Conviviendo con un vampiro (JackStabo - Historia completa).

Capitulo 19(Capitulo final)

• Capitulo19

Ese día hacia frio y nubes oscuras en el cielo amenazaban con llover, hace poco había amanecido y en el cementerio reinaba el silencio.

De espaldas se hallaba la silueta de un hombre que vestía con un abrigo negro, un sombrero de fieltro de igual color, se encontraba delante de una tumba, la cual era reciente.

El hombre hinco una rodilla en el frio suelo, retiro uno de sus guantes blancos de cuero de la mano y lentamente llevo la yema de los dedos hasta la inscripción, en la lapida donde podía verse claramente un único nombre:

"Gustabo García"

Un suspiro salió de los labios del hombre antes de decir dos únicas palabras.

—Hasta siempre.— era una despedida.

En ese momento, una mano se poso sobre uno de los hombros de aquel tipo y este llevo la mano sin guante hasta esa otra que descansaba sobre su hombro, apretándola un poco.

—¿Ya te has despedido?—dijo la voz varonil y profunda a su espalda del dueño del de la mano que reposaba sobre su hombro.

El del sombrero asintió con la cabeza, retirando suavemente la mano del hombre a su espalda y se dio la vuelta para encarar al tipo.

Los dos hombres intercambiaron una mirada cómplice, el hombre del sombrero miraba al otro a los ojos y una sonrisa picara surco sus labios al ver a ese hombre de cabellos negros bien peinados, con un abrigo negro similar al suyo, abierto, dejando ver el traje impecable que llevaba ese hombre, de porte elegante y cuerpo bien cuidado, enguantado con unos guantes similares a los suyos solo que de color negro, con unas gafas oscuras, aunque él podía ver aun así perfectamente los ojos castaños de mirada intensa en el rostro atractivo y varonil.

—Ya podemos irnos si quieres, Conway— dijo el del sombrero.

Pero ninguno de los dos se movió si quiera, Jack, elevo una mano hasta la mejilla del contrario, acariciando el pómulo del otro con el pulgar, sin dejar de mirar esos ojos azules tan hermosos y que tanto amaba.

—Iremos donde tu quieras, Gustabin— respondió sonriendo al otro.

El de ojos azules le guiño un ojo, quitándose el sombrero y devolviéndoselo a su verdadero dueño, que era Jack. Los rubios cabellos peinados hacia atrás podían verse claramente y algún mechón rebelde cayendo sobre la frente del chico.

—Es usted un poco cabrón ¿eh? No me dejo llevar mi chaqueta roja favorita, ni mi ropa made in Gustabo sexy, aunque ponga lo que me ponga yo siempre estoy guapísimo, que lo sepa abuelo— se quejo el rubio a lo que el otro rodó los ojos y suspiro.

—Capullo, ya se que estas siempre guapo, pero en un cementerio debes ir presentable, al menos en honor de los difuntos, además tu fuiste quien quiso hacer este teatro con una tumba vaciá solo para despedirte de tu vida anterior. Al menos respeta a los difuntos anormal de carrito.— le regaño al otro quien hizo caso omiso, encogiéndose de hombros y seguía sonriendo sabiendo que el moreno realmente no estaba enojado.

—Venga ya abuelo, si están muertos a ellos les da igual como vista o hasta si voy en pelotas paseándome por todo el puto cementerio, aunque no seria mala idea...se me pone tiesa ahora que lo pienso... el que usted y yo, aquí... ya sabe...— moviendo las cejas mientras hacia un gesto obsceno.

Por respuesta se llevo una colleja en la nuca que hizo que el mas joven llevase su mano hasta esta.

—¡Coño que malas pulgas tiene viejo! Eso a dolido y pica, ¿Hoy no se ha levantado con los cojones católicos verdad?—pregunto masajeándosela nuca dolorida.