Nadie más que yo

14. Compromiso

Mikoto sonrió, misteriosamente, mientras toda la familia estaba en la mesa, pero solamente su esposo Fugaku lo advirtió, “vaya, como ha crecido la familia, ahora tengo dos nietas, una de mi hijo mayor y una de mi sobrino... me preguntó... ¿Cuándo tendré uno de mi hijo menor?” dijo suspirando. Todos en la mesa voltearon a verla ante este comentario, menos su esposo quien sonreía ante las ocurrencias de la azabache; Sasuke tampoco se inmutó ante el comentario y seguía comiendo con total tranquilidad, aunque ahora todos habían fijado su mirada en él, habiendo entendido las intenciones de la Uchiha mayor, “bueno, estoy seguro que estas ansiosa por que mi hermano te de una nuera o un yerno” dijo Itachi mirando a su hermano con una sonrisa juguetona en su rostro; sin embargo éste no parecía prestar atención, “y si es rubio y de ojos azules sería mejor” agregó Obito, quien se llevaba un bocado de comida a la boca y miraba de reojo al joven azabache, quien seguía concentrado en sus alimentos, “Sasuke, ¿cómo ha estado Naruto?, no ha venido ha visitarme durante estos días, es un chico genial, amable y alegre, lo quiero como un hijo” agregó Mikoto soltando un suspiro.

Sasuke se levantó de la mesa, haciendo que todos voltearan a mirarlo, mantenía la mirada seria, aunque por dentro estaba muerto de la risa por lo esfuerzos que hacía su madre para que estuviera junto al rubio, tomo una servilleta y se limpió “gracias por la comida” dijo, dando vuelta para retirarse, pero antes de marcharse completamente agregó sonriendo sin que lo vieran “y no te esfuerces demasiado mamá, Naruto ya es mi novio”, lo que hizo que todos se sorprendan con esta confesión, “¿Qué?¿desde cuando?¿donde?¿cómo?” pregunto Mikoto feliz saliendo de su sorpresa inicial, “mujer son muchas preguntas” dijo Fugaku sonriendo, estaba feliz por su hijo, “desde hoy” dijo Sasuke secamente y restándole importancia con la mano sin voltear a mirarlos mientras se retiraba a su habitación.

El tiempo pasó, la pareja seguía feliz y junto a sus amigo estaban es sus últimos días en la universidad. Gaara, había mantenido una distancia del rubio, pero aún no quería darse por vencido, Matsuri lo había frecuentado constantemente, aunque en el último mes no había sabido nada de ella; sin embargo la joven aún mantenía amistad con Naruto y sus amigos, especialmente con Temari.

El fin de semana todos asistieron elegantemente vestidos a la boda de Hinata y Kiba. La boda se desarrolló con normalidad y fue un momento muy feliz.

Luego del brindis la novia a pedido de alguien en especial, les pidió a las mujeres y donceles solteros que se aproximaran a la pista de baile, aunque era poco usual este evento en el país en general, ellos se aproximaron sin cuestionamientos, se pararon atrás de Hinata, quien les dio la espalda, no sin antes ver donde se había ubicado Naruto, contó hasta tres y arrojó un pequeño ramo de rosas blancas, que fueron a dar en las manos del rubio doncel, en ese momento las luces se apagaron dejando a todos sorprendidos y hablando entre murmullos, instantáneamente una luz se encendió, alumbrando directamente a Naruto, quien se sorprendió ante lo que estaba sucediendo; luego todos los demás que estaban en el escenario, aunque confundidos, a excepción de Hinata que sabia lo que estaba pasando, se retiraron a sus asientos, dejando solo al doncel en la gran pista.

Tan pronto como se despejó la pista una voz se escucho llamando al nombre del doncel, a la vez que otra luz se encendía directamente sobre un azabache elegantemente vestido parado a un extremo de la pista de baile y mirando directamente al rubio, quien lo miro con confusión. “Naruto” llamó Sasuke aproximándose lentamente al antes mencionado, a la vez que alrededor de la pista de baile se encendían una velas, “nos conocemos desde hace mucho tiempo” dijo con una sonrisa Sasuke mientras seguía aproximándose, “hemos sido amigos, rivales, cómplices, novios durante un largo periodo, y eso me ha hecho muy feliz. Hemos pasado muchas cosas juntos, buenas y… malas” dijo esto último sonriendo con una expresión un poco triste al recordar lo que sufrieron cuando él se marcho.

En este punto Naruto lo observaba sin decir nada, solamente con mucha emoción en su rostro y unas lágrimas empezando a caer por sus mejillas, “sé que en mi corazón el único al que amé, amo y amaré por toda mi vida eres tú” continuó Sasuke llegando por fin a estar a unos pasos de distancia del rubio. En ese instante sacó una caja en forma de flor roja aterciopelada, “estoy convencido que eres la persona con quien quiero pasar lo que me queda de vida” dijo mostrándole una amplia sonrisa, mientras se arrodillaba y abría la caja dejando ver un hermoso anillo en ella, “¿te gustaría compartir el resto de tus días conmigo?" Agregó mientras su mirada reflejaba el inmenso amor y ternura que sentía por el rubio "Naruto Uzumaki ¿te casarías conmigo?” preguntó por fin mirando al amor de su vida directamente a los ojos.

El rubio estaba abrumado por la felicidad que estaba sintiendo, las lágrimas seguían cayendo sin cesar. “Sasuke…” susurro levantando al azabache, “yo acepté compartir mi vida contigo hace mucho tiempo” dijo limpiándose las lágrimas, “por supuesto que me quiero casar contigo dattebayo” dijo abrazándolo por el cuello y dandole un dulce y suave beso, siendo correspondido por el azabache, quien lo miro feliz y le puso el anillo en el dedo, ante la mirada y aplausos de felicitación de los presentes, incluidas sus familias. “vaya que saben ser el centro de atención” dijo Kiba quien abrazaba por la cintura a su ahora esposa, “yo… estoy muy feliz por ellos” dijo Hinata viéndo a su esposo con una sonrisa.

Al final de la fiesta, todos volvieron a sus casas. La declaración se Sasuke fue el tema de muchos durante algunos días, de lo cual hablaban muy felices, excepto por un pelirrojo, que escuchaba cabizbajo y con una sonrisa de decepción, sentía su corazón dolorido, aún cuando Matsuri le parecía linda y extrañaba no verla, no estaba dispuesto a renunciar al doncel, de quien había gustado desde la primera vez que lo vio, *aún pueden pasar muchas cosas ¿verdad?* pensaba para sí mismo.

El tiempo pasó rápido, en un mes Sasuke y Naruto se casarían, las familias estaban muy emocionadas, en especial Mikoto, quien habría presionado para que la boda fuera apenas dos meses después de que se comprometieron. Iruka y Kakashi, habían tenido que salir de viaje por dos días, y dejaron a Koji, con Mikoto, ya que a pesar de que Naruto ya era un adulto, aun era algo atolondrado. La pareja partió ese día muy temprano, y como de costumbre Naruto paso el día en la casa de Sasuke, luego, fueron a pasear y finalmente habían ido a la casa del rubio en donde vieron una película y conversaban.

Al llegar la noche Sasuke creyó que era mejor irse, solo el sabía lo que estaba sintiendo al tener a su amado al lado y no poder mas que besarlo y abrazarlo, ya que no quería presionarlo a hacer nada más. Por su parte Naruto, también contenía mucho sus sentimientos, ya que pensaba que era mejor esperar a que su relación fuera más estable. El azabache se disponía a irse, pero antes vio en la mesa una foto que llamó su atención, era Naruto pequeño junto a él y los padres del Uchiha, “no la había visto antes” dijo, “es que la tenía en mi habitación, dattebayo” dijo Naruto, “tengo más fotos para que veamos” agregó el rubio subiendo las escaleras hacia su habitación, sin percatarse que el Uchiha iba justo tras de él. Al voltear con las fotos en sus manos vio al Uchiha apoyado en el marco de la puerta, e instintivamente se sonrojó, lo que hizo que el azabache sonriera divertido, se acercó al rubio y se sentó a un lado de la cama “¿y bien?” dijo pícaramente “¿me dejarás ver las fotos?” completó, el rubio asintió y sentó a su lado mostrándole las fotografías.

Ambos pasaban un momento mágico, al lado de la persona que amaban y recordando algunos buenos momentos reflejados en aquellas fotografías, pero el corazón y el autocontrol del azabache amenzaban con desbordarse en cualquier momento y Naruto no parecía darse cuenta de ello.