What love is, I think ✦ larry au!

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Son aproximadamente ‪las diez de la mañana‬ y está de más mencionar que el sol ha salido ya, en la habitación las cortinas están cerradas y son tan opacas que aunque los rayos ultravioletas quisieran colarse para brindar aunque sea un poco de luz, no podrían. En alguna de las esquinas del escritorio hay una camiseta arrugada, y en alguna parte del suelo se encuentran un par de pantalones, y es posible que sobre la cama haya dos cuerpos desnudos cubiertos por una colcha lo suficientemente grande para abordarlos a ambos.

Louis está boca abajo, con el pecho en el colchón y la cara enterrada en la almohada ligeramente perfumada porque ha sido lavada recientemente, su espalda sube y baja con cada respiración que toma y si no estuviera tan profundamente dormido probablemente sentiría el calambre que está atacando su brazo izquierdo en esos instantes como si tuviese un millón de hormigas caminando en ese lugar por la posición que lleva. Existe la posibilidad de que tenga un pequeño hilo de saliva escurriéndose por la esquina de su mejilla hasta llegar a la tela de la funda de la almohada, y junto a él, demasiado cerca, hay alguien más.

Y ese es Harry, y está igual de dormido que Louis o incluso un poco más, y tiene una de las piernas descubiertas dejando a la vista su muslo terso y lampiño, y los rizos regados por todas partes tocando su cara y alguna que otra parte de la piel de Louis. Tiene los labios entreabiertos al respirar por allí y cada tanto se le arruga la nariz con cada pequeño ronquido que suelta.

Tienen el día libre en el trabajo hoy, y a pesar de que no están en el mismo local porque Louis es uno de estos profesores de pintura al óleo en una pequeña escuela de arte que le paga lo suficientemente bien como para permitirle comprarse lienzos, un millar de pinturas porque aunque sabe mezclar los colores sin demasiados problemas le encanta tener los tubos organizados y colgados en la pared de su diminuto y muy cómodo estudio, y Harry es solo otro profesor de canto con unas notas altas realmente buenas y que parece una verdadera estrella de rock por la ropa tan excéntrica que suele usar.

Les gusta enseñar, y esa quizás es solo una de las tantas razones por las que están juntos hoy, mañana, toda la vida.

Uno de los dos respira profundamente, el otro se rasca de manera inconsciente la esquina de la cadera desnuda y tal vez en alguno de esos movimientos la mejilla de Harry termina sobre el hombro de Louis y ahora ellos están abrazados entre sueños sin nada que decir o hacer porque no pueden.

Y se está bien allí, si tuvieran conciencia lo dirían, y se darían alguno que otro beso repleto de sonrisas risueñas y cargadas de todo el cariño que se tienen.

Se quieren, tal vez más de lo que se puede querer, y el hecho de que estén durmiendo juntos en una mañana tan simple como cualquier otra es otro de los tantos detalles que adoran compartir, aún en los cómodos brazos de Morfeo. 

El primero en despertar es Louis, y no es tanto porque quiere hacerlo sino porque ha escuchado el ruido demasiado fastidioso de un taladro que lo espanta y le obliga a abrir los ojos de repente. Inhala, se le arrugan las cejas cuando cae en cuenta de que se trata de nada más que la construcción de lo que parece ser un edificio justo en frente, y quizás se le arrugan las al momento de notar que no siente su brazo izquierdo.

Le duele, intenta moverse pero se da cuenta de que hay un peso extra en alguna parte de su hombro, y suspira, y sabe que es Harry porque siente sus rizos, su piel, su respiración, y de verdad no quiere despertarlo al apartarlo, pero en serio necesita volver a sentir su extremidad una vez más.

Así que se gira con lentitud pulcra y consigue, de alguna forma, quedar con el pecho al techo, el brazo en una mejor posición y la cabeza de Harry justo en donde está su corazón. Él mismo lo escucha latir en sus oídos, calmado, apaciguado y lleno de tranquilidad, cada pequeño golpe cargado de paciencia y amor.