♡Amor y Celos al Cuadrado♡

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Los dos chicos salieron de la habitación del mayor, bajaron las escaleras y al entrar a la sala vieron globos, sempertinas y más decoración. Los CoMPaS salieron de sus escondites y les lanzaron confeti a los dos festejados.

- Feliz 10 y casi 20 millones!! - gritaron todos menos Trolli y Mike, y algunos empezaron a tirar espuma.

- muchas gracias chicos. - dijo Trolli sonriendo, mientras sacudía el confeti que quedo en su cabello.

- y que vamos a comer? Tengo hambre! - dijo emocionado el perro, moviendo su cola de un lado a otro.

- comeremos lentejas de mi abuela. - dijo Timba.

- jajaj que gracioso. - rió Mike, pero el peli-azul lo miro serio. - e-es una broma verdad? -

-... - el de lentes oscuros siguió mirando al perro serio, hasta que se rió y el resto también. - claro que si es una broma! -

- debiste ver tu cara Mikel - dijo Mayo riéndose.

- entonces que comeremos? - pregunto Trolli.

- pronto llegará lo que comeremos. - dijo Sparta. Pasaron unos cuantos minutos en los que estaban hablando, hasta que se escucho sonar el timbre.

- Mike, Trolli, porque no va a abrir ustedes. - dijo el pollo.

- en serio? Jopeee. - dijo fastidiado el perro y con pereza se levantó del sillón.

- no seas perezoso Mike. - dijo Trolli también levantándose del sillón. Ambos fueron hacia la puerta y el Mayor la abrió.

- sorpresa!! - se escucho al otro lado de esta. Eran muchos de sus amigos, con un pastel que decía "Mikellino es real".
Los que habían llegado, eran: Acenix, Jon, Francisco, Diego, Agapito, Casimocho, Mondongo, Musikato, Pinky, Ela, Lyna.

- wow, no esperaba que fuera una fiesta tan grande. - dijo sorprendido Trolli.

- que bueno que llegaron chicos! Vengan, pasen. - los invitó a pasar Rius a la mansión. Los invitados entraron y todos fueron a la sala.

La fiesta fue divertida, comieron pastel mientras cantaban y jugaban. Algunos estaban tomando alcohol ya que los invitados habían traído. Otros graban las locuras que hacían sus amigos para subirlas a YouTube.

Llegaron las 2 de la mañana, muchos ya estaban ebrios. Decidieron poner música romántica para bailar y cantar con sus parejas, ya que la mayoría tenían. Los que no simplemente hablaban con los otros que estaban solteros.

-... - Trolli veía como las parejas bailaban lentamente al son de la música. Quería bailar con Mike así que se levantó del sillón y tomó la mano de su novio. - te gustaría bailar esta pieza conmigo perrito? - Mike lo miro y luego miro hacia otro lado, soltando la mano del azabache.

- no tengo ganas Trolli. - dijo el perro. El contrario solo lo miro triste, bajo la cabeza suspirando y se volvió a sentar en el sillón. El solo esperaba que el de ojos blancos le diera una oportunidad, pero no fue así.

Por otro lado, Raptor le suplicaba a Sparta que saliera a bailar con el.

- por favor Spartita, sal a bailar conmigo, aunque sea solo una canción. - suplicaba el reptil, tomando de las manos a su pareja. - quiero bailar junto a mi cerdito.

- que no Raptor. Ya para pesado. - dijo fastidiado el menor. El de ojos bicolor solo bajo la cabeza triste, subió los pies al sofá y saco su celular para ver sus redes sociales.

Mike estaba aburrido, miro a Sparta y también lo vio aburrido. Se levantó del sillón que compartía con el Trolli y fue hacia el castaño.

- Sparta bailemos. - dijo Mike. Raptor no le puso mucho cuidado porque sabía que Sparta no accedería.

- Jmm esta bien! - Sparta tomó la pata de Mike y ambos fueron a bailar. Raptor los miraba sorprendido y a la vez celoso. Porque el menor si fue a bailar con el perro y no con el?

El castaño y el Rubió bailaron por un largo rato. Hasta que sonó una canción que cantaron juntos.

- que tontos, que locos, somos tu y yo. Estando con otro y amandonos. - cantaron al unísono. Trolli y Raptor los miraban fijamente. Claramente estaban celosos, molestos y tristes. Sus novios ya no los querían?

Cuando la canción termino, Sparta y Mike se miraban a los ojos sonriendo. Sus respiraciones aceleradas se combinaban. Se acercaron lentamente hasta que sus labios se unieron en un dulce y tierno besó.

Muchos de los presentes notaron esto, y los miraban sorprendidos. Pero sin duda, los que más sorprendidos estaban eran Trolli y Raptor. Habían quedado en shock, al ver cómo el amor de su vida besaba a otra persona. Trolli se levantó del sillón molesto, iba a decir algo pero se detuvo al ver cómo Raptor se iba rápidamente del lugar, subiendo al segundo piso de esa gran mansión, para ir a su cuarto. El azabache se quedó viendo como su novio y el castaño se seguían besando. No pudo soportar más ver esa escena así que se fue hacia su habitación, con los ojos cristalizados. Trataba de no llorar, pero si lo hacía, no quería que todos lo vieran.

Subió la escaleras y camino por el pasillo abrazándose a su mismo. Su destino era su habitación pero se detuvo a escuchar sollozos provenir de la habitación de Raptor. Se acercó a la puerta y tocó. Raptor al escuchar tocar la puerta, se limpio las lágrimas de sus mejillas y ojos.

- entre. - dijo el menor con la voz rota. Trolli entró a la habitación y cerro la puerta detrás de él. - ah Trolli, eres tú. - dijo tratando de aguantar las lágrimas. El mayor se sentó en la cama al lado de el, mirando la nada. Hubo un silencio por un rato, no era incómodo pero hacia que sintieran que el tiempo pasaba lento.

- yo... - Trolli decidió romper el hielo. - pensé que hacia feliz a Mike... - Raptor lo miro poniéndole atención. - cundo me decía "te amo", pensé que sería por siempre.. Le di todo mi amor a Mike, le di todo de mi. Pero parece que en realidad, nunca le servio todo eso. - sin darse cuenta, los ojos de Trolli, comenzaron a derramar lágrimas. Raptor se sorprendió, nunca había visto al azabache llorar.

- yo también le di todo mi amor a Sparta. También pensé que me amaría por siempre. Pensé que siempre despedía y lo primero que vería, es su precioso rostro con su cabello rizado sobre el. - no pudo aguantar más y las lágrimas volvieron a salir de sus ojos. - no se que hacer sin el. - su voz se volvió a romper y cubrió su cara con sus manos. Trolli lo abrazo, mientras aún lloraba.

Ambos se quedaron allí llorando por algunas horas.