ꜱᴀʏ ʏᴏᴜ ᴡᴏɴ'ᴛ ʟᴇᴛ ɢᴏ // Jᴏʜɴɴʏ Lᴀᴡʀᴇɴᴄᴇ.

𝓓𝓮𝓼𝓪𝓵𝓸𝓳𝓸 oo5

Esta semana no pudo ser la peor de todas, tengo un día y medio para desalojar la casa que mi padre nos había dejado a mi hermano y a mí. Todo esto debido a que una persona hace tres años había vendido esta casa por millones de dólares, no quisieron darme más información sobre quién fue la persona porque según yo no tenía nada que ver.

— ¿Te encuentras bien, Ashley?. — me preguntó David preocupado. — Los problemas de mis empleados, son los míos también. ¿En qué puedo ayudarte?.

— Muchas gracias, David. — en los pocos días que tengo se ha comportado muy bien conmigo, bueno no solo conmigo sino con todos los que trabajamos aquí. — Es solo que no encuentro un lugar para vivir con mi hermano.

— ¿Qué ha pasado con la casa en Encino?. No me digas que la vendiste, Ashley.

— Yo jamás la hubiera vendido. — suspiré. — Ni yo entiendo todo esto que está pasando, la casa estaba a mi nombre mucho antes de que mi padre muriera aquel día. Alguien la ha vendido hace tres años y me pidieron que la desalojara.

— ¿Tienes idea de quién pudo ser ese "alguien"?. — negué, no tenía idea de quién pudo haber sido. — Conozco un lugar donde están en venta varios departamentos, pero es en Reseda.

— No importa donde estén, pero tengo que encontrarlo hoy. Solo me queda lo que resta del día y mañana.

— Yo te llevo a que los veas, por el día del trabajo no te preocupes. — era el mejor jefe que podía existir, realmente. — Toma tus cosas y vamos.

[...]

El chico moreno de mi clase de química llamado "Miguel" había derramado soda por accidente en mi suéter y en los tenis de Kyler, furioso lo tomó de la camisa y golpeó su abdomen haciéndolo caer al suelo del dolor.

— Sigues Aarón. — le dió una patada por último. — ¿Qué esperas?.

— No lo haré, es un simple suéter que se puede llevar a lavar y no pasó nada. — realmente lo sentía por el chico, caminé.

— Rea es un maldito idiota, ¿le tienes miedo?. — se incorporó a mi caminata hacia al baño.

— ¿Tenerle miedo a él?. — reí. — No le tengo miedo a nadie. Solo que no le vi mucha importancia.

— ¿Acaso te costó 5 dólares ese suéter?. — empezó a reír. — Estos tenis ese idiota no puede pagarlos ni con el dinero que gana su madre, vive en un estúpido departamento en la zona pobre de Reseda.

Cada día me preguntaba por qué me seguía juntando con el idiota de Kyler, pero recordaba los beneficios en todos lados, ya sea aquí en la escuela y en lugares fuera de aquí.

— ¿Vendrás a la fiesta de Kyler esta tarde?. — me preguntó Yasmine y asentí. — Te veo allá entonces.

Se fue guiñándome un ojo, era la niña más linda de toda la escuela pero la más hueca de la cabeza también.

— Aarón. — escuché mi nombre y volteé, era Aisha. — ¿Ya has terminado tu ensayo?.

Había olvidado por completo el ensayo que era para mañana.

— Lo siento, aún no. No he tenido tiempo, sabes que me he metido al equipo de básquet de la escuela. — intente sonreír para que no se preocupara. — Está tarde lo termino y te lo envío por correo, ¿está bien?.

— Si, no hay problema. Adiós.

— ¿Quieres sentarte en la mesa conmigo?. — le pregunté antes de que se marchara, es que no se juntaba con ninguna chica y chico.