JungKook no pudo decir nada más, el ver la cara desconfigurada de Taehyung fue suficiente para anudar su garganta, una culpa horrible quería matarlo, él era el que había involucrado a su hyung en esta penosa situación. Sin abrir la boca, corrió hasta el baño, tomó tanta agua cómo le fue posible, lloró tanto como sus ojos se lo permitieron, y trató de reprimir los recuerdos monstruosos y vomitivos lo más que pudo.
Quizá JungKook no alcanzaba a entender que esta estrategia no funcionaba... El hacer como si las cosas no existieran no hacía que se borraran, ni que no pasaran.
Alguien debió haberle dicho eso a su madre cuando desesperadamente le pedía al pequeño JungKook que se refugiara bajo las mantitas en su cuarto y cerrará la puerta cada vez que su padre llegaba borracho a casa.
Alguien le debió decir que las mantas nunca ocultaron los gritos de su madre, que la puerta cerrada de su habitación jamás salió de su sitio a defenderla, que hacer como si no pasara nada nunca solucionó las cosas, solo servía para sentir el dolor de otra forma.
Un día su madre no estuvo más con él y ni las mantas, ni la puerta le brindaron una explicación o un consuelo.
Pero JungKook seguía refugiándose debajo de las mantitas cada vez que a su vida llegaban los problemas...
El problema ahora era que no se trataba de olvidar o ignorar algo que había sucedido o estaba sucediendo, si no que no sabía cómo manejar la ansiedad que le generaba la certeza de que algo muy malo iba a pasar con su hyung.
Taehyung.
JungKook no pudo retener los sollozos desgarradores, qué hacían arder su garganta.
—¿Kookie?
Era la voz de Jimin. Y a pesar de que lo intentó con todas sus fuerzas Jungkook no se pudo levantar del suelo en el que permanecía encogido, en su impotencia, en su desesperanza, se convirtió en una bolita de ansiedad que no podía hacer nada.
—¿Kookie? ¿Qué pasó?—la mano suavecita de Jimin refregaba la espalda en un intento de aliviar el dolor del recluta.
JungKook no dijo nada, sabía que no podía decir nada, el bonito de Jimin no podía quedar envuelto en semejante atrocidad, sólo lloró hasta que se anestesio su ansiedad y fue en compañía de su amigo a comer, amigo que respeto su silencio y le brindó su compañía.
Pero era muy difícil, ya en el comedor, JungKook era incapaz de tragar cualquier cosa, las náuseas se asomaban en su boca cada vez que su cerebro registraba la posibilidad ingresar alimento en su organismo. Revolcó la comida varias veces en el plato, sabía que tenía que tragarla, pero no podía.
Taehyung intercambió rápidamente su bandeja con él y comió todo lo que había para ahorrarle una reprimenda, por desacatar una orden, él mismo estaba sumamente angustiado, pero no podía abandonarse a su miseria, si estaba viendo tan de cerca la miseria de Kook.
Algo realmente malo pasaba con Kook.
—¡Detente!—pidió Jimin en un tono desesperado al ver como Kook en un arrebato lavaba su boca hasta sacar sangre de sus encías—¿Qué te pasa? ¿Qué está mal?
Todo.
—Nada.
Jimin se angustió hasta la médula y dirigió una mirada profunda a Taehyung, vio rastros de lágrimas mal limpiadas en su rostro y supo que no estaba en las condiciones para ayudar a Kook.
Intentó todo el día animar al menor, pero éste parecía marchitarse a cada minuto que pasaba, como pasadas unas horas desde la agitación que el menor sufrió en el baño Taehyung parecía más dispuesto a hablar, Jimin decidió preguntarle a él.
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Articulo 92.6 [Taekook]COMPLETA
FanfictionLos rumores sobre la orientación sexual homosexual de Jeon JungKook desataran un caos mientras presta su servicio militar obligatorio, sumergiendo en esta tormenta a otro recluta Kim Taehyung. -"Si...conozco a JungKook del instituto, dicen que cuand...