Capítulo 5 - Conociéndote

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¡Avisos importantes!

1.- En este capítulo hay OOC para Draco. A algunos no les gusta el Draco más sensible, pero yo quiero explorar un poco ese lado de él. Creo que nuestro Dragón no tuvo la oportunidad de expresar sus inseguridades y divertirse cuando era un adolescente y yo digo ¡Basta! Estar harto y abatido de vez en cuando también está bien.

2.- También tocaré la casi muerte de un infante. Si eres sensible a ese tema, si te causa problemas o conflictos saltate desde donde están los *** o Lee bajo tu riesgo. Igual no es algo tan grave pero pondré la advertencia de todas formas.

¡Ahora sí! A lo que cruje chencha (?)

Capítulo V - Conociéndote

Al día siguiente cuando Draco bajó era un poco más temprano de lo habitual. Se había bañado y dejaba a su paso una estela de un refrescante aroma a nueces tostadas y jazmín. Caminó directamente hacia la barra de la cocina y se puso a buscar en las alacenas algo para desayunar. Al final decidió que no tenía tanta hambre y tuvo suficiente con picar unas cuantas frutas.

Harry lo observó con una sonrisa silenciosa desde que entró a la cocina. Hoy el rubio estaba más callado de lo usual. Si fuera un día normal, estaría silbando y sería capaz de devorar media despensa. En cambio parecía que meditaba cada movimiento. Hacia todo despacio y con cuidado, como si fuera la primera vez en su vida que tenía un cuchillo para fruta en las manos y tuviera miedo de cortarse. Sabía que Draco podía sentir su mirada atenta porque la parte posterior de su cuello y la punta de sus orejas estaban cambiando de color a un tono rojo brillante. Curiosamente, la idea de ponerlo tan incómodo le resultó graciosa y satisfactoria a Harry.

Draco por su parte, tenía tanto calor que quería quitarse la camisa gris que había escogido, o por lo menos desabrochar unos cuantos botones, pero se contuvo. Si podía ser sincero consigo mismo, estaba triste. Todo estaba yendo bien y ahora... ¿Qué estaría pensando Harry de él? No importaba lo mucho que se esforzase en fingir que no le importaba lo que otros pensaran de él, la verdad era que si le importaba, y sobre todo, le importaba la opinión de Harry. Lo peor, era que no sabía cómo romper el ambiente tan molesto que se estaba formando. Quería volver a como estaban antes de anoche. Ni siquiera podía mirarlo a los ojos ahora. Afortunadamente para él, Harry fue quien habló primero. Lástima que lo que salió de su boca tuviera toda la intención de irritar aún más su ser expuesto.

—¿Hoy no hay baile mientras cocinas?

Draco se giró tan rápido para lanzarle una breve y falsa mirada asesina que su cabeza pudo haber salido disparada por el impulso. —¿¡Quieres callarte Potter!?

—¿Qué? ¿Ya no soy más "Harry"? —Draco estaba más rojo que un tomate maduro y no respondió. Solo se giró de nuevo y siguió con lo suyo. Harry comprobó con renovada fascinación que era capaz de sacar esas adorables reacciones y hacerlo perder la compostura de esa forma. Pero ya era suficiente de molestarlo, al menos por hoy. Se levantó y puso al niño en la silla especial para bebés. Caminó hasta ponerse a su lado y se quedó mirando lo que hacía el rubio. Cuando finalmente habló su voz era seria pero amable.

—Oye no te avergüences. No descubrí nada de ti que sea malo o lo suficientemente raro como para que te apene que alguien más lo sepa.

—...

—Aunque debo admitir que me sorprendió bastante. Pensaba que por ser criado... bueno ya sabes... en tu familia... quiero decir, en la aristocracia y eso... serías una persona más estirada. No del tipo que va por ahí jugando y bailando... ¡No digo que sea algo malo! lo que quiero decir es que... no te contengas. Aquí puedes hacer todo eso y nadie va a burlarse o a reprocharte nada.

Cuidando al bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora