KNB Week 💦

CUATRO; Cuaderno...

Cuarto día: Objeto valioso

 

   

    Seijuro bebía tranquilamente de su café mientras revisaba unos documentos en el living de su mansión, pero de repente, sintió un extraño escalofrío en su nuca, le dió frío en todo el cuerpo y sus manos sudaron.

    'Esto es...'

    — ¡Kouki me necesita!

    Seijuro dejó atrás su trabajo y corrió al rescate(?) De Kouki.

 

 

 

 

———🌷
——————

 

 

 

 

    Kouki sorbía su nariz mientras sus lagrimitas no dejaron de salir, hipaba y trataba de secarlas, pero era inútil, seguían saliendo como un río en descontrol y no parecía que diera indicios de detenerse.

    Tomó el empapado cuaderno en sus manos y lo presionó contra su pecho, no le importó en lo más mínimo ensuciar su ropa con aquel pegajoso líquido, ahora mismo estaba desconsolado, triste, frustrado, pero sobre todo, enojado consigo mismo por no poder proteger un objeto tan preciado para él, y ahora, por no poder hacer nada para repararlo.

    Se sentía horrible consigo mismo.

    — ¡Kouki!

    — ¡Hiick!

    Kouki saltó en su lugar asustado, provocando que soltara el cuaderno de entre sus manos, con suerte, ya estaba tirado en el piso, sino, hubiera caído de pompis.

    — ¿Kouki...? —. Seijuro lo observó, sentado en el suelo mientras sus lagrimitas no dejaban de caer, al igual que los mocos, sus ojos estaban rojos al igual que sus pómulos, sus labios tiritaban y, al parecer, empeoró cuando lo vió.

    — S-Seii...

    — ¡K-Kouki! —. Seijuro rápidamente fue con el castaño, en este tipo de situaciones, siempre funcionaba sostenerlo en sus brazos cual bebé.

    Seijuro lo levantó, lo hizo pararse, pero al instante lo abrazó y levantó en sus brazos, Kouki rápidamente enredó sus piernas en la cadera del pelirrojo y sus brazos en le espalda de este, tan fuerte que Seijuro casi se quedó sin aliento.

    — ¿Qué sucedió, amor?

    Kouki ocultó su rostro en el cuello de Seijuro y balbuceó, el pelirrojo no entendió casi nada.

    — E... *Hip* El... Cuaderno... —. Su voz salió distorsionada, a penas audible.

    Seijuro se fijó en el suelo, ahí estaba un simple cuaderno de apuntes manchado con lo que parecía ser, jugo de naranja. Para los ojos de Seijuro, era un cuaderno de lo más normal, de esos que se consiguen en todos lados, son baratos y, hasta se podría decir, de mala calidad.

    No entendía el porqué de su tristeza, pero el no saber, no signifique no lo consolaría.

    — ¿Había algo importante escrito allí?

    Su voz salió suave y amable, en un murmuro solo para que Kouki lo escuchara.

    Kouki negó, aún en el cuello de Seijuro.

    — ¿Entonces?

    — ... Eso... Ese cuaderno... —. Kouki parecía que quería empezar a llorar nuevamente, Seijuro sentía como sus uñas se clavaban en su espalda, no es como si eso nunca sucediera, pero que sea por esta razón, no le gustaba.

    Seijuro acarició tiernamente la cabellera de Kouki hasta que este se calmó y por fin, pudo decirlo.

    — Ese cuaderno... Me lo diste tu... Hace tres años... Cuando Tetsu te perdió que me ayudes con matemáticas... —. La voz de Kouki salió quebrada y resbaladiza, estaba haciendo un gran esfuerzo por hablar sin trabarse.— A-al principio te tenía mucho miedo, pero mientras más te conocía, más lindo eras y... Y cuando tuvimos está seción de estudio me di cuenta de que me gustabas, Seii... Y que me hayas regalado este cuaderno, por más barato y simple que haya sido, y que en realidad no te importaba, yo fui inmensamente feliz... Es como un amuleto de la suerte para mí... El recuerdo de cuando supe de mis sentimientos por ti...

    — ...

    Seijuro caminó en silencio, aún con Kouki en sus brazos, levantó el pegajoso cuaderno y lo dejó sobre el escritorio de Kouki, sobre la servilleta que estaba allí y fue directo a la cama de Kouki, lo recostó suavemente y luego se tiró él sobre el castaño, está vez fue Seijuro el que ocultó su rostro en el cuello ajeno.

    Fue dando suaves y tiernos besitos por toda la piel expuesta por la gran camiseta de Kouki (de Seijuro), pasando por su oreja, su mandíbula y sus mejillas, para terminar besando los labios de Kouki, lentamente y sim apuros.

    — ¡E-espera! —. Kouki alejó a Seijuro con vergüenza.— Y-yo estoy sucio... Con mocos y lágri-mgh...

    A Seijuro no le importó y volvió a besarlo, está vez más rudamente, cada vez quería más de Kouki, cada vez quería más tenerlo para el solo, el castañito cada vez le daba más razones para amarlo.

    — En verdad... *Chu* Eres tan... *Chu* Lindo... *Chu* *Chu* *Chu* —. Seijuro fue dejando pequeños besitos sobre los labios de Kouki cada que hablaba, dejando a Kouki balbuceando sin saber que decir.— Kouki... —. Juntó ambas frentes y movía su rostro lentamente para rozar sus narices.— No sé cómo consolarte en este momento, nunca fui bueno en esto, pero... ¿Podrías conformarte con tenerme a mí ahora...?

    Kouki soltó una suave risita, besó tiernamente los labios de Seijuro y lo obligó a recostarse en su pecho, Seijuro sintió las descontroladas palpitaciones del corazón de Kouki retumbar en su oído.

    — Creo que tendré que conformarme contigo...

    — Oye...

 

 

 

 

    — Por cierto, ¿Cómo entraste? Y... ¿Cómo te enteraste de lo que me pasaba? *Kouki*

    — Tu madre me dejó pasar, aunque tú hermano lo impidió al principio *gruñido*, y con respecto a la otra pregunta, ¿No te dije que mí Koukinstinto vibra cuándo necesitas ayuda? *Seii*

    — ¿Koukinsis... Koukintis.... Qué...?

    — Nada de lo que debas de preocuparte, solo tienes que saber que siempre que lo necesites, ahí estaré...

    — Owww... Eres tan lindo...

Es el más cortito, pero creo que eso es lo bueno (?

😔👌

¿Alguien entendió la referencia?

Fecha: 15/10/2020

AkuaRio