El toque que se escuchaba proveniente de mi puerta hizo que despegara mi trasero del sofá, estaba teniendo un maratón de Harry Potter, aprovechando mi día al máximo ya que hoy no tuve que ir a la universidad, llegué hasta la puerta y la abrí para encontrarme con mi madre.
—Mamá, hola cómo estas?— dije un poco extrañada y sorprendida pero feliz de que mi madre estuviera aquí.
—Estoy bien ahora ayudame con esto.—dijo tratando de agarrar todas las bolsas que estaban en el piso, agarré algunas y me aparté para que ella pudiera pasar.
—¿Por qué no me avisaste que vendrías?—pregunté mientras caminaba hasta la cocina dejando las bolsas en la mesa.
—¿Para que tengo que avisarte que vendré a verte? puse dinero para esta casa así que es mía también.— desde que cumpli la mayoría de edad quise irme a vivir sola asi que trabajé mucho y mis padres también me ayudaron un poco.
A pesar de que mis papás trabajaban y viajaban mucho siempre han sido los mejores padres en el mundo, siempre al pendiente de mí, y si viajaban me llamaban constantemente y me traían regalos, cuando se iban de viaje siempre dejaban la casa llena de comida para que yo no tuviera que salir a comprarla y cuando estaban en casa trataban de aprovechar el tiempo al máximo conmigo, realmente soy muy afortunada de tenerlos.
—Ok pero no tenías que traerte todo el supermercado.— vi las cinco bolsas que trajo, llenas de pasta, arroz, salsas, vegetales e incluso algunas chucherías.—Pero te lo agradezco.— le dije antes de que me regañara por ser "malagradecida".
—Solo traje algunas cosas que vi que te faltaban.— según ella. —Además no seas malagradecida.— y ahí va...
Guardamos las cosas que trajo y puse agua a calentar para hacer cafe porque sé que a ella le encanta el olor a café y el sabor claramente. Después de darle su café caliente y el mío frío porque así lo prefiero, ella me comentaba que apesar de que papá ya fuera a cumplir cincuenta y cinco años seguía con las mismas malas mañas de bañarse muy tarde y que se iba muy tarde al trabajo y ella se estresaba siempre.
—Hyesu.— me llamó. —Hyesu, hija.— me volvió a llamar. —¡Kim Hyesu!— gritó esta vez y ahí es donde pude salir de mi burbuja.
—Si? lo siento mamá, estoy un poco...— le dije mirandola despues de agitar mi cabeza hacia los lados unas cuantas veces.
—Perdida, sí.— me interrumpió. —¿En qué piensas tanto?— preguntó levantandose para servirse un poco mas de café. —Y no digas que nada, te conozco.— advirtió, yo puse una de mis manos en mi cabeza suspirando.
—¿Recuerdas a Mingi?— pregunté y ella estaba tratando de recordar mientras se sentaba de nuevo frente a mí con su taza llena de más café.
—Mm ¿el que estudio contigo en el instituto?— preguntó después de saborear su café.
—Sí, ese.
—¿Era tu mejor amigo no?
—Pues sí pero...— me preparaba para decirle la verdad a mi mamá, ella no sabía el porqué dejó de ver a Mingi en la casa.—Él me empezó a gustar pero yo nunca se lo dije y él empezo a hablar con una niña que le gustaba y después él me besó un día que estaba borracho y después me dejó de hablar y ya nunca supe de él, se que te dije que no volví a saber de él porque se fue a la universidad pero la verdadera razón es que él se alejo de mí sin explicación alguna...— hablé sin parar.
—Para ser sincera siempre supe que te gustaba.— me interrumpió y yo la miré con el ceño fruncido. —Cuando alguien te gusta tu boca puede mentir pero tus ojos no, nunca.— dijo. —Además eres extremadamente amargada y con él eras todo lo contrario.— me miró.
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Heather; Song Mingi
Fanfic¿Por qué llegarías a besarme? No soy ni la mitad de bonita Le diste tu suéter Es solo poliéster Pero ella te gusta más Desearía ser heather...