—…Jackson… ¡Jackson!
Una palmada sobre su escritorio sacó a Jackson de su ensimismamiento. El bolígrafo que tenía entre sus manos cayó sobre los papeles que tenía frente a él, haciendo aún más obvia su distracción.
—¿Eh? ¿Qué sucede? —Alzó la vista, encontrándose con la mirada algo preocupada de Jinyoung, quien lo miraba de vuelta, sus llaves en una mano y la chaqueta en la otra, listo para irse.
—Eso quisiera saber. Me dijiste que pasara a verte antes de irme si no estaba ocupado.
—Oh —Jackson miró la hora en su reloj—, tienes razón. Ya son las cinco.
—Luces distraído.
—Solo estaba pensando. Vamos. —Se levantó, acomodando sus papales. Sin mirar a Jinyoung, apagó rápidamente su computadora y organizó los últimos detalles de su escritorio antes de recoger su beanie, acomodándolo sobre sus cabellos revueltos antes de tomar sus llaves y sus gafas.
—Espera —Jinyoung lo detuvo, sujetando uno de sus brazos—, sobre eso… hoy no estoy de ánimo. ¿No podríamos dejarlo para otra ocasión?
Jackson frunció el ceño, extrañado, sus labios estirándose en un puchero de confusión a la vez que empujaba su silla.
—¿No estás de ánimo? ¿Por qué?
Park se encogió de hombros, apartando la mirada.
—Solo no estoy de ánimos —Acarició su nuca—. Tengo trabajo, y algunas cosas en las que debo pensar.
—¿Sucedió algo con Bambam? —Jackson era capcioso, podía leer a través de la esquiva expresión de Park.
—No exactamente. Pero necesito pensar. Las cosas están tomando un rumbo extraño y si me dejo llevar por él, las cosas no van a salir bien.
—¿Sabes que es lo que necesitas? —Jackson le apoyó una mano en el hombro, saliendo de la oficina con él—. Una noche a solas conmigo.
—Te dije que no…
—Shh —Jackson le puso un dedo sobre los labios—, solo conversemos. También me hace falta. —Retiró su mano, mirando al castaño con expresión rogante— ¿Puedes?
—Bueno… supongo que eso sí.
Jackson enseguida pareció iluminarse, una sonrisa apretada y tierna adornó sus labios a la vez que rodeaba los hombros de Jinyoung con uno de sus brazos.
—Entonces vamos. Yo compraré las cervezas.
Jinyoung solo se permitió sonreír, sacudiendo su cabeza. A veces olvidaba que su relación con Jackson iba un poco más allá del sexo ocasional. No estaba mal compartir tiempo juntos de forma “normal”.
Aunque había algo que le dejaba dudas.
Miró de reojo a Jackson, quien seguía caminando alegre, aun con esa sonrisa traviesa, casi infantil, en sus labios.
¿Por qué razón necesitaría hablar con él?
Jinyoung también era perspicaz. Su mente lo llevó inevitablemente a Jaebum. El infame Jaebum. La vida de Jackson parecía girar únicamente en torno a él en esos últimos días. Sin embargo, algo parecía no estar bien con eso. Le daba la sensación de que la unión de esos dos era buena para algunas cosas, pero no para otras. No le gustaría ver a Jackson lastimado y algo le decía que por ahí venía el asunto.
El teléfono de Jackson sonó en ese momento, consiguiendo desviar su atención hacia allí. Su dueño lo sacó de su bolsillo para revisar y, aun si Jinyoung no quiso husmear, su mirada inevitablemente captó que se trataba de un mensaje de Jaebum. Un escueto “que harás hoy?” que parecía tan propio de él, fue respondido con un aún más escueto “estoy ocupado”, antes de que el celular fuera bloqueado y metido de vuelta en el bolsillo de su pantalón. Eso bastó para confirmarle que si algo sucedía, era con respecto a Jaebum.
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『Opium』✓↬JackBeom↫
FanficJaebum es adicto al sexo. Aún si no lo admite, su adicción está al punto que no puede llevar a cabo su rutina diaria si no ha tenido una buena sesión antes. Él adora hacerlo, en cualquier oportunidad, cualquier modo, cualquier persona. Por lo tanto...