Capítulo 6 - La felicidad eres tú

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Nota de autor:

¡Hola! Primero que nada quiero pedir una disculpa a los que siguen esta historia, sé que me tardé bastante en actualizar. Solo puedo decir que fue por un conjunto de cosas. Una pequeña avalancha de evento desafortunado tras evento desafortunado pero bueno, ya estamos de vuelta con un capitulo algo largo (8,888 palabras de historia para ser precisos. He notado que a medida que avanzaba los capítulos se iban haciendo cada vez mas extensos btw).

Nuevamente una disculpa por la espera. Espero que este capítulo sea de su agrado y que al menos pasen un momento de lectura agradable. Me parece que esta vez no hay ninguna advertencia así que pasen sin miedo. 

PD: Esta imagen no es mía, yo la encontré en Intsgram @dragontamerdame

Créditos a quién corresponda.

Capítulo VI - La felicidad eres tú

Harry no estaba acostumbrado a despertar con la molesta luz solar sobre sus párpados. Su cuarto siempre estaba oscuro. Tenía un par de ventanas que daban a un pequeño patio posterior, pero por lo general estaban cubiertas por una gruesa cortina que impedía que los rayos del sol entrasen a sus anchas por las mañanas. Fue justamente eso lo que lo despertó. La luz que se colaba por las ventanas abiertas de par en par de la habitación de Draco.

También entraba una corriente de aire cargado de humedad residual de la lluvia del día anterior. Harry respiró profundamente para llenar sus pulmones con ese olor a tierra mojada que tanto le gustaba y se sintió increíblemente bien. Pensó que nunca había olido algo más delicioso en su vida, y es que se mezclaba perfectamente con el aroma de la habitación de Draco y el suyo propio.

Draco estaba acostado sobre el pecho de Harry, aferrado firmemente a su torso y con las piernas enredadas con las suyas. Se habían quedado dormidos en esa posición después de hacerlo la noche anterior. Estaba un poco impresionado, tenía que admitirlo, de que solo hubieran tenido una ronda que había durado relativamente poco, pero en realidad no le sorprendía. Ambos estaban agotados por la preocupación y además Draco se había bebido la poción que le dio Neville, por lo que se había quedado dormido inmediatamente después de su primera liberación. Harry los había cubierto con la manta después de salir de él y finalmente también se había dormido con el rubio encima suyo.

Se removió con un poco de incomodidad, necesitaba aliviar su vejiga. Draco pesaba un poco a pesar de ser delgado y estaba presionando peligrosamente su vientre bajo. A pesar de la urgencia fisiológica no quería moverse de dónde estaba. El colchón era suave, se sentía cálido con sus cuerpos aún desnudos y pegajosos juntos, y no quería perderse un solo detalle de la vista.

Desde donde estaba, un poco por encima de Malfoy podía observar, aunque borroso, pues no estaba usando sus lentes, los mechones desarreglado y sus largas pestañas, que también eran de un color claro y contenían unas cuantas lágrimas atrapadas. Si su vista fuera un poco mejor quizás podría haber contado cada una de esas finas hebras color trigo que protegían esos bellísimos orbes plateados.

Harry sonrió para sí mismo. Ver dormir a Draco se había convertido rápidamente en una de sus actividades favoritas. Se veía tan relajado en comparación a unas horas atrás cuando el terror lo sobrepasó. A Harry se le había roto el corazón al mirar como Draco se estaba desmoronando. Ambos habían sufrido ya demasiado y no se le hacía nada justo que ninguno de los dos tuviera que pasar más tragos amargos. Prometió en su mente que no iba a permitir que esos ojos derramaran otra lágrima si no era de felicidad. "Joder" pensó mientras sonreía sin poder evitarlo, "estoy enamorado de este hombre". Podría haberse quedado contemplando por horas cómo sus pechos se movían juntos con lenta respiración, pero en ese momento el rubio empezó a despertarse.

Cuidando al bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora