The loud House La ciudad del Pecado Cap 5 P1

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En el capítulo anterior, nuestro joven albino, junto con su hermana Luna, nos ofrecieron una breve explicación sobre los demonios Centinelas y Virales, pelearon contra un grupo de ladrones malvivientes y pudimos ver como el chico se sentía inquieto con el hecho de no volver a ver a esa curiosa muchacha Emo que había conocido hace poco, Maggie.
O al menos, eso fue lo que él creía...
...
Inicio del Flashback:
Nos encontramos con un Lincoln que está en medio de la casa Loud, con sus manos manchadas de sangre y parado sobre los restos retorcidos e irreconocibles de una de las víctimas de la cruenta masacre que acababa de cometer, cosa que nos hace preguntar ¿A quién le pertenecían dichos despojos?
-¿¡Qué es este sentimiento de vacío que siento!? Acabo de hacer algo terrible, algo...inhumano, pero... ¿¡Porque es que no me importa en lo más mínimo!? S-se supone que debería sentirme mal por esto pero en lugar de eso...me siento... ¡Genial! Acaso... ¿Habré enloquecido por el poder que conseguí? ¿Acaso ya no seré capaz de sentir nada nunca más?- Fueron algunas de las preguntas que azolaron la mente perturbada del chico, poco antes de que una tranquilizadora mano se posará sobre su hombro y lo reconfortará con un par de palabras.
-No tenías elección. Eran ellos o nosotros. Y tú...elegiste protegernos.-
Fin del flash Back:
...
-Hey, Linc, ¿Te sucede algo? Estás como ido en tus pensamientos o algo así. ¿Todo bien?- Preguntó una curiosa Luna, luego de ver como su hermano parecía haberse quedado ensimismado en sus pensamientos luego de hacer contacto visual con el edificio frente a ellos.
-Solo estaba recordando cosas del pasado. ¿Recuerdas como hace años cause esa masacre y no tuvimos más remedio que venirnos a vivir aquí luego de que creyéramos haberlo perdido todo?- Preguntó el albino, con una expresión que, si bien al inicio sería seria y algo depresiva incluso, al momento de girar la cabeza para así ver en la dirección del edificio frente a él, no pudo hacer otra cosa más que sonreír ligeramente. -¿Quién iría a pensar que nos haríamos dueños de un Casino luego de eso? Es algo cómico si lo piensas, ¿Verdad?- Preguntó de forma retorica él, logrando de paso tranquilizar la inquietud de su hermana, poco antes de hacerle saber que ya estaba listo para ingresar al lugar.
Es así entonces que el dúo entra por la puerta principal del edificio, pasando por al lado de una serie de cabinas donde los empleados y clientes revisaban y confirmaban los datos de sus identificaciones, antes de pagar una comisión por la entrada y entregar el dinero en forma de fichas con las cuales apostarían dentro de la instalación.
Sin embargo, nuestros dos protagonistas, siendo dueños directos del lugar, no se vieron en la necesidad de pasar por dichos procesos, por lo cual simplemente cruzaron por un pasillo alfombrado, que estaba vigilado por un par de fornidos y robustos guardias de seguridad, los cuales, apenas verlos, se apresuraron a saludarlos con respeto y permitirles el ingreso al hermoso recibidor lleno de gente que había a la derecha.
A partir de ahí, ambos muchachos subieron las escaleras que conducían al hotel, observando en el camino que todo se encontrara en orden y que todos los empleados del lugar se encontrasen desempeñando correctamente sus actividades.
A su izquierda se encontraban los baños, y junto a estos un juego de salas de convivencia que, a modo de sugerencia de una de las tantas chicas Loud, contaba con una serie de cómodos muebles y un conjunto de paredes aprueba de ruido. Las cuales resultaban ideales tanto para reuniones discretas, como para ciertas actividades de libertinaje.
No obstante, lo que más tenía su atención, era el lugar al que ambos marchaban a paso veloz, es decir, la gran puerta hecha de oro puro al final del pasillo, la cual los conduciría al tan codiciado y elegante Casino del cual ellos tenían el gusto de llamar como suyo.
Al momento de cruzar el umbral de las puertas, los dos Louds pudieron ver como la atmosfera entre el pasillo y el sitio de apuestas chocaban de manera abrupta, ya que, como verán, el ambiente de este último estaba lleno de música de Jazz y sonidos de máquinas tragamonedas funcionando de manera incesante; plagado con los embriagadores aromas propios de una perfumería de primera, los cuales solo eran perturbados por los olores de los cigarrillos portados por uno que otro transeúnte del lugar; y, por supuesto, una infinidad de luces centellantes y llamativas, diseñadas para atraer la atención de las personas e impedir que cualquiera de ellas se percatase realmente si era de día o noche afuera del edificio.
Lincoln entonces avanzó por el lugar sin darle mayor importancia a nada de lo que sucedía a su alrededor, recibiendo así los saludos de los numerosos guardias, crupieres y meseras que iba pasando, a medida que sus ojos se limitaban a vagar por varias de las zonas designadas para juegos como la ruleta, los dados, las mesas de Blackjack, etc.
...
Fue así que, conforme fue avanzando, el chico acabo por subir hasta el segundo piso, donde se hallaban lo salones dispuestos para el Poker, el Pool o el más estrafalario Bar dentro del edificio, encontrándose así con un acontecimiento que sí parecía ser merecedor de su atención.
A lo lejos, en una de las tantas mesas rodeada de apostadores, él pudo distinguir la imagen de una cierta castaña, a la cual él rápidamente pudo identificar debido al repentino anuncio del Crupier, la monumental cantidad de fichas que había ganado del resto de jugadores tras su victoria y a un cierto comentario a modo de broma hecho por ella luego de la misma.
-Espero que no vaya a hacer mucho frío este invierno, porque creo que los acabo de desplumar a todos ustedes, chicos. Jajajaja. ¿Entienden?- Vociferó la muchacha, recibiendo así una serie de miradas que, lejos de mostrarse divertidas por el comentario, parecían llenas de una ira, frustración e impotencia que no haría nada más que aumentar luego de que la joven, lejos de sentirse intimidada, golpeará la espalda de uno de ellos para así decirle que se anime un poco y que solo "Disfrute del juego".
Acto seguido, ella se levantó para realizar un pequeño "Baile de la victoria", el cual continuó hasta que la mano de una cierta persona que ella conocía bastante bien se posara sobre su hombro.
-Veo que te has estado divirtiendo mucho sin nosotros, ¿Eh, Luan?- Preguntó Lincoln.
-Jeje. He hecho lo mejor que he podido para hacerlo, pero...lo cierto es que el Casino no es ni la mitad de divertido cuando tú no estás aquí, mi lobito blanco.- Respondió velozmente ella, luego de ponerse de pie, abrazarse juguetonamente al cuello del chico y darle un amoroso beso en la mejilla a modo de bienvenida.
Al ver dicho acto; y más que nada, reconocer de inmediato la figura de Lincoln; el grupo de clientes reunido en la mesa rápidamente se disipó del lugar debido al miedo que sentían por la idea de "Haber sido groseros" con alguien tan cercano al chico en presencia de este último. Tanto era su miedo que incluso algunos de ellos ni siquiera se molestaron en recoger sus fichas o demás cosas de la mesa con tal de alejarse lo más rápido del lugar.
Es por esto que, tras ver que su presencia parecía estar alterando y "Matando" el ambiente del lugar, nuestro ahora trío de hermanos decidió alejarse e ir a un salón privado dentro del Bar, donde Luan además aprovecharía para contar las fichas que había ganado, tanto en el juego como en la inesperada partida del resto de los jugadores.
...
Una vez a solas, el chico vio oportuna la ocasión de preguntarle algo a la muchacha.
-Otra vez estuviste haciendo uso de tu Essokinesis, ¿No es así? Haciendo eso, es imposible que no te toquen siempre las cartas que tú deseas.- Comentó él, haciendo alusión a los poderes de dominio temporal del Espacio y la Realidad que tenía su hermana amante de las bromas.
-Me conoces bien, hermano. Pero dime, ¿Cuál es el problema con eso? A fin de cuentas, esta es mi casa, ¿O no?- Respondió ella, causando así que Lincoln la mirase con un cierto disgusto, el cual rápidamente aprovecharía para hacer una de sus típicas bromas. –Pero bueno, si eso realmente te molesta, siempre puedo hacer uso de mi "Otro poder" para así distraer a mis demás contrincantes.- Dijo al momento de jalar el borde de su ropa, para así revelar su escote y ofrecerle a su hermano una mirada lasciva, la cual tenía claras intenciones de querer seducirlo.
-Luan...solo...detente, ¿Quieres? Trato de hablar en serio aquí.- Contestó de forma pesada él, sin mostrarse particularmente emocionado o excitado por el accionar de la chica.
-¿En serio? ¿Nada de nada? ¡Cielos, Linky! Sé que perdiste muchas de tus emociones al contener a esos demonios dentro de ti, pero eso no es excusa para que me ofrezcas reacciones tan aburridas como esa.- Se quejó ligeramente la castaña, dejando de lado su intento de seducción e inflando levemente las mejillas, antes de comentar... -Pero hoy pareces estar más apagado que de costumbre. ¿Acaso sucedió algo?-
-No trates de cambiar el tema. Ya me he cansado de decirte que no deberías usar tus poderes en presencia de las personas normales. Sí vuelvo a ver que lo haces, no tendré más remedio que darte un castigo apropiado.- Acotó de forma intimidante él, esperando que eso sirviese para corregir la actitud de la joven, pero en su lugar recibiendo como respuesta una sonrisa por parte de esta.
-¿¡ME LO PROMETES!? ¡SABES QUE YO AMOOOOOO TUS CASTIGOS, HERMANO! ¡SOBRE TODO CUANDO UTILIZAS ESAS COSITAS QUE TENEMOS GUARDADAS EN NUESTRO QUERIDO CUARTO ROJO!- Declaró con emoción Luan, causando así que Lincoln frunciera el entrecejo y que su hermana riera ligeramente antes de comentar...
-Mi trasero aun me duele luego de la última vez que él me castigo, Luan. Pero bueno, esa solo es otra de las ventajas de ponerse algo "Rebeldes" de vez en cuando.-
Dándose cuenta de que su amenaza no había tenido el efecto que deseaba, Lincoln simplemente se limitó a suspirar antes de volver a encarrilar el rumbo de la conversación.
-Bueno, ya está bien, hermanas. Por ahora las dejaré a solas para que discutan los resultados de sus actividades del día de hoy. Yo, por mi parte, iré a cumplir esa promesa que le hice a Lily hoy en la mañana. Las dejaré a cargo del lugar, así que...traten de comportarse.- Anunció él, luego de ponerse de pie y enfilarse hacia la salida del lugar. -Por cierto, avísenme cuando Lori o Leni regresen de sus misiones, y díganle a Lisa que prepare una habitación de Hotel para mí esta noche.-

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