Calling

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La curiosidad le había ganado, podría estar irrespetando la privacidad de su hermana menor pero sentía una gran necesidad por saber de lo que se trataban esas llamadas.

Ya había escuchado entre tantos rumores los fines de estas, nunca les tomó importancia para investigar más sobre ellas.

Se encontraba con su hermano en el departamento que habían rentado juntos, casi nunca pasaban tiempo en este a menos que sea para hacer fiestas. Tenían prohibido hacer algún desorden en su casa, por lo que con el trabajo que habían conseguido pueden cubrir la renta de este.

"Vamos, ¡llama ya!" Le causo gracia el animo de su gemelo, se escuchaba como un hombre desesperado anunciando algún producto por televisión.

Entonces, luego de las alentadoras palabras de Edric tocó la pantalla del celular marcando los cuatro números iguales.

Hola! Marcaste al número 5555 en el cual podemos ofrecerte distintos servicios de los cuales podrás disfrutar al presionar el botón que le corresponde a los siguientes:

Marca 1 para atención al cliente
Marca 2 si buscas compañía por una noche
Marca 3 si deseas una nueva amistad
Marca 4 si quieres revisar el catálogo
Marca 5 en caso de querer encontrar a tu media naranja."

Ambos estabamos congelados en nuestros lugares, ¿Qué debía presionar? Nunca imagine que sería de esta manera como Amity conseguiría pareja.

"¿Qué hago?" Fue lo único que salió de mi boca, aunque al ver como mi hermano presionaba el número dos rápidamente muchas incoherencias salieron de la misma. "¡Edric, deja de hacer estupideces!" Seguí gritándole hasta escuchar la máquina que había respondido anteriormente.

"Usted a marcado la opción 2, espere un momento para contactarla con el personal."

El idiota daba saltos por toda la sala, esquivando las cosas que le arrojaba. Estaba tan nerviosa, no era como si estuviera a punto de quedar con un desconocido para tener sexo siendo aún virgen.

"¡Por fin dejaras de ser una monja, hermana!" Chillaba con emoción el chico, seguramente toda la sangre que se me subió al rostro del enojo me haría ver como mittens en este momento. Ahora la entendía. "Vamos, seguro la pasaras fabuloso." Al terminar su oración le pude dar con un reloj de pared en el rostro, haciéndolo caer al suelo quejándose del dolor.

Sin darme cuenta, ya había aceptado la propuesta para la noche siguiente.

Una noche al 5555 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora