Colombia era un chico tranquilo y dedicado a sus labores importantes y a sus amigos sin importarle nada más.
No tenía tiempo para alguna relación.
Hasta que un día, una persona la cual su identidad es desconocida, interrumpe en su vida.
¿Y cómo?
Di...
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Se podía ver a un mexicano, un ecuatoriano y un uruguayo en el centro de la plaza mientras que al parecer esperaban a alguien.
Uno se encontraba escribiendo mensajes a su amigo para saber en donde estaba, otro lo llamaba sin recibir respuesta, y otro, pues...........fumando un porrito.
Eso hacen hasta que visualizan a lo lejos a un tricolor corriendo hacia ellos.
- Uff, disculpen la demora. Pero ya llegué - dice de manera entrecortada mientras trata de recuperar el aire.
- ¿Por qué la tardanza, karnal? - pregunta el tricolor norteamericano mientras guarda su celular.
- El tráfico, hubo un accidente adelante de todos los autos. Fue por eso - responde reincorporandose a su posición normal.
- Bueno, la cosa es que ya estás aquí - intercede el ecuatoriano con una sonrisa.
- Si, bueno, cómo ya estamos todos acá. ¿Qué planes para hoy? - habla el uruguayo.
- Pensaba que podríamos ir a un antro - contesta México.
- No, mucha gente - dice el tricolor menor.
- ¿A un bar o restaurante? Pero no a uno muy elegante ah - agrega Uruguay.
- No lo sé, ¿Colombia, tú qué opinas? - le pregunta el norteamericano a su amigo.
El mencionado no emitía ninguna respuesta, tan sólo tenía la mirada fija en la pantalla de su celular, cosa que intrigo a los demás.
- Eh Colombia, te estoy hablando - habla el verdiblanquirrojo - ¿Colombia? - repite.
- Ecuador llamando a Colombia, ¿Me escuchas? - dice pasando su mano por los ojos del mencionado.
Uruguay pasó por su lado, tomando de manera rápida el teléfono del colombiano para revisar en que estaba tan metido sin prestarles atención.
- Ja, parece que nuestro amigo al fin le dijo que sí al amor - dice con tono burlón.
- Oye, Uruguay. ¡Devuélvemelo! - dijo molesto.
- Uhh, a ver quién es el afortunado - sigue el mexicano arrebatando el celular de las manos del pequeño pibe - Mmm.......no tiene nombre, ¿No lo registraste?
- No, porque ni siquiera sé quién es - responde serio.
- Oigan, yo también quiero ver - reclama el tricolor menor yendo a ver el chisme que se tenían - ¿Tienes alguna idea sobre quién puede ser?
- Ninguna, le pregunte pero el tipo es muy terco.
- Sí, se nota. Por suerte yo soy un hacker profesional de la Nasa, te resolveré tu problema en cuestión de segundos - ríe ante lo que dijo mientras daba un pequeño guiño.
- El men se cree alto hacker sólo porque consiguió obtener el Youtube y Spotify premium sin pagar nada - le sigue el juego el tricolor menor.
- Era un precio razonable, pero lo malo es que no tenía la lana suficiente para eso - agrega a su chiste mientras se pone a realizar cosas de hackers profesionales en el celular del colombiano, claro, sin obtener éxito alguno - El chavo lo tiene todo restringido - da un suspiro - ¿Sospechosos? [Alto Among Us XD]
- No lo sé, no se me ocurre alguien - responde el ecuatoriano.
- Este inhala su cigarrillo para botarlo por la boca, respondiendo con certeza - Es Argentina.
- ¿Por qué tan seguro? - pregunta intrigado el colombiano.
- Al pibe le gusta hacer bromas, es su pasión. Además, ayer lo vi riéndose mientras no quitaba su vista de la pantalla. Supuse que estaría viendo "El demente" pero no, no llevaba audífonos para eso - responde con seguridad.
- Misterio resuelto - dice el norteamericano.
- No sé ustedes, pero yo no estoy convencido. Me escribía pero sin usar sus ciertos acentos - duda el tricolor.
- Si te escribía usando sus palabras argentinas, era obvio que al instante lo reconocerías - contesta el amarojiazul menor [yo y estos trabalenguas :b].
- Este se queda pensando por unos segundos sobre lo que dijo su hermano - Tienes razón.........tal vez puede ser él.
- Sí, estoy seguro que es él. Ahora ya vámonos que si no perderemos el día - dice México dirigiéndose hacia su carro con los demás.
- Pero nos quedaría la noche - agrega el uruguayo animado.
- Así se habla compadre - ríe abriendo la puerta de su auto y sentándose para después encenderlo y arrancar - ¿¡Están listos, chicos!?
- ¡Sí capitán, estamos listos! - responden los tres al unísono mientras se acomodan en el interior del vehículo.
- ¡UUUUHHHH!¡Vive en una piña debajo del mar! - empieza a cantar esta muy conocida canción junto con sus compas quienes le seguían la letra.
Y así iban, cantando en todo el viaje hasta el lugar en el que pasarían su tarde y noche para divertirse.
El colombiano logró distraerse de todo junto con sus amigos, pero aún no le convencía la idea de que aquel número extraño sea el argentino.
Pero como dijo antes, eso no importaba ahora. Solo quería divertirse y salir de todos el estrés por el que pasaba, y estar con sus amigos sobretodo.
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