Dos

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Pero miro tus ojos mientras ella pasa
que espectaculo para tus ojos cansados
mas brillante que un cielo azul
ella te tiene hipnotizado
mientras yo muero》

Las mañanas no eran especialmente lo mío pero por lo menos tú estas conmigo y eso las hacen buenas de repente.

–No entiendo porque las manzanas verdes saben mejor que la rojas si las dos son manzanas.– dices confundido, eres tan lindo con esa expresión en tu cara, yo solo reí, aunque en realidad tu pregunta si tiene sentido.

–No lo sé, tal vez el color hace que cambie su sabor por alguna extraña razón?– dije riendo leve. Todavía era muy temprano, estabamos en la entrada del colegio hablando, estudiantes llegaban y caminaban de un lado a otro, siempre el ambiente escolar me ha parecido muy agitado pero no importa cuanta gente pase por alguna razón yo siempre me concentro en ti.

De repente miraste hacía el estacionamiento, una chica de cabello negro con ojos un poco claros venía caminando con otras chicas, obviamente sabiamos quienes eran, obviamente sabías quien era. Te quedaste mirándola como si su caminar te hipnotizara, y te entiendo Mingi, cualquiera la miraría, porqué ella es muy difícil de ignorar y agradable de ver pero eso no podía evitar que un dolor en mi pecho apareciera, y que un silencio llegara a nuestra conversación que se acabó apenas ella apareció, había olvidado que habías ido por ella el sabado, pude haberte preguntado pero la verdad no quería saber como ella te besaba o te abrazaba mientras tú, seguramente le decías que estaba ebria, que la llevarías a casa, porqué siempre has sido tan educado y correcto Mingi, siempre.

Ella se acercó más a nosotros y obviamente paró su caminar frente a ti, porqué tú también eres muy difícil de ignorar y muy agradable de mirar.

–Hola– dijo con una sonrisa y yo traté de devolvérsela sin que pareciera una mueca. Para este entonces ya tú estabas tan sonrojado e incluso en esta situación no puedo dejar de pensar en que te ves lindo de esta manera.

–Hola.– le respondiste con una sonrisa que ojalá algún día me dediques a mí.

–Hola Minyeong.– dije yo.

–¿Ya no tienes resaca?– preguntaste, claramente ella te ponía nervioso. Los dos rieron y yo solo sonreí para tratar de disimular la situación.

–No, ya no tengo nada, gracias por ir por mí y lo siento mucho por haberte molestado tan tarde seguro ya estabas dormido.– dijo con una sonrisa un poco apenada.

–No estaba dormido, antes estaba con Hyesu.–dijiste mirándome y yo te devolví la mirada.

–Uf, menos mal. Me sentía muy apenada contigo y eso.– respondió y sentí que de repente empezaba a sobrar en la conversación, así que hablé por última vez.

–Iré al baño.

–Pero ya entraremos a clases.– dijiste.

–Sí, deberíamos ir yendo al salón.– dijo la pelinegra mirándome. Yo asentí.

–Vamos.– dijiste y empezaste a caminar con ella, yo iba atras de ustedes dos y sentía de repente un leve mareo, pero pude controlarlo. Entramos al instituto, ustedes cruzaron a la dirección de nuestro salón, detuve mi paso y los vi alejándose juntos por un rato hasta que alguien choco conmigo y pude reaccionar, seguí mi camino al baño, sola.

Ella te tiene hipnotizado, mientras yo siento que muero...

Heather; Song Mingi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora