The loud House La ciudad del Pecado Cap 3

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Una vez que decidió que se pondría, el chico se vistió con un traje elegante y una corbata, se peinó hasta enlizar su fino cabello cano y se montó en su auto personal para ir al sitio acordado por ambos; no sin antes darse una pasada por su armería privada para surtirse de una buena pistola y un centenar de balas, solo en caso de que llegase a necesitarlas.
En cuanto a la chica de piel pálida y cabello negro, la misma había salido del hospital en el que había sido internada en la tarde, razón por la cual tuvo tiempo de sobra para llegar hasta su apartamento y rebuscar entre sus cosas el atuendo ideal para la ocasión. Sin embargo, luego de mucha búsqueda y más de 30 minutos probándose varias combinaciones que incluían prendas rosas, atuendos de moda, trajes atrevidos y vestidos formales, la chica simplemente acabo por dejarse caer sobre una cama llena de más de la mitad de su armario antes de decir...
-Uff. Joder. No estoy segura del porqué, pero estoy algo nerviosa por esto y la verdad...no tengo ni idea de qué ponerme.- Admitió la muchacha, momentos antes de dibujar una línea horizontal con su boca y fruncir los labios ante lo contrariada que estaba por aquella situación. –Y lo peor es que ni siquiera sé de qué me preocupo. Digo, solo iré a tomar café con un chico malo que me ayudo. Será una simple reunión de amigos...no, ni siquiera eso, solo una reunión con un conocido. De ninguna forma esto es algo como una c-cita.- Dijo la emo, poco antes de notar que sus mejillas habían ganado algo de color ante la sola mención de esa última palabra, cosa que la llevo a darse un ligero golpe en las mismas con las manos antes de declarar... -¡No lo es! ¡Y desde luego, no es una cita con alguien de quien me haya enamorado! ¡Así que solo tengo que decidirme por algo para usar y ya!- Y con eso, Maggie cogió un segundo aire y una mentalidad nuevamente esclarecida, la cual la motivó a recoger un cierto conjunto que le diese un aire de "Peligro", a fin de corresponder a la primer impresión que Lincoln había dejado en ella.
Fue así que, tras seleccionar cuidadosamente su ropa, la chica esbozo una enorme sonrisa ante la combinación lograda antes de decir...
-Perfecto~-
...
Una hora después, nos encontramos con un cierto chico albino sentado solo en la mesa exterior de una cafetería, preguntándose donde podría estar su supuesta cita, e incluso cuestionándose si la misma iría a venir a su encuentro o no.
-Ya llevó un buen rato esperando, pero esa chica todavía no se digna en aparecerse.- Comentó internamente Lincoln, poco antes de darle un amargo sorbo a la taza de café que tenía en sus manos. –Debí imaginarme que no vendría. De hecho, fue realmente estúpido esperar lo contrario. Es decir, ¿Quién en su sano juicio se atrevería a venir a ver a un demonio como yo?- Continuó monologando el chico, al momento de terminar de darle un trago a la bebida y soltar un ligero suspiro antes de ventilar en voz alta sus ideas. –Tch. Para este punto ya debería saber que no me conviene tener amigos. Y sobre todo si se trata de una chica linda y pura como ella.- Dijo él, segundos antes de que un par de manos detrás de su cabeza apareciesen para taparle los ojos y hacerle una pregunta en un tono evidentemente juguetón.
-¿Oh? ¿Así que piensas que soy "Linda" y "Pura", eh? Eso es algo tierno.-

Siendo sorprendido por dicho accionar inesperado, Lincoln se asusta y avergüenza ligeramente por la repentina aparición de Maggie, haciendo que casi diese un salto sobre su silla mientras pensaba

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Siendo sorprendido por dicho accionar inesperado, Lincoln se asusta y avergüenza ligeramente por la repentina aparición de Maggie, haciendo que casi diese un salto sobre su silla mientras pensaba...
-¡Joder! ¡Eso fue incluso peor que los sustos que da...! ¿¡Lucy!?- Se estaba quejando él, segundos antes de fijar su vista en la muchacha y llevarse una sorpresa tan grande que lo dejó literalmente con la boca abierta y provocó que accidentalmente empezase a derramar su café sobre la mesa.
Como verán, motivada por la idea de aparentar peligro, Maggie se vistió con un intenso conjunto gótico, el cual contaba con un moño detrás de su cabeza, que sirvió para que se hiciera una coleta; un collar de púas metálicas ubicado en su cuello; un Sweater afelpado de color negro, que poseía una cruz blanca e invertida en el centro; unos pantalones de Jeans cortos y negros, decorados por una serie de raspones en las rodillas; unas medias largas cubiertas de símbolos como calaveras; y un par de botas de cuero oscuras cubiertas de numerosas espinas.
Siendo testigo de ello, el joven albino no pudo hacer otra cosa más que quedar en shock al ver a Maggie vestida con un atuendo que por un segundo le hizo dudar de que realmente fuese la misma muchacha indefensa que había ido a salvar el día anterior.

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