MI VERDE

UN AMANECER GRIS

Ya entrada la noche por fin encontró la posición mas agradable para que su vientre no le hiciera quejar del fuerte dolor todo era tranquilidad, silencio luna grande y estrellas celosas, interrumpido por unos murmullos que se acercaban poco a poco con disgusto se encogió cuando antes reposaba a sus anchas en la cubierta de barco Nami: no puedo creer todo lo que pensaban cobrarnos en ese hotel por solo una noche, como se atreven, de ninguna manera, para eso tenemos al Mery Usopp: Nami nos estaban cobrando la estadía de todos Robin: afortunadamente esta Mery de otra manera estaríamos debajo de un puente Chopper: Robin por que dices cosas tan frías Luffy: no importa donde durmamos, lo importante es la comida, Sanji ccoomiiddaa - el mencionado subía al barco con una gran cantidad de comida a cuesta, zoro a sabiendas que ahora con todos en el barco no tendría un segundo de soledad para su asunto, con esfuerzo se incorporo, busco en su camarote lo necesario y salió donde un curioso Luffy lo interrogo ante miradas de los demás especial del cocinero Luffy: vas al pueblo zoro, te advierto que no hay mucho que hacer de noche Zoro: descuida capitán debe de haber algún bar para divertirme - sin mas se adentro al pueblo, mientras en el barco los demás esperaban pacientes la cena la cual sanji volaba para culminar lo antes posible, solo pensaba en lo que le urgía al marimo hacer para salir apenas ellos llegaron, con aparente calma sirvió la cena, marchandosen poco a poco a sus dormitorios, pues al día siguiente debían llegar mas temprano para comprar lo mas fresco del cultivo local e inscribirse en los concursos de comida , sanji se quedo solo en la cocina como siempre, espero media hora y salió de incognito del barco en busca de un bar donde seguro estaría el marimo embriagándose paso a revisar algunos pero ni señas de zoro

No era de extrañar zoro ni siquiera busco un bar muy contrario de ello se hallaba en un callejón donde invadía el olor a hiervas fuertes donde supuso se vendían especias y plantas medicinales, sabia que solo en lugares a si encontraría los ingredientes necesarios para su nueva infusión, obviamente todo estaba cerrado pero en una de los negocios con vistoso sótano se veía luz a si que se atrevió golpear, momentos después una señora de edad y facciones remarcadas le abrió el con pena pero necesitado le hablo educadamente claro omitiendo dar detalles Zoro: buenas noches, disculpe molestarla a esta hora, seria usted tan amable de venderme ciertos productos, y también abusando de su hospitalidad prestarme algunos objetos - la señora lo miro de arriba ha abajo meditando en ello Xxx: esta bien muchacho pero pasa, mi nombre es Telma - la mujer lo guio a un pequeño e improvisado consultorio donde lo dejo unos minutos, regresando con un humeante té, zoro lo recibió dudoso en tomárselo pues su abdomen aun dolía Telma: y dime muchacho que es lo que necesitas - zoro le miro avergonzado Zoro: doce dosis de interruptor amarilla, seis tableta anticonceptivas y extracto de jazmín - finalizo cabizbajo mirando el té, ha espera de la repuesta de la señora Telma: un interruptor, acaso tienes una chica oh varias para practicar un aborto, eso no es seguro, si quieres tráela y yo lo hago tengo experiencia - guardo silencio Zoro: no, no es necesario, como le comente anteriormente necesito ciertos implementos médicos, usted tendrá que me los facilite, no se preocupe le pagare Telma: y cuales serian - zoro entendió que convenció a la mujer de venderle Zoro: refractaria de vidrio, gaza, jeringa grande, y su cocina - la señora sorprendida Telma: si cuenta con todo eso, pero me dejas intrigada de lo que producirás y lo mas para que, pero tranquilo cada quien con sus secretos - zoro suspiro complacido, hace algunos años recordando con esfuerzo lo que ella le indico para cuando llegara el momento, pues el momento llego a sus catorce años tal y como le llega la menstruación a las jovencitas pero multiplicado por diez, la receta que ella le dicto en sermones la recreo en secreto en el dojo que se convirtió en su hogar nunca nadie sospecho de su peculiaridad, cada semestre vuelta ha esa labor que no era mucho pero encontrar alguien que no pregunte mas de la cuenta era un milagro, ya se sentía tranquilo hacia unos minutos salió del establecimiento agradecido con la señora su medicamento hecho en poco partirían nuevamente al mar en busca de cumplir sus sueños todo era casi perfecto, hasta que pensó en sanji todo se volvía inestable e irracional