Burning / Jenlisa

12

¿Mi boca?

Mi boca estaba abierta. ¿Por qué?

Kai bajaba de su auto con la cara lastimada, podía jurar que su cara no era lo único que estaba lastimado, cuando caminaba hacía caras de dolor.

Sus amigos caminaban atrás de el, todos miraban la escena asombrados.

Kai pasó por mi lado y no me dijo ni hizo nada, es como si fuera invisible otra vez.

Enseguida llegó a mi mente cuando le comenté a los chicos sobre Kai.

¿Ellos lo hicieron? 

Sonreí inconscientemente, de solo pensar que mis nuevos amigos le dieron una paliza a Kai por mi, me hizo sentir bien.

-Wow.- dijo Rosé a mi lado después de ver toda esa escena

-Me pregunto quien habrá puesto en su lugar a ese idiota, sea quien sea. Lo amo.- dijo Rosé pasando su brazo por mi hombro

-Lis...

-¿Si?

-¿Hoy a que hora sales de clases?- preguntó jugando con sus manos

-A las 3- dije

-¡Yo también! ¿Podríamos ir a mi casa a pasar el rato como los viejos tiempos?- preguntó con una tierna sonrisa

-Pero tengo que pasar a buscar a Leo a su escuela...y no lo quiero dejar solo en casa.- dije

-Entonces puedo ir yo a tu casa...y vemos películas con Leo- dijo sonriente

-Está bien Rosé, ¿a que hora vas?- pregunté

-A las 5 estaré allá.- dijo guiñando un ojo 

-Ok..-dije viendo como esta se alejaba para ir a su clase

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Después de salir de mis clases fui a recoger a Leo como suelo hacerlo, no fuimos directamente a la casa, Leo quería visitar a mamá, así que fuimos hacia el hospital a verla. Leo le contó a mamá todo lo que había hecho hoy en clases y yo estaba con un mejor humor al no tener que aguantar al molesto de Kai en la universidad.

 Mamá estaba bien, acostada en la camilla del hospital, nos contó que suele caminar por el hospital cuando está aburrida, ya es amiga de las recepcionistas, doctoras, enfermeras y pacientes.

Mamá me comenzó a hacer preguntas como, ¿de que era el trabajo que conseguí? ¿Cuánto me pagan? ¿Cuántas horas trabajo?

Tuve que inventar algo rápidamente, no podía decirle que iba a robar un banco con Bang. Así que dije que estaba trabajando como asistente de veterinaria.

Mamá quiere mucho a Bang, cuando éramos pequeños Bang solía ir a mi casa todos los días, el vivía en mi vecindario con sus padres pero le gustaba estar más en mi casa, ya que en la suya habían constantes discusiones entre sus padres. Cuando Bang y yo teníamos 17 años, Bang se fue del vecindario y nunca lo volví a ver, hasta ahora.

En conclusión, Bang siempre estuvo presente en mi infancia, él era muy protector conmigo, me trataba como si fuera mi hermano mayor y por eso lo quiero como un hermano.

Después de visitar a mamá Leo y yo regresamos a casa, estaba algo cansada, pero recordé que Rosé iba a venir a la casa, así que me metí a la ducha.

El agua caía por mi cuerpo mientras yo veía mis nudillos, estaban todos rojizos y con algunos raspones. 

-Espero que todo esto valga la pena..-susurré

Terminé de ducharme y salí del baño para entrar a mi habitación encontrándome con Rosé sentada en mi cama.

-¡Oh por Dios!- grité llevando mi mano a mi pecho

-¡Hola Lis! Leo me dejó pasar..llegué ahorita.- dijo

-Me estaba duchando, me sentía cansada.- dije secándome el cabello con una toalla

-Ven acá- dijo y yo me senté a su lado, esta tomó la toalla y me ayudó a secarme el cabello

-Te ves cansada...¿haces algo después de la escuela?- preguntó pasando la toalla por mi cabello lentamente

-Em...estoy trabajando como asistente de veterinaria.- dije

-Wow, ¿desde cuando?- preguntó

-Entré hace poco..-dije cabizbaja, odiaba mentir.

-Debe ser genial ayudar a cuidar animalitos..- dijo Rosé

-Sí..supongo- susurré esa ultima parte, Rosé había dejado de secar mi cabello pero mantenía su mano en mi cabeza, esta me veía fijamente mientras sus mejillas se tornaban rojas

-¿Desde cuando...tú y Jennie son amigas?- preguntó

-No sé si somos amigas...creo que sí..pero comencé a hablar con ella desde que me ayudó  cuando había una tormenta.-dije

-¿Te ayudó? te pasó algo?

-Estaba muy lejos de casa...y comenzó a llover, me metí a una tienda para refugiarme y me encontré a Jennie...ella me llevó a su casa y insistió en que durmiera ahí mientras pasa la tormenta.- dije

-¿Dormiste con ella?

-¿Qué? no..solo dormí en su casa, en la habitación de invitados.- dije

-Um...la debes de ver como tu superhéroe.- dijo Rosé rodando los ojos

-Algo así...yo diría que es más como un ángel.- dije sonriendo al recordar su carita.

Rosé notó como Lisa sonreía al mencionar a la castaña y no pudo evitar sentirse celosa.

-¿Vamos a ver la película? casi me como yo solo las palomitas y todavía no he puesto la película..-dijo Leo entrando a la habitación, Rosé y yo soltamos una carcajada y nos levantamos para ir a ver la película con Leo. Nos sentamos en el sofá y Leo colocó su película, Toy story.

-¡Al infinito y mas allá!- gritamos al unísono mientras veíamos la parte de Boss, Leo estaba acostado en mis piernas mientras yo le metía palomitas en su boca y Rosé estaba sentada mientras comía palomitas.

-¡Amo esta parte!- gritó Leo mientras movía sus piernas 

Después de media hora Leo había quedado dormido en mis piernas, así que lo cargué y lo llevé a su habitación.

-Descansa pequeño tigre.- susurré dándole en beso en la frente y Leo se acomodó en la cama, salí de su habitación sin hacer ruido y me senté en el sofá con Rosé

-Debe de estar cansado..-dijo Rosé bostezando y yo asentí

Rosé se acercó a mi y colocó su cabeza en mi hombro.

-¿Quieres seguir viendo Toy story? o vemos algo más?- pregunté adormilada pero Rosé se había quedando dormida en mi hombro

Poco a poco yo también terminé cerrando mis ojos.