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Despertaba tranquilamente por los golpes de una almohada en mi cara.

-¡¡¡Despierta Lis!!!- gritaba mi hermanito menor mientras me golpeaba con la almohada

-Leo...ya estoy despierta..- susurré adormilada

-Uh..lo siento, pensé que estabas muerta, no respondías.- dijo con una pequeña sonrisa y yo lo imité.

-Vamos! Tienes que llevarme a la escuela..vas a llegar tarde a la universidad.- dijo Leo tomándome de la mano y tratando de levantarme.

-Mierda, el desayuno.- dije levantándome y Leo me dio una nalgada

-Auch!¿eso por qué fue?-dije llevando mi mano hacia mi trasero adolorido, mi hermano tiene una buena derecha.

-Por levantarte tarde, yo no soy tu alarma.- dijo cruzándose de brazos  y yo sonreí de ternura pero este me dio otra nalgada.

-¡Auch! ¿Y esa por qué?- pregunté

-Por levantarte tarde.- dijo

-Tienes razón, merezco ser castigada, ¿yo que haría sin ti?- dije abrazándolo y dándole besos en sus mejillas

-Estarías durmiendo debajo de un puente y comiendo pizza todo el día.- dijo Leo divertido

-Eso suena bien..- dije divertida- ¿Y mamá?

-Tuvo que irse muy temprano, oh, por cierto, yo hice el desayuno.- dijo Leo orgulloso

-Leo, te dije que no hicieras eso de nuevo.-dije tomando sus pequeñas manos, tenían cortes.

-Hice huevos con pan..como a ti te gustan..y jugo de naranja - dijo Leo con un puchero.

-Leo, te puedes lastimar, eres muy pequeño para cocinar, déjame eso a mi.-dije

-¿Quien dice eso? Yo soy el hombre de la casa....yo puedo ayudarlas.- dijo leo seriamente y yo lo abracé con fuerza.

-Escuchame bien..eres lo mejor que tengo en mi vida. ¿Entiendes?- dije revolviendo su cabello y el sonrió

-Ve a ducharte, vamos tarde Lis.- dijo

-Como usted diga capitán.- dije haciendo una referencia militar, tomé una toalla y entré al baño a ducharme.

.............

Después de ducharme y vestirme, tomé el botiquín y me acerqué a Leo, este estaba sentado en una silla mientras movía sus piernitas ansiosamente, yo me agache a su altura y abrí el botiquín

-¿Te gustó el desayuno?- preguntó Leo mientras yo abría una vendita.

-Uffff, ¿no viste que me chupé los dedos?- pregunté divertida y Leo sonrió

-Listo, están curadas.- dije colocando la última vendita en sus dedos.

-Me duelen..-dijo leo haciendo un puchero mientras se miraba sus manos

-¿Si? Veamos si después de mis besos siguen doliendo.- dije dándole besos en sus manitas.

-¡¡Lis!!- gritó Leo divertido mientras sonreía.

-Vamos, vamos muy tarde.-dije tomando su bolso y el mío.

Tomé la mano de Leo y salimos de la casa, caminábamos por las calles de Seúl tranquilamente mientras el sol caía en nuestra cara.

No me he presentado, lo siento. Les daré una pequeña introducción.

Vivo con mi madre y mi hermano menor, Leo tiene 9 años y yo tengo 23. Estoy estudiando Fotografía en una de las mejores universidades de Seúl, no por que tenga dinero, estoy ahí por una beca. Mi madre casi nunca está en la casa, siempre está trabajando para darnos una buena vida a mi y a mi hermano. No somos millonarios, tenemos los necesario para vivir, ni más ni menos.

Burning / JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora