ꜱᴀʏ ʏᴏᴜ ᴡᴏɴ'ᴛ ʟᴇᴛ ɢᴏ // Jᴏʜɴɴʏ Lᴀᴡʀᴇɴᴄᴇ.

𝓡𝓮𝓼𝓮𝓭𝓪 oo6

Mi hermano entro a la cocina con unas gafas de sol listo para irse, abrió la nevera y sacó un yogurt.

— No te molestes en llevarme, me iré solo. — se dirigió a la puerta.

— No te olvides de llegar temprano, debemos irnos a... — me interrumpió.

— No tienes porque molestarte en decirlo, ¿okey?. Sé que nos iremos a ese horrible lugar, hasta luego.

Se salió de la casa, sabía que estaba enojado pero esto no es mi culpa. Decidí llevar algunas cosas al departamento, pues tenía toda la mañana libre gracias a David.

[...]

Llegué a la escuela furioso y Miguel chocando conmigo me sacó de mis casillas.

— ¡Fíjate por dónde caminas, Rea!. — exclamé empujándolo a la pared. — Yo...

Le iba a pedir una disculpa, pero Kyler llegó y eso era un punto menos a mi favor.

— Solo olvídalo, Miguel. — comencé a caminar y Kyler venía a mi lado.

— ¿Te regañaron tus papás?. — comenzó a reír mientras quitó mis gafas de sol. — ¿No dormiste en toda la maldita noche o qué?.

— No, no lo hice. — le arrebaté mis gafas y las puse. — No recuerdo mucho de la fiesta.

— Pues te has besado con Yasmine, las fotos andan por todo Instagram.

Abrí la aplicación y tenía razón, esa foto donde estaba besando a Yasmine tenía muchos likes y demasiados comentarios de que bonita pareja y cosas así, jamás andaría con ella, que idiota soy.

[...]

Acomodé todas las cosas en el departamento, ordené una pizza pues ya mero llegaría mi hermano. No tardo ni 10 minutos en llegar, abrí la puerta deseando que no fuera el idiota de Ryan, no era así que le pagué.

— Gracias. — le sonreí amable y se fue. Johnny estaba saliendo del departamento de alado, me vengo encontrando al rubio en todos lados. — Johnny.

Me miró sorprendido mientras se acercaba.

— ¿Qué haces aquí?. — preguntó interesado. — Una niña que está acostumbrada a vivir en Encino, puedo adivinar ¿ya te independizarás?. — reí negando su pregunta.

— Lo hago desde hace mucho. — se recargó en la pared y abrí la puerta. — ¿Quieres pasar o tienes prisa?.

— No hay prisa. — entramos y se sentó en el sofá. — Nunca imagine que vendrías a vivir aquí.

— No siempre viví en una casa enorme como la de Encino, Johnny. — abrí la caja de pizza. — Toma las rebanadas que quieras.

— Ya he comido, gracias. — sonrió e insistí. — Está bien.

Tomó una y la dejé en la mesa, me senté a su lado.

— ¿Qué me dices de este edificio?. — le pregunté.

— Era mejor cuando no había tanta gente en él. — comenzó a reír. — No lo digo por... retiro lo dicho. Recién se ha mudado una familia que es de Ecuador y...

— ¿Odias a los latinos?.

— No, no los odio. — me miró. — ¿Siempre has vivido en Encino?.