la cabeza – y aún si no quiere yo iré contigo y lo convenceré – dijo mas animado y con convicción, lo cual conmovió a los mayores

- Déjalo ir contigo – dijo Tsunade soltando un suspiro y sosteniendo cariñosamente el brazo de su esposo – tal vez podría intentarlo

- Está bien- dijo Jiraiya suspirando y sonriéndole al amor de su vida – iré hablar con Iruka y Kakashi y partiremos hoy mismo – terminó mientras miraba al joven, observando que este sonreía

- Bien, pero Yamato irá con ustedes – dijo Tsunade, quien inmediatamente llamó al antes mencionado que estaba esperando a Naruto fuera de la oficina, y le informo lo acordado “si señora” había respondido – entonces vayan, yo iré a comunicarle a Mikoto y Fugaku lo que tenemos hasta ahora – continuó – y Jiraiya, regresa a salvo – dijo mirando a su esposo cariñosamente mientras se ruborizaba

- De acuerdo – contestó

Todos hicieron lo acordado, y aunque Iruka no estaba muy de acuerdo en que Naruto también fuera, pues le preocupaba mucho, aceptó dejarlo ir. Después del almuerzo Naruto, Jiraiya y Yamato emprendieron el viaje, llegarían al anochecer, así que tenían que buscar un lugar donde pasar la noche, y Gaara, quien se había enterado por Temari que el rubio se dirigía a su ciudad, ya que Naruto se lo había comentado a sus amigos, se ofreció a alojarlos. Al llegar fueron recibidos por Deidara y Sasori quienes se encontraban junto a Gaara en la estación de trenes. Los seis juntos fueron hasta la casa de Gaara donde pasaron la noche.

A la mañana siguiente, Jiraiya y sus dos subordinados debían seguir con su investigación y vigilancia, así que salieron temprano, por su parte Gaara tenía un compromiso al que asistir junto a su hermano Kankuro, que aún vivía en casa de sus padres, por lo que Yamato y Naruto decidieron salir a dar una vuelta.

Ya entrada la tarde Yamato ingresó a una tienda a comprar unos bocadillos, mientras Naruto esperaba fuera; sin embargo el rubio pudo divisar a cierta distancia una silueta que le resultó familiar *ese es… Sasuke* pensó, y sin más comenzó a seguirlo, cuando Yamato salió, no encontró al rubio, por lo que inmediatamente llamó a Gaara, ya que no conocía la ciudad y este último al ser hijo del alcalde, podría ayudar a encontrarlo rápido.

Naruto se fue siguiendo a aquel muchacho, y sin darse cuenta había llegado a unas calles oscuras, además de ello el sol ya casi se había ocultado por completo, y el área no era de las más seguras. Logró acortar la distancia con el joven

- ¡Sasuke! – grito Naruto, haciendo que el joven se detuviera

- … - el joven abrió los ojos sorprendido *esa voz* pensó y luego dio la vuelta para comprobar quién lo había llamado – Naruto – susurro el azabache mirando confundido al doncel al que tanto extrañaba, sus ojos, su cabello, todo él le generaban muchas ganas de abrazarlo y nunca más alejarse de él. Dio un paso en dirección al doncel y se detuvo en seco *es peligroso que este aquí, si los hombres de Orochimaru lo ven… no, tengo que hacer que se vaya* pensó - ¿qué haces aquí? – dijo frunciendo el ceño

- Sasuke, vine por ti, vine a llevarte de regreso a casa … - dijo el rubio en un tono preocupado

- ¿A casa? – dijo Sasuke sarcásticamente – y ¿Quién te dijo que yo iba a volver? En ese lugar no hay nada para mí – dijo en un tono nostálgico

- Me tienes a mí – contestó el rubio esperanzado – Sasuke regresa, por favor, regresemos juntos

- Deja de decir tonterías – contesto malhumorado – y regresa por donde viniste – dijo mientras volteaba dándole la espalda *vino por mi* pensaba, sin embargo cuando estaba a punto se alejarse, Naruto lo sujetó de la mano *que… no tienes idea de cuánto me estoy controlando,... diablos, perdóname* pensó, y en un movimiento rápido empujó al rubio contra la pared acorralándolo con las manos a ambos lados y depositando un rápido y suave beso en sus labios, algo que había estado anhelando por mucho tiempo, luego se acercó a su oído – sabes que este lugar es peligroso ¿verdad? – susurro seductoramente

- Sas… ¿Sasuke? – tartamudeó el doncel sorprendido al escucharlo hablarle así, sin embargo no pudo decir más pues el Uchiha cubrió nuevamente sus labios con los suyos, pero esta vez el beso fue mas fuerte, más violento, lo que de cierto modo asustó al rubio quien quedo en shock por el actuar del azabache, logrando reaccionar solo cuando sintió que este último empezaba a tocar su cuerpo.

En ese momento unas lágrimas de tristeza y desconcierto empezaron a rodar por sus mejillas, cerro los ojos fuertemente y reuniendo toda la fuerza que pudo empujo al Uchiha lejos de él

- ¿Qué pasa?¿no te estás divirtiendo? – dijo Sasuke con algo de maldad y picardía mientras se lamía los labios *me odio por hacerte esto, ojala algún día puedas perdonarme, pero ahora es peligroso que estés cerca de mí* pensaba mientras sentía que por dentro se le rompía el corazón – yo si me estoy divirtiendo – dijo intentando acercarse nuevamente al doncel

- ¡VETE AL INFIERNO SASUKE UCHIHA!  - grito el rubio asustado y triste con lágrimas en los ojos mientras asestaba un golpe con el puño cerrado en el rostro del azabache, quien tenía muchas tristeza reflejada en su rostro, sin embargo se recompuso rápidamente evitando que el rubio se diera cuenta

- Ja – sonrió el Uchiha sarcásticamente - ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo? – continuó mientras se limpiaba con la palma de la mano un poco de sangre del labio, producto del golpe dado por el rubio – Porque si es así te recomiendo que te vayas ahora y no vuelvas por esta área – terminó volteando para marcharse sin mirar atrás, le dolía el corazón, pero tenía que alejar al amor de su vida para protegerlo, camino unos pasos y doblo en una esquina, sin embargo no se fue, se quedó observando al rubio mientras las lágrimas caían por sus mejillas sin parar *lo siento, dobe* pensaba

- Teme – susurro Naruto viéndolo marchar mientras las lágrimas seguían cayendo una tras otra sin parar - ¿Por qué? ¿Por qué?...  se repetía una y otra vez mientras caía se rodillas con la cabeza agachada y las lágrimas rodaban sin cesar

- ¡Naruto! – se escucho la voz de Gaara, desde atrás del rubio, quien lo había estado buscando desde que descubrió que había estado caminando por esos callejones. Al verlo en el estado que se encontraba, maldijo en su mente a Sasuke desde el fondo de su corazón, se apresuró al doncel y lo ayudo a levantarse, lo abrazó permitiéndole llorar en su hombro – llora todo lo que necesites – dijo mientras palmeaba su espalda.

Desde una esquina Sasuke veía la escena, se moría de ganas de alejar al pelirrojo de Naruto y ser el quien lo consuele, pedir disculpas y volver con él, pero sabia que no debía, no podía, y no tenía el derecho a hacerlo, pues era el culpable de que el rubio se encontrara en ese estado; no podía acercarse, al menos no por ahora, así que siguió su camino.

Nadie más que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora