El Padrino || Larry Stylinson •Adaptación•

|Capítulo 2|

—No lo sé Louis —Alondra grita sobre el ruido de la banda musical que audiciona para tocar en la boda —. Creo que no has pensado detenidamente.

Louis suspira, lo cuál es imperceptible debido al ruido. Liam recomendó está banda después de escucharlos en una boda.

—Ya hablamos de esto muchas veces.
¿Hasta cuando me darás este condenado sermón?

Alondra acerca su silla mientras la banda comienza con otra canción. En este salón vacío, con solo Louis y Alondra como audiciencia, la música resuena tan fuerte que les provoca dolor de cabeza.

—Ya sé que no dejo de repetirlo —le dice ella mirándolo a los ojos- pero es porque me preocupo por ti. Apenas lo conoces.

Louis lo conoce suficiente. Suficiente como para casarse. Siente que es correcto. Al menos, eso es lo que cree. Que es correcto y lo ama. Realmente no hay alguna razón para no casarse. Liam le a dado mucho, cambio todo su mundo en tan solo meses. Apenas puede creer lo diferente que es su vida de ahora.

—Se lo que estoy haciendo, Al —está apunto de comenzar con otro discurso defensivo para explicar porque la boda tiene sentido, en ese momento su teléfono vibra y lo distrae. Es un mensaje de Liam.

"¡Lo he localizado! Llegará el sábado
XOXO"

Louis no le da la importancia que probablemente debería. Está contento por Liam, claro. El tendrá a su mejor amigo a su lado el día de su boda. Pero si este tipo "Harry Styles" es tan exitoso como Liam dice y tiene ahora una vida en América, entonces no será más que un relámpago en la vida de Louis. Realmente no merece la pena de dedicar a ese hombre su atención o pensamientos.

—Mira — dice a Alondra y desliza su teléfono dentro de su bolsillo de nuevo— se lo que estoy haciendo, deja de preocuparte. —Sabe que le pide lo imposible. Afortunadamente, Ed es más optimista.

Más tarde ese mismo día, su amigo tararea la marcha nupcial cuando Louis llega a su cafetería.

—¡Basta! Cualquiera creería que te emociona más esta boda a ti que a mí.

—Solo estoy feliz por ti. Ya no falta mucho

Cerca de seis semanas, más o menos. La solo idea a revuelto el estómago de Louis. Mejor se dirige a la cocina para preparar sándwiches y dar a su mente algo más en que pensar.

Sheeran toma las órdenes de los clientes. Ha trabajado aquí desde el día de apertura. Fue contratado como gerente cuando Louis se dió cuenta que él solo no podría con todo. Casi se ha convertido en su socio con el paso de las semanas. Maneja todo de forma tan eficiente como el mismo Louis.

El día pasa volando. El negocio se ha beneficiado después de que la cadena competidora fue cerrada al no pasar la inspección sanitaria. Louis trabaja incansablemente lado a lado de Ed, sirve órdenes, tiene cortas charlas con los clientes y ve pasar el tiempo tan rápido que le sorprende, cuando la hora se cerrar ha llegado. Invita a Ed a tomar un trago en el bar cercano y después se despide para ir a casa y a cocinar la cena para Liam.

Siente la necesidad de ser un poco romántico y añade una botella de vino y velas sobre la mesa.

Al comienzo de su relación siempre se valía de la seducción. Esperaba a Liam, después de jugar un poco consigo mismo para recibirle una erección y listo para follar. Pero Liam siempre llegaba cansado a casa o no quería arruinar su atuendo del día, por lo general ignoraba sus intentos de seducción. Finalmente se rindió y ahora tienen sexo por las noches en su cama dos o tres veces por semana. Siempre es bueno y siempre tiene orgasmos, pero no puede evitar sentir que algo falta algo que haga su sangre arder, que le haga sentir tan desesperado que no le importen las protestas de Liam y follar en el sillón, la barra de la cocina o la ducha.