Abril 24. Los viajes de Víctor

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Días después que papá nos diera la noticia de su matrimonio, salió nuevamente de viaje, esta vez fue a París.

Víctor vivía en constantes viajes; desde que tengo uso de razón en eso se pasaba la vida. Desde que murió mamá se entregó tanto a los negocios que prácticamente esa ocupación le ayudó a superar un poco aquella perdida tan terrible para él. 

Los días posteriores a su muerte, fueron atroces y crueles tanto para Víctor como para Jonathan. Yo no tenía edad en ese entonces para sufrir, al igual que ellos, la ausencia, pero a medida que mi edad avanzaba todo aquel dolor pesaba sobre mi espalda de forma inclemente y constante.

Aquellos viajes fueron para Víctor la medicina para su padecimiento. Al principio eran esporádicos y ocasionales ya que no quería dejarnos a Jonathan y a mí solos por mucho tiempo. Pero últimamente viajaba más de lo usual. 

Anteriormente, después de un viaje, permanecía cierto tiempo en casa, y atendía directamente sus negocios en su oficina o en el mejor de los casos desde el estudio de la casa; pero desde hacían ya varios meses, no permanecía más que un par de semanas en la ciudad y si contaba con suerte, lo veía dos o tres veces en ese lapso de tiempo.

Este último viaje en particular lo recuerdo, no solo por lo poco que demoró en casa, sino por el motivo. Al parecer y aunque él nunca me lo participó, la razón principal fue que, por fin, después de algunos intentos fallidos, había localizado a no sé qué persona con la cual había tenido una sociedad algunos años atrás. Dicho socio era requerido con urgencia ya que se necesitaba su firma para cerrar no sé qué documentación que le impedía "finiquitar" un negocio en el cual tenía invertido una gran parte de su capital. 

Según lo poco que logré conocer en ese momento, esta persona estaba en París y desde ahí se cerraría todo el asunto. Tres semanas después de este último viaje, regresó. En pocas y cerradas palabras, le escuché comentar con uno de sus empleados que no había podido encontrarse con el sujeto en cuestión, pero por lo menos ya todo estaba listo y que la dichosa firma tendría lugar en la ciudad, ya que era la residencia actual del escurridizo socio.

Una vez terminó sus asuntos comerciales, me informó que esa noche cumpliría su promesa. Sin entender muy bien de qué promesa hablaba le hice saber que su regreso era para mí la alegría más grande en los últimos días; amoroso y afectuoso como siempre lo era, respondió a mi júbilo con un fuerte y entrañable abrazo.

- Esta noche conocerás a Beatriz –esa era la dichosa promesa que, según él, iba a cumplirme. Según sus palabras textuales, su futura esposa estaba ansiosa por conocerme. Realmente le creí, pensé que aquella "maravillosa dama" era digna de mis afectos, así que emocionada esperaba con ansias el momento de conocer a la mujer que en pocas semanas ocuparía el sagrado puesto que había dejado mi madre.

 Realmente le creí, pensé que aquella "maravillosa dama" era digna de mis afectos, así que emocionada esperaba con ansias el momento de conocer a la mujer que en pocas semanas ocuparía el sagrado puesto que había dejado mi madre

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Aquella tarde, poco después de que Víctor se fuera, llegó Jonathan a la casa; desde mi habitación lo escuché cuando entró en la suya.

- Jon -lo llamé entrando en su alcoba

- ¡Dam! –exclamó sobresaltado. Guardaba algo en un cajón de su mesita de noche– ¿Por qué entras sin avisar? Qué tal si hubiese estado desnudo –regañó bromeando y se acercó dándome un beso en la frente.

- Discúlpame. Solo quiero hablar contigo –se sentó en el borde de la cama– Papá ya llegó y...

- Así que, supuestamente, ya llegó –exclamó displicente

- ¡Sí! –respondí casi enojada– Y quiero que cuando venga a cenar esta noche los dos estemos presente.

- ¿Para qué? –preguntó con desdén– Alguna otra sorpresita

- Va a presentarme a su prometida y quiero que...

- No estaré –enfatizó contundente

- Jonathan, ¿Qué sucede? –pregunté intranquila, molesta– Dime de una vez, ¿qué es lo que pasa?

- Nada –contestó aburrido– No pasa nada —se levantó de la cama– Me voy –se despidió dándome un beso en la mejilla– Solo vine a traer algunas cosas que necesito que Letty me organice.

- Por favor, Jon, ven esta noche

No —y salió cerrando la puerta tras de sí.

***

Muchas gracias por llegar hasta aquí

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Un abrazo enorme 🌹


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⏰ Última actualización: Oct 18 ⏰

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