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EL TURISTA ERICK BLOSSOM.
 

Tres horas antes de lo sucedido en casa de Allison Hains.
 
Sus ojos blancos me observan fijamente mientras mi cuerpo tiembla, sus manos me acarician antes de acorralarme entre sus brazos. Frío, es lo que emana de ella, a parte del miedo y los escalofríos que su mirada provoca.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunto mirando esos ojos y tragando saliva.

Su mirada se dirige hacia la mesa donde yace todas las pertenencias de mi hermana, suelta una carcajada antes de envolverme en un aura de oscuridad y verlo todo desde otra perspectiva.

No tengo idea del lugar en donde me encuentro, solo soy capaz de observar una espesa niebla avanzar hacia mi dirección, intento moverme para huir de ella, pero un par de brazos me sujetan de los tobillos.

 —¡SUELTAME! —grito con desesperación antes de darme cuenta de que se trata de Noah, aquel tipo que me hizo venir a Sayded como lo hizo mi hermana.

Sus dedos sujetan con firmeza mis tobillos, intento patearlo, pero sigue siendo inútil.

—¿Qué pasa niño bonito, te da miedo morir?

Desde lo profundo de su garganta comienza a sonar una carcajada llena de alegría y triunfo al mismo tiempo en que sus dedos dejan de sujetarme.

—Anda, vete de una vez de aquí, claro, si La Forma te lo permite. Solo que quede claro una cosa, yo no mate a tu hermana, ni siquiera lo hizo la Avenida.

—¿La forma?, ¿de que estas hablando?

Sus labios forman una sonrisa antes de que sus ojos oscurezcan para que luego sangre brote lentamente de ellos, intento acercarme para verlo mejor, pero la neblina está demasiado cerca. Decido seguir huyendo, mis pies corren a toda velocidad mientras algunos gritos y lamentos comienzan a escucharse a lo lejos.
Torpemente pierdo el equilibrio al tropezar con algunas ramas de las cuales no me había percatado, al levantarme de nuevo frente a mi aparecen cinco mujeres y todas vestidas de blanco, comienzan a formar un círculo alrededor de un árbol. Dicen palabras que no entiendo hasta que una de ellas se acerca lo suficiente al árbol y comienza a tallarlo con las uñas de sus dedos, acto seguido las otras imitan su acción, bastan segundos para ver a cada una con las manos ensangrentadas.

—¿Qué significa todo esto? —miro a mi alrededor realmente confundido, esto no puede estar sucediendo.

—Es parte de lo que significa su sacrificio.

Agacho mi cabeza para descubrir la mirada de una pequeña, quien sostiene al muñeco que me dejo uy en claro que no debo irme.

—¿Eso es lo que significa ahora?

—Claro que sí, eso tú muy bien lo sabes. Sacrificaste toda tu vida por venir a Sayded con la única finalidad de encontrar a tu hermana, pero a la vez fue otra cosa la que te impulso a dejarlo todo.

—No puedes hablar de lo que no sabes —digo intentando ser franco, pero la verdad es que sus palabras aciertan en cuanto a mis acciones, claro que vine por mi hermana, pero había algo más que me hizo venir, es como si de una fuerza se tratase. Y no tuvo que ver con aquella historia de terror.

Elisa ya llevaba mucho tiempo desaparecida. ¿Qué esperanzas hay de encontrar a alguien con vida después de tanto tiempo? ¿Cómo se supone que debes salir adelante después de una pérdida?

AVENIDA DER TODESFALL   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora