TIMELESS - Sirius Black

4.

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La mañana del jueves de la primera semana de clases fue tranquila, era la segunda clase con los alumnos de primer año y junto con Remus habían planificado una clase básica donde pudieran aprender cual era la diferencia entre Hechizos, maleficios y maldiciones y los movimientos básicos de la varita.

Por la tarde tendríamos la primera clase con los alumnos de tercer año de Gryffindor y Slytherin, y Remus quien se había quedado organizando unas tareas en la sala de profesores durante la hora del almuerzo el día anterior había descubierto un Boggart en uno de los viejos armarios del lugar, por lo que había prácticamente corrido a pedir permiso al profesor Dumbledore para poder hacer una clase práctica en aquel lugar con los alumnos de tercero.

Ambos nos habíamos retrasado terminando los últimos detalles de la clase, por lo que cuando entramos al aula de clases los alumnos charlaban de forma animada.

—Buenas tardes —dijo Remus mientras entraba al salón conmigo casi pisando sus talones—. ¿Podrían, por favor; guardar los libros en sus mochilas? La lección de hoy será práctica. Sólo van a necesitar las varitas mágicas. – agrego con una pequeña sonrisa mientras yo supervisaba que los alumnos hicieran exactamente eso.

Algunos intercambiaron miradas de curiosidad mientras recogían los libros. Y es que por lo que nos habían contado sus experiencias con los antiguos profesores habían sido bastante malas y casi nunca habían tenido unas clases prácticas de Defensa Contra las Artes Oscuras.

—Muy Bien —dije cuando todo el mundo estuvo listo—. Hora les pido tengan la amabilidad de seguir al Profesor Lupin-

Algunos intercambiaron miradas Desconcertadas otros miradas de interés, todos los alumnos se pusieron en pie y salieron del aula con el profesor Lupin guiando el grupo mientras yo los seguía a paso lento desde atrás cuidando que ninguno se escapara del grupo.

Remus los llevó a lo largo del corredor que se encontraba vacío pues en su totalidad los alumnos se encontraban dentro de sus aulas de clases.

Al doblar una esquina nos encontramos con Peeves el desagradable poltergeist, que flotaba boca abajo en medio del aire y tapaba con chicle el ojo de una cerradura.

Peeves no levantó la mirada hasta que Remus estuvo a medio metro de distancia donde sacudió los pies con emoción y se puso a cantar —Locatis lunático Lupin, locatis lunático Lupin, locatis lunático Lupin... -

Pude ver como todos los pares de ojos de los alumnos miraron de inmediato al profesor Lupin para ver cómo se lo tomaría. Sin Embargo era Remus la persona que se enfrentaba a Peeves, y sabía que en el fondo aquella escena le recordaba a nuestros años de adolescentes cuando James peleaba con el fantasma para que se callara la boca. Remus seguía manteniendo su sonrisa mientras levantaba una ceja en dirección a Peeves.

—Yo en tu lugar quitaría ese chicle de la cerradura, Peeves —dijo amablemente mientras señalaba con su varita la cerradura—. El señor Filch no podrá entrar a por sus escobas.

Peeves muy fiel a su forma de ser no prestó atención a Remus, por lo que termino por soltarle una sonora pedorreta. Logrando que soltara suspiró cansado mientras se giraba a ver a los alumnos que tenía a un costado.

—Este niños es un hechizo útil y sencillo —dijo en voz alta mientras le regalaba una sonrisa a Ron—. Por favor; presten atención. Remus Alzó la varita a la altura del hombro, y dijo con voz firme - ¡Waddiwasi! - apuntando a Peeves.

Como si se tratara de una bala, el chicle salió disparado del agujero de la cerradura y fue a taponar la fosa nasal izquierda de Peeves; quien termino ascendiendo dando vueltas como en un remolino y se alejó rápidamente por el pasillo echando maldiciones.